Terminada la cuarta temporada de Peaky Blinders en Netflix, la pregunta es ¿realmente es necesaria la quinta entrega ya confirmada? La familia Shelby, de la mano de su creador, Steven Knight, dejó el listón muy alto en sus tres primeros fascículos, sobre todo, con el enorme final de la tercera. Tras el visionado de esta última, nada ha cambiado en esta familia de gitanos. Nada. Aquí, mi #gilicrónica.
¡Ojo! Se me puede escapar algún spoiler. Sí, hay nuevos peones en el tablero, nuevo mapa político y social, nuevo enemigo al que enfrentarse unidos cuchilla en gorra pero ¿hay algo realmente novedoso en esta cuarta temporada de Peaky Blinders? ¿Algo que eleve un poquito más esta serie? Mi respuesta es no. El hilo argumental se ha quedado inmóvil en “nadie jode a los Peaky Blinders“. Lo que en los anteriores capítulos era una serie que sorprendía con los vuelcos argumentales, las triquiñuelas del invencible Thomas Shelby y conseguía la admiración por un guión excelso, se ha quedado en más de lo mismo. Pase lo que pase, imagines lo que imagines, el final siempre es el mismo: la familia Shelby sale victoriosa. Y no es criticable, al fin y al cabo, son ellos los que dan luz a esa decrépita Birmingham pero, demasiado pan, empacha. Y es ésa la sensación que me ha dejado la serie emitida por Netflix.
Ni siquiera las nuevas incorporaciones han conseguido mantenerme la expectación creada. Adrien Brody y su Luca Changretta, sobreactuado como una maligno popurrí de todos los macarronis de la historia del cine, consigue que desees que cada una de sus escenas dure lo menos posible. Si su mondadientes se parte, mejor. Aiden Gillen (entrañable Meñique) nos muestra como pasar de serie a serie interpretando el mismo papel con distinta vestimenta y peluquería. Solo Tom Hardy vuelve a elevar el nivel de los secundarios. Las apariciones de su Alfie Solomons siempre son sinónimo de minutos triunfales. Maravillosos. Eso, también se ha perdido. ¿Qué nos puede quedar para la 5T?
Todo apunta a que Thomas, Arthur y Polly se enfrentarán en la quinta temporada a la Ley y a los tipos con corbata que con una mano la escriben y con la otra la moldean a su antojo. Un nuevo ring de combate pero ya se sabe que “Nadie jode a los Peaky Blinders”. Tal vez solo su propio creador. Aún con este pequeño chasco contarán conmigo allá por el 2019 que está previsto su regreso.
@disparatedeJavi