Sergio Ramos o el don de la inoportunidad

Posiblemente otra de las “virtudes” de este gran jugador, el no callarse ni bajo el agua. Que Sergio Ramos ha rozado ser el mejor central del mundo no voy a descubrirlo yo. Que por unas cosas u otras NUNCA ha llegado a serlo, imagino que no tendréis reparos en admitirlo. Ahora, en plena pretemporada con nuevo entrenador, se desempolva el asunto de su renovación, mejor dicho, mejora de contrato y, por lo que leemos en prensa, malas pulgas tiene el perro.

Tampoco es un misterio el que el camero tiene muchos y muy buenos amigos en ese sector que han ayudado estos últimos años a cubrir las bastantes carencias que ensombrecen su juego, solo que se le recuerda más por los goles fundamentales que ha logrado que por sus “cantadas de opereta de colegio” que, a la postre, también lo fueron, aunque no coparan portadas, titulares, vídeos o pancartas.

Dudo que “El Coleccionista” se pliegue ante el camero.

Con contrato en vigor dos años más (tendría 31 años al finalizar su vínculo actual) parece ser que pide adherirse al escalafón de los mejor pagados en la plantilla, dícese Ronaldo o Bale. Partiendo de no entender cómo coño se puede estar pidiendo modificar la letra rubricada cada “x” meses (más si tenemos en cuenta las cifras que manejan los profesionales de la pelotita), ¿realmente merece Sergio Ramos cobrar los cerca de 10 millones de euros que reclama junto al estilista de su hermano? Pues como os podéis imaginar, éste que aporrea las teclas dice NO.

… Ooooolé … maestro del capote …

No me valen argumentos de hooligan encolerizado como “nos ha dado la Décima o el Mundialito” … “es uno de los capitanes del equipo” … “es símbolo del Real Madrid” … y bla, bla, bla … Lo primero que entiendo hay que hacer en estos casos es, tanto del lado presidencial como de su apoderado fraternal, lavar el tanga sucio en casa. Ni a uno ni a otro le hace favor alguno todo este “pifostio” inoportuno y dirigido. Por un lado, Florentino el “Coleccionista”, que ya ha dado muestras varias de no querer embutir en oro al sevillano y de, menos aún, aguantar las rabietas de representantes insolentes y jugadores impacientes. De otro, el propio jugador que, amparándose en problemas de otros compañeros y con goteos constantes en declaraciones de filosofía genital, parece haberse subido al carro del motín contra la dirección y, en definitiva, contra el Club, siempre con su locuacidad concluyente ante los micrófonos amigos.

Estooo … ejem … que no son esporádicas …

Lo que resulta evidente es que no se puede vivir de espaldas a la realidad del mundo empresarial en que se ha convertido nuestro querido deporte por lo que, si bien entiendo que Ramos no puede estar al mismo nivel que los aspirantes año tras año a los premios de este mundillo, sí es cierto que debería hacerse un esfuerzo por retenerlo sin perder los papeles que dejó Mourinho en algún cajón, teniendo claro que, si no aceptara dicha oferta, el Real Madrid siempre debe estar por encima del jugador, sea quien sea y no tener miedo a desprenderse de ninguno. Véase Özil o Di María. Si realmente el jugador es veraz en sus deseos de colgar las botas en ese vestuario con un “ni pá ti, ni pá mi” debería estar solucionado antes del 15 de agosto. Olvidar que, a la postre, eres un empleado puede llevarte a climas donde tener el bolsillo repleto pero el espíritu competitivo vacío.

Empieza movidito el verano en Concha Espina. Más de lo que Benítez desearía. Mucho más de lo que el aficionado blanco se merece.

@disparatedeJavi