Mucho se ha hablado, se habla y se hablará de qué cambios o retoques, compras o ventas, cesiones y vueltas han de concretarse para que el Real Madrid vuelva a ser competitivo o, más bien, lo que dejó de ser por muchos títulos que hayan caído por el camino, es decir, UN EQUIPO.
Poco margen de mejora en cuanto a calidad y nombre tiene esta plantilla. Tal vez un “9” reserva de segundo nivel en sustitución del mexicano efímero, pensarán algunos. Si lo que se publica en distintos panfletos que, esta vez, no suena a descabellado por el simple hecho del paso del tiempo y cifras en el pasaporte de Cristiano Ronaldo, el portugués tiene todas las papeletas para acabar jugando de DC y dejar la banda para otros con menos kilómetros en los gemelos y arrugas que retocar con cremas. Por tanto, descartaría la vuelta de Álvaro Morata y apostaría al incremento deseado de minutos para Jesé en competencia con Benzema.
También se ha hablado mucho de la vuelta de Casemiro tras su exitosa cesión al Oporto. Inciso hago aquí al preguntarme en mi estrecha y, seguramente, inútil mente para las finanzas cómo se puede ceder a un jugador de tu propiedad y al año siguiente tener que abonar religiosamente 7,5 millones de euros para que vuelva a colgar sus calzoncillos en la taquilla blanca. Está claro que Florentino debe ver cosas que el resto de mortales ni imaginamos. El brasileño ofrecerá algo que se echó en falta y mucho a lo largo de esta temporada: fuerza, fuelle, contundencia, posibilidad de rotaciones de confianza y no remiendos de urgencia, todo ello aderezado con un toque de balón en corto y desplazamiento en largo que hacen de él un jugador más que utilizable. Mi enamoramiento viene de lejos. No se puede tener más peloteros en esta franja de piso. De Illaramendi que hable otro.
En defensa se ha firmado a Danilo. Otro de esos fichajes que suenan más a “te lo quito” del máximo mandatario madrileño. Carvajal ha demostrado tener nivel más que suficiente para ocupar esa demarcación en el equipo de su vida. Veremos cómo se las apaña Benítez para no frenar la progresión de ninguno de los dos. Pero si en el lateral derecho parece haber overbooking de talento, en el izquierdo se mantiene la duda de la marcha de Coentrao (una vez pasado el tonteo con Gayà) pero no descartaría verlo salir y que fuera Arbeloa quien ocupara ese puesto recordando viejos tiempos con su trainer en casos de emergencia o descanso de Marcelo. Los centrales parecen ser inamovibles aunque yo tendría una conversación larga y tendida con el de Camas.
¿Y la portería? ¿Qué decir de Iker, De Gea y Keylor? Me reafirmo: el capitán debe quedarse y asumir su nuevo rol si, como parece, el todavía “diablo rojo” aterriza en el Bernabéu. Tener gente veterana en la plantilla siempre suma si se tiene la actitud necesaria. Pregúntenle a Luis Enrique por el rol desempeñado por Xavi este año. Convencidísimo me hallo de que no fue “Anoeta el inicio del cambio“, ni la pelea de niñas del asturiano con Messi en el entreno sino la “mano” del capitán. Keylor debería plantearse aceptar la cesión por un año a la espera de que el de Móstoles tome un avión para firmar su último contrato el verano que viene.
Lo que parece ser evidente es que, con la llegada de Rafa Benítez, el sistema de rotaciones volverá a implantarse en la Castellana y dejaremos de ver lenguas rozando rodillas en los minutos 60 de los partidos y de jugadores descabezados en puestos que le son extraños. Su idolatrado sistema de 4-2-3-1 exige de dicha política de cambios y posicionamiento si no quiere correr el riesgo de su antecesor. Ahora solo falta desojar la margarita para qué jugadorazo verá más minutos de los deseados desde el cómodo banquillo blanco.
@disparatedeJavi
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