Y esa palabra, tan temida en los vestuarios, ha llegado (para quedarse unos cuantos días más) al de Concha Espina: CRISIS. El batacazo supino en Girona más que bien maridado por el de anoche en Champions ha sido el martillazo definitivo al bienestar madridista de estos últimos dos años. ¿Cansancio, falta de hambre, Zidane …? ¿Qué ha pasado en mes y medio para que el Real Madrid haya pasado de JUGAR a ni saltar al campo? Aquí, mi #disparate.
Opinar en estos casos siempre conlleva el lastre de no saber realmente qué pasa dentro de ese vestuario pero sí hay hechos más que evidentes que no necesitan una reflexión profunda. Muchos nombres están desfilando por los diarios deportivos como los culpables del bajón blanco. Comencemos la hostia por la base: la defensa. Que Carvajal resulta fundamental en este equipo ya ha quedado demostrado. El lateral derecho defiende y, mucho más importante en este Real Madrid, ataca de lujo. El toque de pelota que tiene su sustituto (Achraf) nada tiene que ver. Mucha voluntad, velocidad y esfuerzo pero el último toque es diferencial y, de momento, el chaval no lo tiene. Es un buen parche pero no es una opción. El eje central de la defensa es otro de los artífices del boquete blanco: ni Varane ni Ramos han comenzado cerca de su nivel real. El primero, atormentado por gili lesiones continuas, se le ve sobre el piso como un debutante y no alguien que ya está consagrado como central de los gallos vecinos. El segundo, en su línea irregular (del camero ya he dicho muchas veces lo que pienso). ¿Y el lateral izquierdo? Se fichó a Theo para dar aire a Marcelo y se le deja respirar más bien poco, mal y fuera de su sitio. El, hasta antes de su lesión y vuelta a los terrenos de juego, mejor lateral izquierdo del mundo ha vuelto como un mulo cojo, torpe y fallón. Absolutamente incomprensible. Conclusión número uno: el Real Madrid no tiene sus bandas y hace aguas por el centro. Defensa enferma.
Pero a ese padecimiento contribuye (y mucho) el patético nivel que está ofreciendo hasta hace bien poco “el mejor medio campo del mundo” (por nombres, sigue siéndolo, por juego, de risa). Modric y Kroos son dos viejos fantasmas que pululan sobre el césped sin rumbo. Se les ve sin ritmo, claridad, ideas, frescura, sonrisa. El primero que paga el pato de su falta de forma es Casemiro. Algunos pretenden que el brasileño haga el trabajo de estos dos cerrando sus espacios y recuperando sus balones. Tal vez ahora al fútbol se juegue mejor con 7 que con 11 y yo no me he enterado. Tal vez sea central y tampoco conocía ese dato. Por un momento, pongámonos en la piel del 14 madridista: miro a la derecha, veo a Kroos empanado y al trote cochinero. Miro a la izquierda y Luka, igual. Pero si miro un poquito más atrás en ese mismo costado, veo a Marcelo sin velocidad y fallando sin cesar. Está bien, Ramos me cubrirá la espalda … que si quieres arroz. Siempre nos quedará Carvajal con sus subidas y así, el balón, se aleja de nuestra portería. ¡Ah, no! ¡Que tampoco está! Disculpen si cuando oigo el nombre de Casemiro en la lista de “culpables” me de por reir. Solo él e Isco parecen querer seguir jugando. Conclusión número dos: parásitos en medio campo.
¿Y la falta de gol de los delanteros? Que Cristiano Ronaldo y Benzema estén más fallones de la cuenta últimamente es un hecho estúpido de discutir. Pero también lo es dudar de ellos. Si un equipo no crea juego fluido moviendo el balón rápido es imposible para un delantero estar concentrado y metido en un partido. Buscar espacios, aún más difícil. Casi imposible. Se lo pregunten a Luis Suárez. ¿Alguien puede dudar de que estos 3 nombres son sinónimo de peligro y gol? No, ¿verdad? Pues tal vez sea que los delanteros son los primeros que pagan las deficiencias de juego de su equipo. En cuanto vuelva la fluidez y rapidez, volverán los chicharros. No lo duden. Conclusión número tres: más que delantera, puestos avanzados y olvidados.
Pero si del once queda claro que solo salvamos a Isco (y, en mi caso, Casemiro), ¿qué podemos decir del banquillo? ¿Realmente están Lucas o Asensio al nivel que lucían hace unas semanas? ¿O el caso de ambos es más por moral corroída que por pesadez de gemelos? ¿Por qué no confía Zidane en Ceballos para el rapapolvos a Modric o Kroos? ¿No se fichó a Pintus para que la forma física de los blancos fuera de espartanos? Ahora todos los focos se posan en su reluciente calva cuando la temporada anterior se le adoraba. De hecho se afirma que muchos de los integrantes de la plantilla han contratado entrenadores particulares que los mantengan en forma. No sé, pero esto sí sería de auténtico #disparate. Lo cierto y verdad es que al equipo se le ve sin rapidez, sin chispa, sin fuerza, blando y, por lo que no paso, es pensar que le ha llegado la hora de “la cama” a Zidane. Aunque, eso sí, es el momento de que de un “Materazzi” y pare esta sangría, sea quien sea el (los) responsable(s) de la caraja monumental que llevamos contemplando hace 4 semanas. Dos meses me parecen demasiados. Eso, se lo dejo a los diarios. Conclusión número cuatro: desconfianza sentada.
¿Olvidamos la planificación deportiva? Es otro de los ingredientes. Cristiano anoche reafirmó lo que todos pensamos: Morata, James y Pepe son tres grandes jugadores cuya marcha ha debilitado al equipo. Tampoco se podía hacer mucho al respecto, si uno se quiere ir, se va. Y soy de los que sigue sin echar de menos a los dos últimos. Bueno, tal vez a Pepe, sí. Pero ¿por qué se confiaba antes en Mayoral que en Marianilsteroy? Se lo pregunten al francés, por favor. ¿Qué le pasa a Vallejo para haber jugado solo la pachanga de Copa? Paso palabra. O tal vez las rotaciones hayan conseguido un efecto contrario al perseguido. Tal vez.
¡Y ojo! Que me da que este desastre aún no ha llegado al culmen. Disfruten culés. Hay crisis, de juego y resultados, conclusión número cinco.
@disparatedeJavi
(Foto portada: antena3.com)