Y Jesé se va a París. Un destino inconcebible para el que escribe estas líneas. El Real Madrid deja salir, al fin, a una de sus “eternas promesas”. Si nos sentáramos a pensar, por mucho que se empeñen los medios en vendernos “sus 10 goles magistrales“, pocos recuerdos del juego del canario tenemos grabado en las retinas. Más bien, eso, destellos de escasos segundos.
El apodado “Bichito”, a lo que añadiría “sin brújula”, ha gozado de pocos minutos, dirán algunos. Los de siempre. Aquellos que defienden en una esquina la necesidad de otorgar oportunidades a la cantera y que, en la otra, destrozan sus uñas rabiando cuando esos canteranos no demuestran tener ese “algo” que les deje en plantilla. Fe ciega se llama.
Banalidades que sirven para rellenar huecos en tertulias o párrafos. Que lo comenten en Can Barça, aquellos defensores a ultranza de la gestión de las categorías inferiores que cursan cuatro veranos fichando fuera y vendiendo lo de dentro. La cantera debe existir, sin duda. Pero si no genera ese estereotipo de jugador que hoy día se busca, volvemos a lo mismo de siempre. Son ciclos de club.
Un nuevo caso es Jesé. Emigra a París en busca de unos minutos que le consagren como el jugador que él mismo cree que es. Tal vez me equivoque sobre él. Tal vez. Jugadores con desborde y rapidez he visto pasar muchos por el Bernabéu. Canteranos o no. Pero se necesita algo más, mucho más para tener dorsal en la plantilla del Real Madrid. Un ejemplo lo ha tenido en su compañero Lucas Vázquez a su regreso: sacrificio, inteligencia, profesionalidad, humildad, cabeza y mucho menos rap. El canario ha tenido varias oportunidades y no las ha aprovechado a pesar del talento que se le presupone. Talento, no magia, de la que gozan multitud de jugadores en el planeta fútbol.
Le espera Emery en el “nuevo” PSG. Sigo sin entender su elección. Pelear el puesto a Lucas Moura o Di María, o incluso a el último fichaje antes de la llegada del canario, Ben Arfa, no será fácil. La libreta de su nuevo entrenador tienes las rotaciones muy presentes, sí, pero ¿entonces? ¿se buscan minutos o no dejar un club con aspiraciones? ¿se persigue demostrar que es un jugador top, como él cree, o únicamente figurar en una plantilla de club grande? Dudas me asolan.
En definitiva, 25 millones de euros que hoy día no parecen nada viendo las estúpidas y disparatadas cifras que se abonan por jugadores del montón pero que, sin embargo, demuestran la fe que otros, no yo, tienen en este velocista sin rumbo. Ojalá esté en lo incierto y pueda parecerse algún día a la sombra de ese bicho que tanto admira y pueda volver al Bernabéu con los honores que solo su representante visualiza , callando bocas, entre todas ellas, la mía. Pero las dudas me siguen castigando. Quién sabe si a él mismo desde aquella inoportuna lesión.
Bonna chance, Jesé.
De Sissoko prefiero no escribir a riesgo de que no me dejen entrar en el Bernabéu por los restos …
(Foto portada: fichajes.net)
@disparatedeJavi