Aunque de paraíso, más bien poco. De vuelta a la Ciudad Condal, en el barrio de Sants, nos encontrábamos con “El Edén” (@edenrestaurante http://edenrestaurante.com), restaurante familiar de un matrimonio al borde de la jubilación (Elvira y José) pero que aguantan por la ineptitud de sus tres hijos para, al menos, llevarse bien, lo que está haciendo que cada día esté más cerca el desastre sin retorno. Como tantas otras veces hemos visto, hay más “mandones” que curreles, aunque, hoy, más bien, se podrían calificar de parásitos. Disciplina inexistente. Clientes que vuelan ante los espectáculos diarios en sala y tres hijos consentidos que son incapaces de ver que sus padres ya han hecho bastante por ellos en esta vida. ¡¡Papeleta!!
Con una banda sonora muy acorde (Peanut Pie, “Psykokiller in a dream (I´ve been)”) se nos presentaba Ana María, otro de los “personajes” que nos brinda la “España de la profundidad mental insondable“, currando allí por no tener donde caerse muerta. “Nos hemos hecho cómodos“, decía. Yo diría más bien que el nivel de dureza de vuestros rostros no tiene parangón. Bautizando como “último cartucho” la llegada del Chef, conocíamos al doble de John Larroquette, el hermano mayor, José Antonio, que tardaba poco en poner a caldo a sus dos hermanos: “de profesionales no tienen NADA“. Tampoco se equivocaba, todo hay que decirlo. “Sin mis padres no tienen ni oficio ni beneficio“. Y por último, el “hermano diseños“: Javi “el tablets”, que decía encargarse del marketing y redes sociales …. “Casí ná”! Lo peor, que se lo creía. Así, y teniendo las cuatro partes un 25% del negocio, el sueño de estos padres aburridos y cansados de haber mal criado a sus hijos era el de todo progenitor: dejarles un legado y que fueran capaces de mantenerlo. “Calvario” era el calificativo que doña Elvira le ponía a la aventura diaria de currar.
Y allí que aparecía Alberto (Manel, “Ja era fort”) que comprobaba la buena ubicación del restaurante, antes de encontrarse de bruces con Anita “la inaguantable” (su auténtico mote se lo ganaría después). Se lo llevaba a un “privado” y le resumía los problemas allí existentes: “aquí hace cada uno lo que le da la gana y el negocio yo lo veo viejuno“. 15 años habían tenido sus padres un restaurante en La Pedrera hasta que, según ella, La Caixa lo declaró patrimonio de la humanidad y para que sus cachorros consentidos no se quedaran sin nada, invirtieron todos los ahorros de su vida en “El Edén”. 5 jefes para 3 empleados, mala ecuación cuando, además, del 25% de sus padres salía el sueldo de los otros tres caras! Al sentarse, comprueba como en la carta hay de todo, y la comanda consiste en: croquetas de setas (dubitatito John) que “no emocionaban a nadie“; unas gambas de Palamós, congeladas; un arroz negro (John decía llevar mucha tinta) que para el Chef, estaba “bueno“. Y unos guisantes con butifarra que también convencieron a Alberto. El lomo de bacalao que finiquitaba el pedido, no apareció. Por primera vez, Chicote pudo comer sin sobresaltos. Nada de basura. Pero claro, si es que, cuando hay una MADRE de por medio, suele pasar que, la cocina, está rica, rica y el mobilario, al menos, en condiciones.
Mientras que llegaban los platos, doña Elvira (que también se encargaba de la compra, de ahí que la comnida estuviera decente) hablaba con “Xixote” y le dejaba claro que sus hijos eran unos “mimaos” y que en esta vida “nada les había costado nada” … ¡¡ERROR!! Pero, para ellos, la culpa era de sus progenitores que siempre estaban allí dando la brasa y no querían ceder el testigo del todo … ¡Como para hacerlo! Los dos suspiraban “qué maaaal les hemos enseñado” (desde luego). Y tras empezar a enzarzarse unos con otros, Rasheed, el cocinero indio, golpeaba la campanita pidiendo que alguien sacara los platos. Un agricultor que recibió toda la sabiduría de la señora de la casa y que, de las tres ediciones, se coló en el top de cocineros respetuosos y buenos alumnos. Así se lo hizo saber el Chef: “de las pocas veces que he podido comer, sin que sea basura“.
El John Larroquette de Sants decide coger por banda a Alberto y subirlo al despacho para otro “privado”: “mis hermanos no se enteran de la misa a la mitad“, “su oficio es vivir la vida” y “no tienen ganas de currar” fue el preludio para aclararnos el tema pecuniario: los sueldos de 2.500 habían pasado a 1.500 € (que pagaban los padres, claro) y la deuda (es decir, los ahorros de los mismos) ascendía a más de 600.000 € … José Padre lo tenía claro: “si no hubiese sido por mis hijos lo hubiese traspasado hace más de dos años“. Aquí se despedía el de Carabanchel para el servicio de la noche haciendo una reflexión: “si la comida no es mala, los servicios deben ser épicos“.
Para el PRIMER SERVICIO, el hermano acicalado para el marketing virtual, Javi “tablets”, aparecía a la hora que creía conveniente, con su barbita bien perfiladita, su pañuelo ajustadito y los andares del que se cree profeta de chips. “Marketing, publicidad, redes sociales … eso no se hace solo, no lo valoran” … “Chicote, otro que tal, que se dedique a la cocina que es lo suyo” … jajajaja, personaje! Y éste, lo veía claro: “piden un crédito para pagar sus sueldos … 3 JETAS de cuidado” era lo que tenía delante. SIN DUDA. El servicio no podía salir de otro modo: “Tableta MidMan” repetía comandas indiscriminadamente, John, no se aclaraba con los menús y Ana … en fin … Ana ya se quitaba la máscara y nos dejaba claro qué tenía dentro de ese cráneo: se ponía parches contra el estrés, y se dejaba la jeta como un cromo. Como un cromo de desequilibrada. Doña Elvira estaballaba: “Estás gilipollas o qué?” La pregunta, meridiana: “¿Cómo es posible que vuestra madre curre más que los tres juntos?“. Buena pregunta Alberto, buena pregunta. “Anainestable” salía a echar un pito y su hermano el genio del microchip vago, salía a tocarle un poco los genitales lo que hacía que la bronca estallara para deleite vergonzoso de la clientela. Chicote les dejaba claro lo que pensaba: “siento auténtica vergüenza de tres niñatos de 40 años“, “¿Dónde está vuestro corazón?“. Así se despedía de los “3 ingenieros” hasta la mañana siguiente.
(Rich Martin, “The brood”) Pero la niñata no estaba por la labor de cambiar de actitud y al llegar el Chef se la encontraba tirada en el suelo: “el mercurio me ha dejado fatal” … uuuuuuuuf …. Alberto los ponía a todos delante para el momento pizarra y demostrarles con gráficos para tontitos que estaban chupándoles la vida a sus padres: “sóis auténticos tábanos“, les dijo, pero no parecieron inmutarse mucho. Un “zás” tras otro y se despedía para el nuevo SERVICIO. “Anainestable” y su show no terminaban nunca: “tengo abulturamiento en la cabeza” decía, y sus hermanos cuchicheaban “pierde aire sin los parches“. Con un “look a lo Rambo”, la niñita, se enfrentaba a su nuevo puesto: ayudante de cocina (porque dirigir …). Los padres, en la sala, tenían unas libretas que Alberto les había dado para apuntar todos los fallos que vieran (“no apuntar es protegerles para nada“, les dijo). El Chef se dejaba la voz (literal) y Ana golpeaba sin cesar el timbre de las comandas: “que no es el treeeeeeeen“. Ávida de su momento de exhibición, salía a la Sala (“Todos me miran!“, se sorprendía) mientras que Javi se enzarzaba con Rasheed (Chicote le defiende) y ella se marchaba a chatear y fumar. John iba tras ella y la sacaba de los parches. ¿Conclusión? “Se me ocurren muchas soluciones para esto y en ninguna aparecéis los tres” ¡Zás!
Tras el lamentable ABUSO DE CONFIANZA de estos tres desagradecidos (Marc Streitenfeld, “Half Steps”) llega el momento publi con Technocasa. El programa decidió como medio motivador el poner en traspaso el negocio lo que pareció despertar el lado sensiblero de los hermanos, porque el responsable, por mucho que se empeñaran, no lo vi y lo sigo buscando. Con “Primavera” de Ludovico Einaudi, Ana intentó enseñarnos que su mente puede resultar estable, pero a mi, no me convenció. Y John, envalentonado ante cámara aseguraba comprarle la parte a sus hermanos si éstos no querían seguir. Mientras que ellos seguían con su inútil disertación, @ebarrera_ y el equipazo del programa, realizaban una de las más REFORMAS (Pixies, “Where is my mind?”) más cañeras que hemos visto: basándose en su antiguo negocio ubicado en La Pedrera, el local quedó simplemente espectacular. John Larroquette se emocionaba visiblemente. La presentación de la CARTA (Stereophonics, “Have a nice day”), una semana más, me hacía acordarme de @noamdelbarco y @Albertogleton porque babeé como molusco infame. ¡Qué hambre entra a esa horas! Pero si me pude reir, fue cuando a Javi le entregaron las nuevas cartas “entabletadas” jajajajajaja, su cara era de un niño que hace la comunión. Telita. Los padres, cómo no, seguían confiando en la reacción de sus hijos. Mmmmm …
El ÚLTIMO SERVICIO comenzaba y más de lo mismo: la sala llena y Ana haciéndose un lío con las comandas. Y llego el momento que habíamos visto y esperado (bueno, yo, no): para echar una mano, el programa pensó que, mostrándoles a estos tres casos anteriores de Pesadilla, podrían empezar a despertar. Y “la Cuqui” apareció junto a Giovanni y las “chicas Anou“. Craso error. “Yo es que soy muy fan de la Cuqui” … puuuuuf! Aprovechando la lentitud en el servicio, la beoda en turno laboral, se levanta y comienza su “show” particular: molestando a unos clientes para que les dejaran probar la comida y acudiendo a la cocina. Grande Alberto cuando la vió aparecer: “sal de aquí zumbando, aquí se trabaja“. Diplomacia Jedi. Y a ella, le sigue su “groupie”: “traéme una coke que necesito la sensación de vivir“. A cada segundo que abría la boca, mi vena (e imagino que la de miles de telespectadores) se hinchaba progresivamente. Chicote decide quitarla de en medio y consigue sacar el servicio. Antes de cerrar, se despide de los padres deseándoles suerte y que se cuiden para afrontar la DESPEDIDA de sus queridos hijitos. Es la primera vez que se muestra distante y desde luego, poco creyente. No es para menos. La música que acompañó este momento era premonitoria (Band of Horses, “The Funeral”). De los cocineros, nada que decir. Un 10 para ellos, sobre todo, su actitud. Fundamental. De los hijos … también lo he dicho todo. “Deja de comportarte como una niña de 12 años y saca la de los 40” fue el epitafio que Alberto le dedicó a ya sabemos quién. ¿Mi visión? Pues también creo que es la primera vez esta temporada que doy tan pocas opciones de viabilidad. Por no decir, ningunas. Como siempre, eso sí, espero errar por (como bien dijo el de Carabanchel) esos padres que se equivocarían en la educación de sus chicos, sí, pero no se merecen que les paguen con esta moneda de estupidez.
Highlights:
– “Hay más jefes que indios“, podría resumir el inicio de este programa.
– “Chicote, ¿te pongo un parche?” … “¿Hay parches para currar más?” ¡Zás!
– “Esto es el final del primer round o que la comida quiere salir?” jajajajaja desde luego, es lo que pareció.
– “¿Los “me gusta” del Facebook dan de comer?” … interesante pregunta Ana.
– “Yo diseño las cartas“, decía Javi … jajajajajaja y Chicote, otro zás! “Pero si es un listado” … No fue el único enfrentamiento que tuvieron los dos: “mi labor es súper importante” … “sí, sí, muy importante, pero se hace en menos de 10 minutos … vas de currante y no das ni el huevo” ¡Zás!
– “Eh, tranquilos, que esto no viene en lata” … es una de las frases que más nervioso ponen al Maestro, pero, esta vez, fue la madre quien la pronunció.
– “Os voy a comprar mochilas de colores para ir al cole” … “pues yo quiero una como la tuya, rosa”, Javi el contestón.
– “Adiós gordito guapo!” … “no sabes a dónde me estás llevando” jajajajajaja
– “Parece un enterrador del viejo oeste” … jajajajaja
– “A Chicotote lo he visto más humano, menos divino” … la “Cuqui” …. uuuuuuuuuuuf … “Es que yo soy fina y aseada” …. tenedor al suelo … patético lo de esta tia, patético!
– “Esto, me ha superao” … buen resumen el que hacía Anita … muy buen resumen chica.
– La banda sonora, de nuevo, merece estar aquí. Muy apropiados los títulos de las canciones a cada momento! 😛
– Y cierro esta sección con algo que, como bien dijo Alberto ayer, lo merece: la limpieza de la cocina y la calidad de la comida. Cuando hay una madre de por medio y un alumno (Rasheed) dispuesto, el resultado suele salir “al dente”.
Gracias a tod@s una semana más. Nos acercamos al final de temporada y seguimos dándole vueltas y vueltas al marcador de las #gilicrónicas.
@disparatedeJavi
facebook.com/eldisparatedejavi
Y no olvidéis El Escondío …
(Hoy, sobran las palabras … Solo pensad en cómo queréis educar a vuestros hijos)
Genial resumen, y genial también que controles toda la banda sonora que van poniendo, no me había dado cuenta hasta qué punto pega con la escena que complementan.
Y qué decir de la “parches”, he flipado con ella, y es de las que no tienen remedio. Pero oye, a reírse, que para eso veo este programa.
Saludos!
Hola Calick!
Gracias!!! lo de la banda sonora ha sido algo que he ido metiendo con el tiempo, solo que, a veces, los medios técnicos fallan … ya sabes … esta conexión tan espectacular que chupamos en la Península respecto a otros países …
Y sí, efectivamente, esto es para echarse unas risas y nada más!
Saludicos!
Toda la razón. Chicote un 10!!
Nada que ver,con el tema pero a mi el tal Jose Antonio se me hace del todo parecido con Jose Sacristan,voz y gestos incluidos!!!!!
Qué bueno!!! Igualito a José Sacristán! Yo ya sabía q me sonaba de algo…. por cierto, si los otros dos hermanitos se le parecieran no sería tan desastroso. Eso sí, una sonrisa, por favor!! El cliente se lo agradecerá.