Hacía mucho tiempo que no os rayaba el cerebro hablando de mis sesiones de manta, sofá y película pero, tras ver “Mr. Holmes” y cómo llena la pantalla Sir Ian McKellen con solo una mirada y un silencio de puro estruendo, no me queda otra que recomendar que gastéis una hora y cuarenta minutos en su visionado.
Que esta leyenda británica viva de la interpretación es una de mis debilidades no puedo esconderlo. Habiendo dado vida a dos de mis grandes ídolos del cómic y literatura, e interpretando al mítico personaje de Conan Doyle, completa un hat trick perfecto.
No esperéis al detective en sus famosas andanzas. No deseéis verlo con su gorro de cazador y acompañado de su inseparable médico incrédulo y gruñón. Olvidaos de vuestros recuerdos.
El argumento se centra en un hombre de noventa y tres años recluido en su casa de campo y afrontando una senilidad galopante que no le deja recordar como debiera los pormenores de su último caso que le condujo a su prematura retirada del oficio. Sí, soy consciente de que esta breve sinopsis es más que probable no os atraiga, pero deberíais dar una oportunidad al film de Bill Condon (ya olvidado su trabajo en la jodidamente infame saga de “Crepúsculo”) con cameo y guiño incluido al aparecer Nicholas Rowe.
– He estado solo toda la vida, con la compensación del intelecto.
– ¿Y eso es suficiente?
– Puede ser. Si se consigue encontrar un lugar en el mundo y otra alma con la que mi soledad pueda coexistir.
Sin duda una de esas películas que “me encuentro” y que pasan a la lista de mi pequeña libreta.
Os dejo aquí el tráiler.
(Foto portada: www.hulldailymail.co.uk)
@disparatedeJavi