Que si “la BBC” … Que si “la MSN” … yo más bien utilizaría las de “ATP” que, para el desconocido en esto de la materia escasamente gris de las redes, significa “a tomar por culo”. Sí, así de basto pero sencillo y efectivo al mismo tiempo.
“Jugar por decreto o más bien por siglas” se ha convertido en la plaga de los dos (más) grandes de nuestro fútbol. En presupuesto, “quí cí”, no se me alteren los colchoneros o similares. Anoche, Luis Enrique, nos demostró que este vicio no solo lastra la evolución futbolística de Concha Espina. El partido que se marcó Neymar anoche, mientras la línea de medio campo sufría como hacía tiempo, es para una charla de aquellas tan tranquilas que debía dar Luis Aragonés cuando tenía el guapo subido. Tras la jugada del gol blaugrana y el regalo de su compañero Sergi Roberto para el empate, el brasileño se diluyó ante la agresividad que su marcador y alrededores le mostraron a sus espinillas de claqué y de tatuaje molón “me quiero tanto”. Rafinha y Denis Suárez calentando nalgas. Del turco que no quiso correr más, no hablo. Ya hablaron sus minutos ayer. De sustituir a Rakitic también habla de sobra el vídeo.
Todo el que medianamente sepa de qué va esto de la pelotita sabía que había que repoblar el centro del piso si el F.C. Barcelona quería retomar el rumbo del partido o, al menos, frenar las pérdidas continuas de balón y consiguiente contraataque de los citizens. Del estilo de juego que hablen otros alterados, aunque parte de razón no les falte. De nombres propios, si queréis otro día. Podríamos estar más horas que en una tutoría de tercero de infantil. Hablo de no hacer falta rasgarte las pupilas para ver lo que pasa en un terreno de fútbol, más aún si llevas el carnet en el bolsillo. Ayer el filósofo le comió la tostada a su ex compañero de suavizante a pesar de que el partido no parecía se fuera a desarrollar como acabó. Y si se la comió fue porque el resto del planetario pudimos comprobar que, en Can Barça, se rigen por las mismas reglas de las que tanto se mofan de sus rivales del Bernabéu: “Jugar por siglas“. Morata, Lucas Vázquez o incluso Nacho lo saben bien. Antes hubo muchos otros. Zidane también lo sabe. Ahora, en la Ciudad Condal, hay más piernas que despiertan del cuento.
Hemos jugado 40 minutos de escándalo.
(Luis Enrique)
Debo estar más ciego o tonto que nunca.
(Yo, aquí)
Y es genial tener a jugadorazos así en tus plantillas, eso nadie lo discute, solo los ancianos recuerda extremos imposibles ponen en duda esta afirmación. Eso sí, para que todo lo demás funcione, ellos tienen que estar al nivel que se les presupone, si no, el castillo de naipes se derrumba como Homer Simpson en un interrogatorio.
¿Aún peor? El efecto secundario para el encargado de fichajes de estos equipos: cada vez menos tontos querrán venir a masajear el plástico del banquillo con sus culos suplentes sabiendo que, las oportunidades, da igual que se las ganen. Aquí se “juega por siglas generadoras de pasta”, no por fútbol, ambición, esfuerzo y trabajo. Si me apuráis, como casi todo en este país.
@disparatedeJavi
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