Hacía mucho que no dedicaba unas líneas a la pelotita pero hoy es el día. Varias son las semanas que mis retinas aguantan estoicamente los partidos del Real Madrid. Los de Julen Lopetegui (si es que alguna vez fueron “los de” éste) llevan el 90% de los partidos de esta temporada demostrando que este nuevo estilo no casa con el escudo. Eso y otros tantos despropósitos. Aquí, mi #disparate.
Punto A del gili informe. Si bien yo era de los que pensaba que, con la cantidad de enormes peloteros con los que cuenta, iba a ser sencilla una adaptación pacífica, tras no fichar un cazador de goles en verano y ver casi todos los partidos del equipo, HOY creo que Navidad es una fecha marcada en rojo en la planta noble del Bernabéu. Los que me leéis sabéis que lo del “juego futbolín” y las posesiones eternas no es lo mío. El estilo del Real Madrid nunca ha sido ése y espero que esto acabe cuanto antes. Hemos perdido el juego de extremos.
Punto B. A este deporte se juega con una referencia arriba. Era y es de necios pensar que con la marcha del portugués de cuyo nombre no quiero acordarme, los goles del equipo no se iban a resentir. Pero si además se vende que Benzema, Bale y Asensio van a ser los goleadores del equipo, la tomadura de pelo en cuanto a planificación deportiva es sublime. ¿Qué gran equipo del mundo juega sin un 9 como Tutatis manda?
Punto C. Jugadores fundamentales faltos de ritmo y forma y a los que no se les ve muy contentos con la idea de juego. Es lo que tiene el peloteo eterno … que aburre a los zombies. Un Asensio que ha pasado de ser el futuro a un extraño presente. El caballo loco galés no puede seguir engañando a nadie a estas alturas. Es uno de los jugadores más sobrevalorados de los últimos 20 años. ¿Y mi amado Benzema? Siempre he dicho que lo peor que se pudo hacer con él fue colocarle el “9” a la espalda. Si se busca gol hay que alinear ya a Mariano que, al menos, morderá a los defensas rivales. No es que sea “mi” opción. Es que no hay otra. Casemiro es la sombra de lo que era y gran parte de culpa la tiene la idea de juego. No es un jugador para un sistema tan estático de aburrimiento. Si no debe correr, adelantarse, cubrir huecos … el brasileño se difumina como mantequilla en pan caliente.
Punto D. ¿Es Julen Lopetegui entrenador para el Real Madrid? Una pregunta que nos formulábamos en verano y que continúa vigente. ¿Os imagináis las charlas motivadoras de este hombre? Yo, no. Al menos Zidane sonreía y con ese brillo dental se metía en el bolsillo a todos. Me cuesta verlo como gran conductor de una plantilla que lo ha ganado casi todo.
Punto E. Isco. Ya pocos dudan de que “el duende” sea o no la pieza angular sobre la que debe discurrir el juego del equipo. Incluso en La Roja. Ni Modric ni Kroos se les ve sueltos, frescos. Ideas y piernas justas en este inicio de temporada. El apendicitis más inoportuno de la Casa Blanca.
Punto F. Florentino Pérez y su nueva política ahorradora y constructiva. No está haciendo bien al Real Madrid que su Presidente haya pasado de fichar estrellas a encabronarse con un estadio (sí, maravilloso) que endeude al club de ese modo e hipoteque su futuro deportivo. Dudas más que razonables asolan mi cráneo: ¿cuando llamó a su nuevo entrenador prometió fichajes? ¿De cracks? ¿O es un trabajador engañado desde el inicio?
Punto G, el que siempre da gustito. Viendo los antecedentes de técnicos españoles que han desfilado por ese banquillo, no es del todo temerario afirmar que Julen Lopetegui ya tiene el martillo de Thor sobre su cabeza. Y eso, nunca da tranquilidad. Menos aún a los jugadores que, conociendo al Presi, pueden llegar a pensar “para lo que le queda a éste …”
Podría seguir con el resto del abecedario pero, si no se solucionan estos grandes problemas, ¿para qué entrar en los más “pequeños”? Solo la pobre temporada que el Barça está haciendo maquilla el lamentable inicio blanco.
Vayan comprando ingentes cantidades de pipas porque esto … aún promete más despropósitos.
@disparatedeJavi