Futuro cercano post apocalíptico. Una lluvia que mata. Búnkeres de supervivencia. Una gran empresa detrás. Ésos eran los ingredientes, en principio, apetitosos para ver “The rain“, uno de los últimos lanzamientos de Netflix. Aquí, mi #gilicrónica. Más bien, una vacuna.
La plataforma streaming está sirviendo para que los países nórdicos se animen a mostrar a todo el mundo sus trabajos (itos). “The rain” se estrenó el pasado 4 de mayo y el que teclea ya se la ha inoculado con la esperanza de que la resaca vírica que me ha ido dejando se pase rapidito.
Lo mejor que se puede decir (veeeenga, lo mejor que yo puedo decir) de esta serie es que la primera temporada (el final evidencia que los daneses seguirán teniendo el paraguas a mano) únicamente tiene 8 episodios de unos 40 minutos cada uno. Fácil de ingerir, difícil de digerir. Versión Wallapop televisiva de “Resident Evil” con la única diferencia de que, los afectados por ese virus, por supuesto, liberado por una empresa con la supuesta intención de salvar a la Tierra, no terminan vagando por el planeta descomponiéndose y mordiendo tibias. Una gotita y la grasa se esfuma. Pero todos y cada uno de los típicos elementos de un survivor horror game los podéis encontrar en “The rain“.
De nuevo la originalidad en vías de extinción. Tenemos a un malo malísimo que solo aparece en video llamadas. Un científico que navega entre el arrepentimiento y el deber para con sus congéneres. Una pandilla de chavales que recorren su país evitando mojarse y recolectando items para seguir la aventura. La lluvia, ésa es otra. Encuentros con humanoides degenerados. Capacidad de sorpresa mínima. Desde que LOST (o eso quiero recordar) planteó la estructura “partimos del presente para ir contando el pasado de los personajes”, empieza a hartarme que la mayoría de las series sigan ese iter narrativo. Un final cientos de veces visto. Es el efecto secundario de esta globalización televisiva.
En definitiva, sois libres de perder unos 320 minutos de vuestro preciado tiempo intentando sacar algo novedoso o positivo de “The rain“. Yo prefiero ponerme el chubasquero para que no me caiga ni una sola gota más.
@disparatedeJavi