¿No digáis que no esperáis con algo de “ansia” los lunes por la noche para ver @pesadillacocina? Esta semana tocaba uno de esos programas “esperpento” con gente, vamos a calificarla así, “curiosa”. Al ver las promos no pude evitar pensar en el clásico de 1975. Hoy, en la #gilicrónica, “The Rocky Horror Kitchen Show” en “La Goyesca“.
Madrid. Abierto hace nada más y nada menos que 18 años, antaño fue lugar de encuentro de “artisteo variado” del que queda muy poquito que aún tenga ganas de escuchar “operetas de inodoro” de un camarero de “invocación”, y el que saca su ticket por primera vez, no repite función. Como ya dijo antes Alberto “esto parece el facebook”. Dos bandos se nos presentaban en tan pocos metros cuadrados: de un lado, la facción “cuplé”, formada por la EX bailarina (Yolanda Gaviño, fiel reflejo de aquel personaje interpretado magistralmente por Tim Curry) y su acólito de los coros insufribles (Pascual). Y de otro, la “currante”, por Zoilo (propietario) y Manuela (la cocinera), los desilusionados. Otra vez tenía un filete jodido de roer el Maestro.
Zoilo nos decía ser un militante íntegro del PP, amigo personal de “la Espe”, y jodido por no poder aplicar un “ERE” a la cocinera según su artística cónyuge: “quiere despedirla pero cuesta un dinero“. Pero la verdadera protagonista era, la denominada a partir de ahora, la EX. ¡Ex de todo! “Yo soy un eslabón super importante aquí, la gente viene porque estoy yo“. Ahí quedaba eso. Una relación como en aquel pequeño bar de Boston que tanto nos hizo reir es la que mantenían Zoilo y el “tenor de pacotilla”. Ellas, por contra, estaban pidiendo a gritos una piscina de barro donde resolver sus diferencias (insufribles). Vestiditos ínfimos para “lucir palmito” y un maquillaje ochentero eran su carta de presentación. Lo que nos esperaba era digno de abonar una entrada.
Allí que llegaba Alberto Chicote una semana más y se plantaba ante la entrada de la “Taberna”. A priori, desde fuera, la típica como bien dijo. Eso sí, dejada, dejada, también. Al entrar se destapaba todo lo que ya nuestro cráneo intuía. Hortera y viejuno como ella sola la decoración. El recibimiento al Chef iba a ser grandioso con un Pascual “envalentonao” que se arrancaba con sus primeros GALLOS. “Te quieres callar“? era el grito de bienvenida de Zoilo. El de Carabanchel empezaba ya a flipar. ¿Cuál es el problema? La EX ya nos mostraba sus cartas: “la desidia de los trabajadores”, mientras que Zoilo asumía: “mea culpa, el principal responsable soy yo“. Repletito de artistas multicidisciplinares, Alberto tenía que tragarse un avance del curriculum vitae de la “gilidiva”. Otra vez que se arrancaba Pascual, y le arreaba esta pregunta cuya respuesta ya sabíamos a Chicote: “Qué maldad hay en cantar para que la gente venga? … ¿Lo consigues? … ” ¡¡Zás!! ¿Y vuelven los clientes? Mirando al suelo los dos, la conclusión era evidente: “Esas fotos no tienen pinta de haberse hecho con cámara digital“.
A la terracica que se dirigía Alberto para probar la cocina de este teatrillo de varietés. Y, en la carta, la primera sorpresa: “RiVera del Duero” en un plástico mugriento y grasiento. “Se percibe el desánimo“, decía. Mientras tanto, Pascual a lo suyo, intentando hacerle una demostración de sus dotes al Maestro y sacándole, a pesar de las indicaciones de su jefe, su video book para que le echara un ojo a su trabajo. “Pero yo he venido a verte trabajar aquí“, ¡¡Zás!! Chicote nos daba una de las claves para la taberna: no hace falta que sea alta cocina, es la típica taberna madrileña y con que la comida esté BUENA, triunfas. Pero nada más lejos de la realidad. Unos callos que “no estaban mal” pero sin terminar. Unas albóndigas tiernas pero “sin trabajo“. Las croquetas de sabor “industrial” (con las croquetas de cocido rico que hace mi chica) y un rabo de toro, bien de cocción, pero que tampoco le dijo nada al Chef. La primera crisis de gatunas entraba en pantalla. “Qué pasa que como tú no eres famosa, estás amargada?”, le espetaba la EX a Manuela quien repetía como “Rainman” la principal causa, para ella, de su carente motivación y eficiencia: “Es que me agobian, me agobian todo el rato“. No sé las veces que pudo repetir esto.
“Estuvo algún día esta comida buena? … Sí … HOY NO!“, Chicote y su #fraSentencia. Zoilo argumentaba que la cocinera había perdido hasta el hilo de los menús de los sábados. Mientras que se dirigían a la cocina, Pascual se arrancaba de nuevo ante la desesperación de Zoilo. ¡¡Menudo personaje el amigo Pascual!! Momento Inspección: en una cocina de ínfimas dimensiones Chicote encuentra varios síntomas de la dejadez de la cocinera y de sus jefes: “Esto es alioli? No, ERA alioli?” a lo que Manuelita le contesta sin pudor ni rubor que lo hizo hace varios días, nueve para ser exactos. ¡¡Qué asco!! El color (porque aún no percibimos los olores a través de nuestras pantallas) que tenían los filetes de brontosaurio fue casi idéntico al que se apoderó de la cara de Zoilo al recibir la pregunta inquisitiva del Maestro: “Ya no te pregunto si lo serviría, sino si te lo comerías!!” ¡Ascazo! Y la freidora, pues todo un clásico de la gelatina grasienta. Al preguntar Chicote, empezaron nuevamente los gritos y el “abandonen el barco”: “Yolanda solo luce palmito y le mola meterme caña“, decía la cocinera triste, mientras que la EX en “la sombra”, le recordaba “que estoy aquí, eh?” La cara de Alberto, un poema. Por cierto, ¡¡Qué puta manía de echarle perejil al alioli!! Mañana si queréis os cuelgo la receta del “ajo Hobbit”. Entonces, la cámara enfocaba al engorde interior de la EX al terminar el “puro” del Chef a la asquerosidad que había montada en la cocina. “Tienes cara de satisfacción“, le dijo. No era para menos. Ella creía que TODO era responsabilidad de Manuela, pero no, chata, no: “También os lo digo a vosotros que debéis vigilar esto“. ¡¡Zás!! Zoilo admitía nuevamente estar pensando en tirar la toalla porque ahí, lo único que quedaba, era “un Museo … el de Yolanda Gaviño“, puntillita de su rival.
El SERVICIO comenzaba, y con ello, el show. Espectáculo de cabaret degradado al que asistíamos. “Zoilo está calentito no?“, le preguntaba Alberto a Manuela. ¡¡Y tanto!! Calentito a quintos. Llegaba a la barra a pedir una comanda de bebidas y era incapaz de acordarse: “Un Rioja … y unos cojones en vinagre!” Mientras, su querida esposa, paseando su micro vestido por la sala. Manuela montando una ensaladilla rusa que ni en los gulags se comerían. Pascual intentando hacer su agosto ante las cámaras y enseñando su puñetero CD. Zoilo a su rollo, berreando y balbuceando: “la madre que te parió!!” Y un momentazo!! Se emplataba un trozo de carne de tamaño muy distinto al del resto y Zoilo daba la solución: “aplástalo con la piedra!!” La cara de Alberto, digna. La nuestra, también. Hilo musical de “2001, Odisea en el espacio”. Pero faltaban los inquilinos más ilustres de “La Goyesca”, Cliffy y Norm hacían su aparición y nos reafirmaban que el negocio se iba a pique. Eso sí, bien sentaditos en su reservado de barra.
Al otro lado, en una muestra de espadachín beodo, Zoilo cogía el cuchillo jamonero y nos ponía a todos el corazón en un brete (sobre todo al Maestro) al mostrarnos sus dotes. Se ofrecía Alberto a darle al jamón pero no. Zoilo decía que no. ¿Cómo acabó la cosa? jajajajaja con una tirita en el dedo gordo. El servicio fue uno de los más desastrosos que hemos visto esta temporada. “Los pimientos no están buenos, ni lo sé“, decía Manuela en otra demostración de desidia. El dueño entraba en modo pánico y salía corriendo mientras gritaba “Estoy desesperaoooo”. Un intercambio de espadazos (música de Conan fue lo que escuché?) entre las dos féminas era un buen broche para el espectáculo dantesco que habíamos presenciado. Chicote, en primera fila, “un privilegiado”. Zoilo se sinceraba con una frase que se grabó a sangre y fuego en nuestros cerebros anoche: “He tenido que meterme la lengua en el culo … he sentido vergüenza ajena de mi mismo” … (pausa) … ¡¡Y nosotros, Zoilo, y nosotros!! Alberto les soltaba la reprimenda (por no empezar a repartir otra cosa) y echaba un cable a Manuela en su tesis del “agobio y mareo”.
Para el siguiente servicio, el Chef nos enseñaba a hacer un arroz caldoso con carabineros (qué rico pijo!): “ante vosotros, su Majestad, el arroz con carabineros”. Sin ILUSIÓN, a ningún sitio. Motivada la cocinera, sacaba a los dueños a la calle para que fueran conscientes del entorno y localización: “lo tenéis todo: público, zona, local, terraza …” ¡¡Y un buen show también!! Al volver a entrar para prepararse, ahí teníamos a Pascual con un peinado grasiento como la freidora y un gilifrac con chistera. La cara del Maestro, otro recital. “Irrisorio“, era su calificativo. Y se quedó corto. Pero ojo, si creíamos que la tempestad iba a amainar, nada más lejos de la realidad. Estallaban crisis una detrás de otra: 1º.- El cubo de la basura repleto y ni deu queriendo sacarla fuera. Llegaban de nuevo Cliffy y Norm. Y Chicote tenía que pararle definitivamente las cuerdas bucales a Pascual y su puta chistera 2ª.- Crisis de las albóndigas, yendo y viniendo, sin guarnición que, a su ves, desaparecía. 3ª.- El arroz. Una ración con un aspecto rico acababa en los desechos solo porque el lío en la comanda iba en aumento. “Estoy en la fila 0 del Teatro Real“, decía Alberto hasta que estallaba ante Sam (Zoilo) y Woody (Pascual): “Os queréis callar de una puta vez?” (qué a gusto se queda uno, eh?). Y 4ª.- La crisis de la carne dura como un callo de búfalo: “No perdono nada coño!!“, estallaba nuevamente el militante del PP. Los clientes, flipando con el espectáculo. Un puto y auténtico DESASTRE. Terminada la retransmisión de la “Royal Rumble“, Zoilo, a golpe de cucharilla en la barra decía “Aquí mando yo!!” y Chicote le premiaba por ser la primera vez que hablaba con coherencia. CO-HE-REN-CIA: “un servicio, para tirarlo al servicio“.
¿Y qué mejor escenario para reunir a toda la “troupe” que el Teatro Alcázar de Madrid? Allí Zoilo cogía, ante el escote bien elegido de su musa(ka) el timón de la nave de los locos. Pidió OBEDIENCIA y a su cónyuge: “y tú te callas y obedeces aunque seas mi mujer“. Desde mi sofá también expresé a voces un deseo: ¡¡Que se tape el escote ya!! Así, mientras Alberto les explicaba “que no quiero que os queráis, pero sed profesionales al trabajar“, el equipo del programa se ponía manos a la obra con la REFORMA. ¡¡Y qué reforma esta semana!! Menudo lavado de jeta. Quedó cojonudo, limpito y la cocina repleta de cacharros para que Manuela hiciera las delicias de los futuros comensales. El cartel a “lo firma de Goya“. Muy chulo, sí señor. Un burladero al entrar para que Zoilo pudiera dejar sus quinticos. Momento “España cañí”: Zoilo cogía el capote … (silencio) …
“Que mires a la puerta y quieras entrar“, resaltaba el Chef. ¡¡Qué gran verdad!! Aplicable para todo hijo de útero. La nueva carta iba a consistir en trabajar sobre productos enlatados. Mención especial a la fabada de @Casa_Gerardo y al momento @chefaporter. Entraba Zoilo a motivar con un “Vas a ver a un maestro torear“. ¡Y cómo no! Allí que hacían de nuevo su entrada la pareja de Boston con la música de Cheers. Pero no todo iba a ser de color de la ropa interior de Yolanda. No. Manuela se hacía un tremendo lío en la cocina y la comanda empezaba de nuevo a zozobrar hasta que Alberto decidió meter mano en el asunto cuando Zoilo y su pareja “modelista” se enzarzaban de nuevo a “grito pelao”. Chicote metía en la cocina a Pascual y éste, nos sorprendía a todos MUY GRATAMENTE. Se puso el mono de curro sin rechistar y a todo lo que le decía el Chef atendía y ejecutaba. Manuela, contentísima de tener un ayudante de cocina. “Pascual se ha convertido en el ejemplo del negocio”. Sí, totalmente cierto. Todo terminaba con una felicitación a María comunicada personalmente por su enemiga y hasta hacía su aparición un ilustre: Pepe Ruiz que decía haber comido de lujo. A ver lo que dura. Alberto se despedía de esta “crazy crew” ensalzando la labor de Pascual y recordándoles que “trabajando en equipo se llega lejos“. La despedida musical, muy apropiada: “Get Lucky” de Daft Punk. Desde luego, la van a necesitar.
Personalmente, una vez más, no puedo ser optimista respecto al futuro de este Teatro Ambulante. Si Zoilo tiene los quintos a mano, volverá a balbucear sin sentido mientras esgrime el cuchillo jamonero. A Pascual, no lo veo de fijo en la cocina sin poder calzarse su chistera y vender su “cd-book”. Por tanto, Manuela volverá a alcanzar un nivel de agobio extremo y Yolanda, volverá a subirse a los tablones para demostrarse que los años, en su espejo de cómoda, no se reflejan. Tal me equivoque. Es posible. Pero el pensamiento, es ése. ¡¡Mucha suerte!!
Highlights:
– “Qué maldad ves tú en cantar un poco para atraer a los clientes?” … “Y lo consigues?” … ¡ZÁS!
– “La gente viene porque estoy yo”, “soy el eslabón”, “yo? aquí? Yo mando”, “Se cree que es la niña bonita, y soy yo” … y un cúmulo de estupideces de Ex.
– “Te quieres callar“, TT en el programa.
– La de la noche: “he sentido vergüenza ajena de mi mismo” o “Un Rioja y unos cojones en vinagre“, junto al momento jamonero de Zoilo, grandiosos!
– La charla de Alberto Chicote al tenorcito de las pelotas que me es imposible reproducir porque os invito a que la veáis. La cara del Maestro cuando le coloca la chistera bajo la presentación ante Cliff y Norm de “eminencia de la cuisine” fue de antología! “Estás poniendo mi pacieeenciaaaa...” “Tú ya venías loco de casa” jajajajaja
– “No te he visto aportar nada, solo quejas, solo restas“, ¡¡Zás!! Chicote a la Ex.
– “No tienes un problema, tienes dos y tienen patitas“, mientras Zoilo iba y venía cocidito. “Presiento que me voy a agobiar que viene mucha gente…” Lo que yo te diga -…
– Momento en que Pascual le enseña los desnudos de su jefa en las revistas a Chicote … Para mi, lo mejorcito! jajajaja
– “Que son latas, coño!!“, desesperado ante la ineficacia de Manuela, Chicote estallaba. Con esta frase, creo que podemos dar por cerrada la #gilicrónica de hoy. Si con esto, no marcha, que vayan pensando en montar la obra que todos los días representan en “Taberna La Grotesca“.
¡Gracias a tod@s una semana más! Hasta el lunes, aún queda siete días! “)
@disparatedeJavi
Como siempre un placer leerte. Y yo también opino que la Goyesca no tiene futuro. Me da pena porque el equipo de decoración hizo un gran trabajo. Pero es que falta un puñado de humildad en la Goyesca y un chorrito de cordura.Y sobra el teatro.
Es difícil para la gente que ha tenido una vida “medianamente de triunfo” envejecer y darte cuenta de que tu realidad, pasó … Y si la persona que tienes a tu lado, tampoco tiene el valor suficiente de hacértelo ver … chungo! Todo se proyecta, y si ese restaurante ahora es su vida … duro, duro de levantar … aguantando a Pascual! “)
Ayer muy entretenido, como siempre. Un pero para el maestro. Esa fabada lamentable que incluyó en el menú. Y encima de lata. Sin gracia, sin salero y sin lacón. La salsa como agua. Solo faltaba morcilla de arroz. Desde qeu vi a Arguiñano meter cebolla en la fabada (error de primero de fabadería) ya comprendí que lo que decía Paco Ignacio Taibo es verdad. Hay platos inamovibles porque en cuanto salen de la región donde se crean, solo van a peor y ya no pueden considerarse el plato originario. Y es que para los exiliados duele. Si algo echo de menos de mi tierra es el comer. Paro porque me entra la depre.
Un saludo.
jejejeje, con la fabada te tocaron la línea de flotación! “)
Pues esa fabada de Casa Gerardo parece ser que está bien rica, de hecho, Asturiana. Pero vaya! imagino que el recuerdo que tendrás en tu paladar será bien distinto a lo que viste con tus ojos … Lógico!
Y sí, Alberto de nuevo se salió … solo por paciencia! porque si a mi me pone el amigo Pascual la chistera, ya sabéis dónde acaban los dos! jajajaja
Que digo yo…. que ante dos personajes tan parecidos como Yolanda y “El Levo de chafar filetes” (al parecer los dos tuvieron su importancia en el pasado, pero sus dias de gloria acabaron) Chicote podria haber escogido bien a cual de los dos tirar a la basura……
… injusticia!!
jajajaja!!! Lo que es una injusticia es que Pascual no tenga su oportunidad en “Tú sí que vales” ante el puto Risto! jajajaja
Si te enterases de tal evento, házmelo saber a la puta carrera!! jejeje