“Cool Palace“, Rivas Vaciamadrid. Lo más parecido a un “puticlub de carretera” que hemos visto (tras la “Mansión de Navalcarnero” y su regente “Ken”) en el programa. Recargado hasta la extenuación y hortera a más no poder, enclavado en un centro comercial. Allí que tocaba marchar a Alberto Chicote esta semana. Regentado por dos propietarios iraníes agobiados por las deudas tras la macro inversión de ONE MILLION EUROS. Farid y Carla recibían al programa explicando sus dos puntos de vista radicalmente distintos.
Farid, una mezcla entre Mola Ram y Luca Brasi, decía haber enfocado el tema hacia un “Palacio de Antiguos Reyes Persas”, pidiendo dinero a todo bicho viviente a su alrededor para así, asentar su “proyecto ambicioso”. ¿Ambicioso? Carla, por el contrario, nos mostraba la “engañifa” en la que su chico la había metido, invirtiendo los ahorros de toda una vida entre kebabs (30 y 15 años respectivamente los que llevan en este “país”), y gastando como un “descerebrao”. Más adelante nos daría los detalles de lo que le había costado cada “chisme decorativo” que allí había metido. La decoración y los materiales empleados para levantar este mausoleo del #disparate los resumiré en dos palabras: “pastizal” y “estupidez“.Acompañando en esta aventura a estos “dos buenazos“, nos encontrábamos al “listo de Sala”, Sito. Otro de los personajes a los que nos tiene acostumbrados el programa. Un “listo” de los que, Alberto, de buena gana daría y diría “out of record” mucho más de lo que vimos. En la cocina, Diego, gran profesional pero hastiado y aburrido de la dinámica empobrecida en la que había entrado Farid. Un poco hasta los cojones del amigo Sito, también. Carla tenía bien claro qué era lo que allí fallaba (inversión a parte): “abusan del cariño de Farid” … #MarcaEspaña.
Con este panorama, y Sito autocalificándose como “oro en bruto“, Mola Ram se declaraba “al borde del abismo” y esperaba la llegada del Chef como taparrabos nuevos para sus comandas. Un caos entre sala y cocina era lo que le esperaba al de Carabanchel. Explosivo cocktail. Todo resultaba ser un galimatías incomprensible desde que Alberto cruza el umbral del giliImperio montado por Farid. Incoherencia absoluta entre local y comida. Un servicio que si de Jerjes dependiera, estarían remando en una galera hasta el fin de las cucarachas.
Allí que desembarcaba. Su primera expresión resumía lo que todos en nuestros sofás pensamos: “Viiiirgen“. Tras un vistazo general y una breve charla con los dueños, lo dejaba claro: “aquí viene el British y te lo dejan vacío“. Artesanalmente no podemos poner ni un “pero”. En cuanto a la mezcla y decoración del garito, ya os he dicho al principio lo que a mi me pareció. Hasta Sito decía algo coherente: “la gente se asusta al entrar“. NO es para menos. Así, nos enterábamos que el local tenía 2 años de antigüedad y que, 10 meses antes de la visita del Equipo, fue cuando Farid tomó la decisión de mandar a hacer puñetas la comida iraní y abrazar la dieta Mediterránea (o algo similar). Otro error. El momento cata llegaba, y las primeras risas y deseos de golpear cual Bud Spencer a Sito también. “Estoy perdido con la carta“, decía. Farid, incapaz siquiera de recomendar algo a Alberto. “Menuda incoherencia” (DE TODO), decía éste. La comanda la formaban unas berenjenas con salmorejo (ácido como él solo y con pinta de “ralladura para la tostada”). Solomillo “Ibérico” al Pedro X. De Ibérico lo mismo que tengo yo de sacerdote nepalí. Un Rodaballo de piscifactoría. Y, mención especial, al momento “Boletus edulis“. Sito decía que eran frescos a pesar de que el Chef le deja claro que pocas setas iba a encontrar a estas alturas de año. Pero el “gracioso”, insistía. ¿Resultado? “Tu credibilidad baja por momentos“, le espetó Chicote. Nada, nada, de lo que pidió, fue lo que le sirvieron. “Puedo conocer al Jefe de Cocina?“. Allá que iba el, ayer, “Leónidas de los fogones“. Y lo primero que le dejaba claro a Diego era que lo que le habían servido era una “comida desilusionante” en una “carta de 5 páginas” diseñada por él mismo. También nos dejaba claro el descontrol y cachondeo #marcaEspaña (de nuevo) que existía entre Sala y Cocina. De Farid, decía que lo veía “desenfocado” (como Woody Allen en “Desmontando a Harry“).
Empezaba el servicio y la observación de Chicote. Para servir las comandas, se hacía al grito de “Comidaaaaaa!!!“, ¡Aú! Farid, “perdido en su Palacio“, dando vueltas sin sentido. Sito, a su puto rollo, pero eso sí, con la sonrisita puesta en todo momento y haciendo un despliegue de mentiras que lo ponían al borde del primer sacrificio humano del programa. Hasta que llegó Alberto, lo cogió de la pechera, y harto de que mirara al limbo cuando le hablaba y de que jugara con “el oficio que más quiere“, le daba un buen explicote y le decía que se dejara de MENTIRAS: “no soy mentiroso, puedo ser engañoso“, se despachaba nuevamente este PUTO DESAGRADECIDO (“un pájaro” calado al momento por todos). “No seré jiji, ahora seré, jaja” …. Un buen HOSTIAZO te daba yo, y seguro que todos los que estáis leyendo. Terminaba ese espectáculo dantesco y la reprimenda se hacía necesaria: Carla nos aclaraba (si hacía falta) que su chico era un “mindundi” de mucho cuidado y el Chef sentenciaba: “lo que no me gusta sóis todos vosotros“. Diego, mientras tanto, decía algo con lo que a mi, personalmente, me ganó: “necesito que me devuelvan las ganas de ENSEÑAR“. Cocinero Soul.
Tras una noche de “pesadilla” (pero fijo!), Alberto regresaba al “putiPalace” para hablar tranquilamente con los propietarios. Y empezaban los #disparates: la barra, 140.000 €. La bóveda, 150.000. Cada silla, 400-500 pavos, y encargó que le trajeran … 130!! Qué mejor resumen que el que hizo el Chef: “estás pirao“. Carla se sinceraba y llegaba el primer “momento patata” reconociendo que, hasta su hija de diez años, estaba hasta el gorro del “Cool” (“cárcel de Cool“, la llamaba la niña). “Esto es un monstruo grande y que come mucho“, decía Chicote tras enterarnos que la palmatoria mensual ascendía a 20-25.000 € lo que nos daba 900 € aprox/día … #disparate. (Debo ser obsesivo compulsivo porque me pareció, nuevamente, escuchar “banda sonora lostiana“. Desde luego, perdidos, estaban). Previo un “milagros no hago“, manos a la sartén que se ponían con un cambio en la carta a fin de comprobar el funcionamiento de ellos, y de los propios clientes.
A Carla la situó de RRPP del local, a Farid de gestor y control sala-cocina, y a los cocineros les pone las pilas a lo “pim pam pum cariño!“. Todo parecía marchar hasta que Sito empezaba “con lo suyo”. Un gran momentazo nos regaló, eso sí, al esparcir el vino en la camisa blanca de uno de los comensales: “mi mujer me va a matar“, jajajajaja, al menos, el hombre, se lo tomó a bien. Empezaban entonces los líos y discusiones y reproches hasta que el madrileño las zanjaba de golpe. ¡Claro cojones! ¡Menos discusiones, y MÁS SOLUCIONES! Pero Farid se perdía nuevamente en su limbo: “no tienes cara ni de tener ilusión por un palo en el campo“. Justo después de haberle dado un buen puñetazo a la mesa cansado de luchar con un “mueble”.
Antes del servicio, Alberto había pedido a Carla que repartiera por las mesas tarjetas rojas y verdes para saber después la valoración de los clientes. Al terminar, solo 4 eran verdes (las 4 que el mismo Chef había dejado al “vender los platos” a los chicos de la mesa). Los únicos que decían “querer volver”. Entonces, Chicote cogía el toro por la cornamenta y hablaba directamente con Diego, el único al que veía capaz y con fuerza para, al menos, insuflar algo de vida a este negocio ruinoso (por concepto y por personal): “tú puedes hacerlo mejor, te veo currar, pero no fluir“. Y éste explotaba ya cansado de que a él se le hiciera responsable: “5 meses estuve sin librar, 14 h aquí metido, despidiendo a ladrones“. ¿Pero qué coño hacía entonces Farid con sus kebabs anteriores? Llegaba el MOMENTO REFORMA, y una sorpresa “non grata”. Todos nos lo hubiésemos pensado antes de invertir ni un solo céntimo más en ese lugar. Alberto, también lo hizo. Le entregaba las llaves del palacete a Farid y le decía que se veía incapaz: “es la primera vez que fracasamos“. Lo más sorprendente es que la cara del iraní era exactamente la misma que al principio del programa. ¡¡Inconcebible!! Así que, viendo la actitud inanimada de su chico, apareció Carla y sus COJONES DE MUJER para pedirle a Alberto que, por favor, no se marchara a lo que éste, lo dejó claro: “llevo contigo media hora y tu mujer en un minuto y medio, ha echado en ese montón de tierra 25 palas más!” Al trasladar la noticia a los, hasta hacía un momento, sorprendidos asalariados, Diego resumía muy bien el primer paso “vamos a trabajar mejor!”
Así pues, el equipo se puso manos a la obra … ¡¡Y qué obra!! Menudo cambio espectacular. Nada que ver con el “rococó putero” que había antes. Ahora llamado “LA PANMEDITERRÁNEA“, se convertía en un lugar muy pero que muy bonito. La mayor obra faraónica hecha hasta el momento en el programa. Con un grandioso resultado. Farid dejaba escapar una lágrima mientras Chicote le daba carantoñas al ritmo de Jesus & Mary Chain (“Just like Honey“), título muy acorde al momento. El repaso del resto del local iba acompañado de “La vida es bella“, aroma Mediterráneo y de esperanza para una pareja que, desde luego, nadie podía negar que no fueran buena gente. La presentación de la nueva carta hacía exclamar a Diego “nos váis a hacer currar, no vienen en lata?” jjajajajaja No, Diego, no, “divooooorciate Diego“.
La “inauguración” llegaba, y el salón se petaba como hacía mucho tiempo los salones de Jerjes rebosaban de vírgenes de oráculos esperpénticos. Pero Sito tenía que montar su show particular: “estoy nervioso“, por lo que Farid decidía darle el mando de la sala a “Tapón” (o a ratos el hijo de Will Smith). Aunque, claro, Sito, no estaba por la labor de cumplir órdenes y empezaba a tomar comandas a pesar de haberle sido expresamente prohibido. La “reprimenda” de Farid fue de guardería. Perdido sin saber dónde va cada plato, Carla recuerda a “Tapón” que le eche una mano, a lo que éste le responde: “pero si estoy yo con todos los platos por eso mismo” jajajajaja. Para no ser “profesional” el chaval, se portó como tal sin pestañear. De nuevo, Mola Ram entraba en trance y todo parecía irse por aquellos vagones de mina de la película de Spielberg, hasta que Chicote habló con Diego y le puso las pilas: “no se corre con los pies, se corre con la cabeza“. Azuzados por el Chef, el servicio terminaba y todos respiraban. La despedida llegaba y Alberto dejaba claro algo que estuve pensando todo el programa “es la primera vez que trabajo con un cocinero profesional, y eso, se nota“. Ya lo dije en un “tuit” anoche: el mejor equipo de cocina con el que ha trabajado Alberto. Quejas mínimas (comparado con lo visto hasta ahora) y pilas y pilas puestas. ¡Bien por Diego y Jose! A pesar de que hubo un pequeño momento de duda que hizo espetar al “jefe”: “parecían buenos eh? pues no lo son“. Falsa alarma.
¿Qué decir del nuevo “PanMediterránea“? Una vez más no puedo ser optimista y creo que, una vez desaparezca Alberto de allí, Sito volverá a ejercer de “gracioso toca cojones” #marcaEspaña y Diego acabará hartándose de la pasividad emocional de su jefe. ¡Carla! espero me equivoque diciendo esto, de corazón. La buena gente siempre me toca y, lo que vi ayer, me dio mucha pena.
Vamos con los Highlights que, anoche, fueron bastantes, así que, si se me olvida alguno que penséis debería haberlo incluido, no dudéis en ponerlo en comentarios y nos echamos unas risas:
– Y qué mejor modo que empezar con el payaso de la edición, Sito. El chistecito de “U2” que contaba a unas clientas daba paso a su primera perla de la noche: “soy un tío de puta madre, oro en bruto, un camarero cojonudo“. Pero sin duda, la mejor fue cuando decía que le era imposible aprenderse la carta porque si no, necesitaría “32 GB, ya que no entendía qué era salvaje” (en el Rodaballo). Lo dije ayer, y me reafirmo: “un HOSITAZO” se llevaba éste, pero bien.
– “los rodaballos que siempre quisieron ver el mar“, jajajaja, Chicote sobre las piscifactorías.
– “este boletus ha pasado más frío que un esquimal” y “el cerdo es más blanco que mi piel“, jajajaja.
– “esto no parece un templo, parece una tumba” … Irremediable recordar a Gimli al entrar en Moria “)
– “Alguien de aquí entra en un chino y le ofrecen albóndigas con tomate, y qué dice? Y UNOS COJONES!!!” jajajaja esto fue grande …
– “Para qué me vas a mentir otra vez, si ya lo has hecho 4 veces esta mañana?“, ¡Zás! a Sito no el mentiroso compulsivo “que no le dice la verdad ni a su médico“, sino al “engañoso“, no me jodas, anda!
– El hombre del “vino y la camisa”, para mi, en el “top” de la noche.
Y eso fue todo, o casi todo, #disparataos. Espero que los gazapos no se hayan apoderado de mis yemas y que disfrutéis la #gilicrónica. Mi último #giliGif de hoy va dedicado a Sito … ¡Vosotros diréis!
@disparatedeJavi
facebook.com/eldisparatedejavi
Por cierto! Carla, no se llama exactamente así … Cosas de producción “)
https://www.facebook.com/kasra.safapour?hc_location=timeline