Que el mundo del fútbol es hoy día un auténtico disparate no es noticia. Que la inmensa mayoría de jugadores se muevan única y exclusivamente por el baile de ceros que les prometan, tampoco. Al igual que Cristiano Ronaldo y Messi aburran con sus interminables y periódicas renovaciones multimillonarias. Como aficionado del Real Madrid yo ya digo basta.
Basta ya de tomaduras de pelo. Basta ya de querer vendernos que toda esa ingente y vergonzosa cantidad de dinero se amortiza con publicidad, camisetas, títulos y calzoncillos. Basta ya de pedir, pedir y no ganárselo. Basta ya. Cristiano Ronaldo lleva años jugueteando con la paciencia del vikingo de a pie. Durante años se han pasado por alto sus innumerables caprichos y rabietas debido a su excelso rendimiento sobre el campo. Pero hoy no es ese día. Hoy es el día en que el portugués ha conseguido hastiar hasta el infinito y más allá a éste que aporrea el teclado, ferviente defensor de su juego hasta hace más bien poquito. Fe ciega en que seguiría bombardeando la red contraria. Fe que se ha evaporado gracias a él, solo él.
¿Otro aumento? ¿Otra renovación? ¿Cobrar lo mismo que Messi? ¿Pero qué clase de disparate es éste? El pequeño geniecillo argentino se lo gana todos y cada uno de los minutos que salta al piso. Si no fuera por él (y es una realidad que ya pocos, incluso culés, se atreven a discutir) el Barça sudaría para ganar en muchos campos. ¿Y Cristiano con el Real Madrid? De necios sería negar que el luso se está viendo perjudicado por el lamentable juego que despliegan los blancos pero igual de estúpido es echar la vista a otro lado cuando es incapaz de meter el esférico ni siquiera en la boca del gran Sarlacc. ¿Mental o físico? ¿Otro enfadito porque faltan millones en su cuenta corriente o la de Hacienda? Ya da igual. Esta nueva amenaza de quien se cree imprescindible es definitivamente insultante. ¿Cómo carajo se puede ofender por no ser renovado y ampliado cuando lleva cuatro meses sin dar pie con bola? ¿Dónde está la ética, compromiso, profesionalidad y vergüenza torera? ¿Dónde? Ya sabemos dónde. En el bolsillo de su albornoz y escultor personal.
Basta ya, Cristiano. Como bien dice Sanchís hoy “se fue Di Stefano y no pasó nada”. Y Raúl o Casillas quien sí se podría afirmar que amaban ese escudo. ¿Pero tú? Aquí uno que ya se ha cansado de tanta tontería. Adeus y obrigado. Hastiado y asqueado, también. Ni gili gif te dedico.
(Foto portada: sport.com)
@disparatedeJavi