Y para finalizar el temporadón, otra entrega “Remember“. #chicotevuelve ponía frente a sus peores pesadillas a Alberto Chicote. Los archienemigos más duros a los que ha tenido que enfrentarse a lo largo de las tres temporadas. Calzada la licra amarilla, el Chef se despide de la parrilla hasta …. ¿Top Chef?
La primera parada la hacíamos en “La Barrica“, aquel local regentado por tres amigos/familia y secuestrados en su propio hogar por Cristina “Wilkes”. Misery a la máxima potencia la que comprobamos entonces. En Alcalá de Henares, y con la banda sonora de “Up” (muy acorde, con cariño, ilusión y esfuerzo, se llega al cielo) desembarcaba Chicote para ver cómo había evolucionado la susodicha. Las imágenes de su visita contemplando cómo rompía platos cual desequilibrada extrema me hacían volver a avergonzarme y apenarme por sus tres empleadores y, a la postre, cuidadores. La primera señal buena fue que, al llegar, ya había mesas a las que atender.
Los tres hombres se veían ilusionados por la vuelta del Chef y decían pelar entre 40/60kg de patatas diarias para la receta que Alberto les dejó: “Las bravas“, de las cuales, doy fe ciega. Las he preparado un par de veces y han sido todo un éxito. Os lo recomiendo. Y aparecía Cristina de igual modo que en su estreno: abrazando “osamente” a su ídolo y casi dejándolo en la mitad: “suficiente, suficiente“, exhalaba Chicote. El restaurante parecía ir viento en popa: de “3 que había antes y sobrabáis 2” (“bueno, sobrábamos los 3“, decía otro), ahora había apoyo en cocina, barra y sala. Lo cual, es síntoma inequívoco de que la cosa marcha.
Para catar las cosicas que Cristina había ido aprendiendo (entre otras cosas por el Libro que le regaló el Maestro, el cual, también recomiendo para quedar como “deu” ante tu gente), le sacaron a Alberto una tempura (receta también absorbida por Cristina) de bacalao que sorprendió muy gratamente a su paladar: “Está muy rico, jugoso“. Todo parecía ir genial entre ellos y eso, se veía en sus caras (la de Fernando, sobre todo, qué cambio en su luz facial!!!). Ella nos decía que se veía “agobiada” por el famoseo y que hasta tuvo que ir al trabajo con capucha para que no la pararan por la calle. Jajajajaja, ayer, he admitirlo, borró de un plumazo el recuerdo que tenía de ella. Que siga manteniendo a raya la furia del este. “Sigue habiendo tensión en el servicio de vez en cuando, pero se calma con el sonido del “clink, clink” de la caja“, otra sinopsis perfecta.
La pregunta que ayer formuló Alberto en todas sus visitas a los cráneos conflictivos fue: “¿Cómo te has visto en el programa?” (nos plasmaban las escenas de tocamientos a lo Jacko con la banda sonora de Bram Stoker), y ella, avergonzada, lo admitía. Pero ahora, se la veía FELIZ DE VIVIR y se lanzaba nuevamente a probar suerte con el Chef: “¿Tienes novia? Pues qué pena, porque sigues teniendo el culito muy bonito” jajajajajaja, qué piba! Pero lo más grande es ver la actitud de AGRADECIMIENTO y de cómo queriendo, se puede APRENDER y tirar “pá lante”.
“Nososotros hos hemos quedado algo suyo“, decía Cristina para terminar con un “Chicote me pone mucho, pero mucho” jajajajajaja. Y, tras calzar la pegatina del programa dando el VºBº, una gran despedida la de Carlos: “Alberto ha sido una OPORTUNIDAD … un amiguete“. Me alegro mucho, pero mucho, que estos tres hombres y su díscola acompañante de viaje hayan enfocado su energía para seguir echando leña a la caldera y que el ruido de la maquinaria no pare. Esto decía en mi #gilicrónica: “Como siempre digo, espero equivocarme, pero me gustaría saber si estos hombres han podido resistir y están abiertos hoy día“. Lo dicho, gente sanota siempre merece una segunda oportunidad.
Pero el buen rollete que nos había dejado Cristina, se iba a esfumar de un “cocazo” al regresar al “Anou“. Una de las #gilicrónicas más comentadas. Santa Teresita de la “Intuiçió” tenía pinta entonces de pasarse por el forro harinoso las enseñanzas del equipo. Entonces, Alberto se despedía con un “Mañana, vuelve a hacer lo mismo“. No se equivocaba. Con un saludo digno de dos estalactitas, Javier y Teresa recibían al Chef. Y empezaba el show de la gilimentira. La carta que se curró el programa, ni la utilizaban a pesar de entregársela a Alberto para, claro, luego decirle que no había de todo. ¿El por qué? Tenían su propia carta de cocas. Dichosas cocas. ¡Ah! y habían introducido nuevamente sus arroces, eliminando la coca de morcilla que en su momento el de Carabanchel le preparó: “Hay algunos de tus platos, pero otros han evolucionado“, decía con total desfachatez, para incidir en que, en la morcilla, “seguía sin ver el plato valenciano“. Para esta cerril mujer, lo que Chicote les había enseñado “No era un trabajo terminado, faltaba mi parte … toda la gente que me buscaba antes por ser lo que soy … no soy una actriz, no puedo cambiar …. y creo haber encontrado la “Coca Perfecta“, nuevo concepto, para admitir que, tras la emisión del programa, “les había ido muy mal” (no me extraña con esa actitud).
Las caras que tendríamos todos en el sofá debían ser “poemas”. Pero poemas en forma de oda a la estúpida soberbia (como “Mestalla de grande”, desde luego). A su chico se le vio exactamente igual: subyugado por la dictadura de la coca. “Se ha quedado cuatro platos“, decía el Chef”. Aparecía Teresa, la madre, que, como aquel entonces, seguía apartada del negocio y ni pinchaba ni cortaba. Finalmente, Alberto estallaba y le espetaba a Teresita con tanta mentira y falsedad: “muy listo no soy, pero gilipollas no coño“, “tonto del todo, no soy“. Javier, como antaño, la excusaba inútil y patéticamente.
Pero lo mejor venía tras la pregunta estándar de anoche: “¿Cómo te viste?” …. ¡Ojo a la respuesta! “Pues vi cosas mías que me encantan” …. silencio de reflexión … ¿Pero en qué realidad paralela vive esta chica? COHERENCIA fue lo que le recalcó nuevamente el Chef. Coherencia a la hora de seguir un camino, porque “ser diferente, es muy fácil“. “Yo creo que lo he hecho muy bien“, insistía en su despedida. Pues Teresa, “que te vaya bonito” y, por supuesto, que vaya bien. Eso sí, háztelo mirar chica, porque … tu coca perfecta, la “Titaina” que cuesta 7.5 €, hasta tuviste que admitir que, de buena, poco. Hay gente que nunca está dispuesta a ESCUCHAR. Os quedáis sin pegatina.
Tras este pequeño bajón de ver a gente tan DESAGRADECIDA, cogíamos el De Lorean para regresar a la primera temporada. Al “Bodegón” de Abraham, “el puto amo“. “Si ves mi mano la vas a ver muy cerca“, llegó a decir entonces Alberto preso de la tensión que los berreos de “papá Gritufo“. Pero, nada más lejos de aquella realidad. El recibimiento, un abrazo, qué menos, no como los anteriores. Y un buen peluquín! jajajajaja “es lo que hace el dinero“, decía. El primer impacto fue de buen rollismo y, sobre todo, espectacular ya que tenía el salón PETADO (“Apache”, The SugarHill Gang). Eso sí, no pudo faltar recordarle que alguna pared que otra seguía estando como su muro de Facebook, siempre al ritmo de Julito, “Hey”. Silvia, su mujer, también aparecía rauda a darle un buen abrazo de Alberto. Esos abrazos, alimentan.
¡La plantilla se había duplicado! Como le dijo el Chef, “eso, en estos tiempos tío …“. “¿Qué viste en televisión?” … Un rostro también avergonzado dio paso a la autocrítica (como debe ser) y al agradecimiento: “Me cambiaste la vida … para bien“. Ella lo reafirmaba y en su expresión, no veíamos a aquella mujer hundida y sumisa. No. Ahora veíamos a una pareja dispuesta a seguir peleando juntos. ¿Y qué mejor que hacer la cata sobre el rabo de toro que les enseñó a despiezar? De pinta estaba … espectacular. Es así. Y de sabor, Alberto lo dejó claro: “está muy bueno” (y repitió incisiones al plato). “Unos 120 kg de rabo de toro fresco” que despachaban. “Ahí es ná”. Un pedazo de abrazo de sinceridad y un “hasta pronto AMIGO“, despedían al Chef tras, por supuesto, colocarles la pegatina.
Me alegro muchísimo por esta pareja. En su día, ya lo dije. A pesar de ser una persona absolutamente insoportable y un infierno, fue, en aquel entonces, de los pocos que mostró RESPETO y supo escuchar y acatar a Alberto. Nunca le faltó al respeto (a él, quiero decir) y, ayer, comprobamos cómo no nos equivocamos. ¡Gran evolución! Y, evolucionar, es sobrevivir.
Redoble de tambores … llegaba el gran duelo de la noche. Alberto “Lobezno” Chicote volvía a enfrentarse a su mayor enemigo. Al más duro. Antonio “El Hulk del Rocío” iba a cargar con toda la fuerza de una Virgen sin dudarlo ni un momento. A su llega a “La Concha”, eran los mismos carteles a cascoporro que en su día se quitaron, los que recibían al Chef. Todo exactamente igual ANTES DE. Mal presagio. Los padres daban la bienvenida a Chicote sabedores de que los rayos gamma vírgenes iban a arderle a Antonio en su cerebro al ver el rostro del Chef. “La gente viene a ver a la Virgen … y a mi … Soy más famoso que tú“, era las primeras declaraciones del amigo del desequilibrio.
A partir de ese momento todo iba a ser un auténtico despropósito para todos. “CON MI CARTA, porque lo que tú me dejaste no era acorde a esta tierra” … “¿La carta de Chicote? le firmaba un autógrafo y se la regalaba al que me la pedía” … qué lástima … Había despedido a todo el personal y al que no, “se fue solo”. De ideas firmes el animalico, ¿eh? Decía que los platos eran una porquería porque se “rompían solos” … claro, claro, y el programa nos recordaba sus momentos de RADIACIÓN CEREBRAL: “que me dejéis viviiiiiiiiiií” o su archifamoso: “que me mueraaaaa si este arroz está malooooooo” Jajajajajaja, Lo … Co! Los dispositivos electrónicos para las comandas, los tenía guardados bajo la barra y decía iba a venderlos en “el charco de la pava” (mercadillo de segunda mano, traducción).
“Ah, pero sigues fumando?” … “Anda, pues claro, fuma toooooooodio dió … y ha venido el ministro de sanidad a fecilitarme“, total, la “Virgen me dice en el balcón todos los días que sea como soy” y, su mamita, de nuevo sacaba a pasear su amor incondicional (y ciego) por su “chico radioactivo”: “debes comprender que a una persona de 42 años, no se la cambia” … Pues nada, señora, para Vds solitos ese EJEMPLAR. A su marido, lo había metido en la barra para, imagino, no discutir con él más y tenerlo calladito y así, al llegar a casa y tras hablar con su virgencita, jugar a las romerías. “Nos va bien, y es POR MI, no por él (Chicote)”, decía el amigo.
Se acercaba el momento LLUVIA GAMMA. A Alberto le presentaban unas croquetas que, a simple vista, ya estaban más secas que “el ojo de un tuerto”, como efectivamente así fue. Entonces, Hulk estalló en todo su esplendor verde: “Tó malo, tó malo … embusterooooo!“. Su madre, intentaba tranquilizarlo y decirle que no a todo el mundo puede gustarle lo mismo, y el Chef le recordaba lo imposible que es poder hablar/dialogar con semejante actitud. “Porque mi madre te ve y se cae abaaaaajo” (todo ello con su gesticulación rompe articulaciones) … “venga, lárgate!!!“.
Terminaba por echar al programa de allí y Chicote, todo un señor, se le acercaba igualmente a desearle suerte y se despedía con un “nos vemos“, a lo que, cómo no, Antoñito, tenía que poner la última GROSERA palabra: “no,no … tú y yo es la última vez que nos vemos. Si nos vemos será porque nos encontramos por la calle, pero aquí, en El Rocío, no más“. Por supuesto, Alberto salía por pies de allí y lo dejaba claro sin pegatina que valiera: “dando voces y brincos sirve de poco … ha sido peor que el primer día“. Que tu Virgen te ilumine “espabilao” …
Pero no nos íbamos a quedar con este estúpido sabor de boca. Volvíamos al “Sagar”, a por mi comida favorita. Y, para ello, Alberto llamaba nuevamente a Nadeem (Tandoori Station, un templo hindú!!!). Esperábamos ver cómo aquellos dos malignos de película (Mola Ram y Jig Saw) habían soportado todos los cambios que el programa introdujo. El recibimiento fue de los que dan gusto: abrazos, sonrisas y mucho agradecimiento y admiración en las miradas de esta familia. Otros que supieron aprovechar, aprender y agradecer. Lo dije anoche y lo repito ahora: ¡¡Qué buen rollito me dieron!!
Convertido en uno de los mejores restaurantes hindúes de Madrid, Alberto echa un vistazo a las excelentes críticas que recibe en internet. Si no recuerdo mal, ésta, fue una de las mejores REFORMAS de la primera temporada. Una nueva carta diseñada con lo que aprendieron junto a las nuevas especialidades del nuevo Chef, me hicieron salivar al ver el tikka masala que les sirvieron junto a un … no sé si era Korma o Jalfrezzi (o ninguno! jejejeje). Nadeem daba el visto bueno (de sobra) a la nueva cocina y se marchaba dejando a la familia con Alberto.
Desde luego, para mi, fue un modo de terminar el programa genial. Siempre me repito, pero así seguiré: ver a gente dispuesta a escuchar, aprender, empaparse, luchar y ser agradecida, me pone. No tanto como el trasero del Maestro, pero me pone. Es así. La despedida de Jay y Kumar lo resume todo de este lugar al que poco más se puede añadir excepto las ganas de visitarlo: “Se lo debo todo a él, es un ángel … TE QUIERO“. Pero no terminaría ahí la muestra infinita de gratitud de esta buena gente. Alberto se marchaba con el corazón “tocao” y un amuleto que seguro le dará suerte para su www.yakitoro.com Pegatina de “notable alto” para ellos y mi enhorabuena. Se lo merecen.
“Escuchando los consejos, trabajando y poniendo mucho empeño, se puede“, Alberto Chicote.
No se sabe aún si ésta será la última #gilicrónica o no de la temporada. De un modo u otro, como siempre, gracias a tod@s los que torturáis el marcador de visitas todas las semanas. Cada vez, va a más. Esta vez, la banda sonora es incompleta por problemas … técnicos, vamos a decir. Jejejeje ….
Hoy, solo cinco Highlights, uno por cada restaurante al que volvía el Maestro:
– Momento filtreo vampírico de Cristina con Alberto … digno, muy digno de lo que veáis … OTRA VEZ. Culito power.
– “He visto cosas de mi en la televisión que me encantan” … resumen de Teresita de la Santa Intuiçió. ¿Para qué más?
– Los rostros de Abraham y su esposa. Menudo cambio.
– “Antes muerta que cin cilla … ay, que cin cilla, que cin cilla“, del Hulk Rociero …
– La ACTITUD (en todos sus matices) de la familia Sagar …
Nos vemos el próximo lunes … y, si no, ya sabéis que hay un programita que se está grabando y que también tiene sus #gilicrónicas.
@disparatedeJavi
facebook.com/eldisparatedejavi
No olvidéis “El Escondío”