Sábado 25 de octubre. 18 horas. Santiago Bernabeu. Datos que han de grabarse a fuego en la mente de todo futbolero. Ambos equipos llegan con rachas similares pero tal vez los culés generan más dudas sobre su rendimiento. O, al menos, eso dicen teniendo como referencia el partido de París. Para mi, no es baremo.
La lesión (más oportuna de lo que parece) de Gareth Bale supone para los blancos otra vuelta de timón al sistema escogido por Ancelotti para el encuentro. Convencido de ese 4-4-2 que otorga equilibrio al equipo, la baja del galés ha supuesto posiblemente un alivio para el italiano. Sí, no he perdido el juicio. De todos es sabido el gusto por el balón de este técnico y, teniendo un centro del campo con Kroos, Modric, Isco y James (cada vez más integrado) hay una pieza que sobra en su puzzle. Y no es otra que el ex del Tottenham. Su alineación casi obligada por factores ajenos al rendimiento en el campo, hacen que el italiano no juegue realmente como a él le gusta. Como en Anfield. Como con aquél, “su Milán”.
Ha reconstruido para su causa a Isco. “Su nuevo Seedorf“, decía hace meses. Ahora el andaluz corre, recupera y pelea, lo que, unido a su magia, le hace un jugador fundamental en el once. Por decretazo, diría yo. Así, en la mente de cualquier madridista a día de hoy, se dibuja la alineación con una sonrisa. Pero, para el que suscribe, no todo será “tanto toque” como parece. Uno de los cuatro mencionados y que partieron de inicio ante el Liverpool se dejará ver en el banquillo. ¿Quién y por qué? A las horas en que escribo estas líneas apostaría por Modric. Será Khedira quien se enfunde el peto de titular en el Clásico dándole mayor consistencia al juego de recuperación del Madrid e intentando tapar esa “nueva posición” que ha otorgado Luis Enrique a Messi. Ése será el mayor calentamiento craneal del italiano a la hora de pensar en defender las acometidas del rival y qué mejor pieza en el tablero que el recuperado alemán, dejando el once en un 4-1-3-2 en ataque y su 4-4-2 “con dos líneas juntas” en defensa: Casillas, Carvajal, Ramos y Pepe (tras confirmarlo su entrenador), Marcelo, Khedira, Kroos, Isco, James, Benzema y Cristiano Ronaldo.
¿Y en el bando contrario? ¿Jugará o no Luis Suárez? Si de mi dependiera, la respuesta sería NO. ¡Y dale! Que no he perdido el juicio, no. Alinear de inicio a Neymar, Messi y al uruguayo es lo que cualquier jugador de PlayStation soñaría pero, para un entrenador, puede convertirse más en un problema que en un deseo. Hasta la fecha le ha ido bien con su idea y jugadores al asturiano, ¿Por qué variar en el partido posiblemente más importante de la primera vuelta? ¿Arriesgarte en feudo enemigo con algo que no está rodado? Insisto, no lo haría y veo al técnico culé abrazando esa idea y dejando esa baza para la segunda parte.
También planea la sombra de si jugará o no Busquets. Su forma deja mucho que desear y solo su altura le da ventaja para un hueco en el once. En él se fijan los diarios deportivos para hablar de “llave del once” pero lo que intuyo es que, ese once, no variará mucho de lo visto hasta la fecha por muchas rotaciones y despistes que se empeñen en ofrecernos desde Can Barça. Bravo, Alves, Mascherano, Mathieu, Alba, Busquets, Iniesta, Rakitic, Neymar y Messi parecen fijos, mientras que de Pedro todo el mundo habla ya como “suplente de lujo”. Dos posibilidades veo: con Busquets, Xavi quedaría fuera y Pedro dentro. Sin Busquets, bien el capitán Hernández, bien Rafinha (también recientemente recuperado) tal vez pueblen aún más el centro del campo para contrarrestar el toque que ahora se estila en La Castellana y enredar así la circulación blanca y poder robar el balón más cerca de su referente dentro y fuera del campo.
Con todo, lo que resulta evidente, es que vuelve el partido más apetecible para cualquier aficionado al fútbol (de clubes) pero, el que crea que puede haber un aluvión de goles, debería pensar seriamente la cantidad de euros que decide “pestañear” en las webs de apuestas. ¿Mi pronóstico? 2-1. ¿Mis disparates vertidos? Los 90 minutos serán mis jueces. Disfruten.
@disparatedeJavi