Hace mucho tiempo que no os castigo con unas líneas. Pero hoy es ese día. ¿Y con qué os voy a hacer sangrar las retinas? Con una de las producciones más esperadas de Netflix: The Witcher. Ni he sido jugón de las aventuras de Geralt de Rivia ni lector de sus peripecias. He afrontado el visionado de la serie virgen de polvo, paja y hábito hooligan. Aquí, mi #gilicrónica.
Por ello mismo, tal vez, me haya perdido detalles múltiples con los que calmar mi mal sabor de espada tras finalizar esta primera temporada. Quizás el hype lo tuviera como la tensión arterial tras estos días pasados de excesos gastro lúdico festivos. A lo mejor peco de blasfemo para sus acérrimos fieles pero, precisamente por hablar desnudo, voy a simplificar y reducir al mínimo mis disquisciones técnicas o teóricas.
¿Qué si me ha gustado? Con The Witcher he tenido una digestión lenta, ardua, a ratos exasperante, por momentos incomprensible. Desde el inicio supe que una cata de polvorones sin agua iba a ser más llevadera que los 8 episodios de los que constan las aventuras del trío protagonista: el Brujo, la bruja y la aspirante a ambos. He esperado a cada fin de episodio que “la cosa mejorara”, tal y como suele suceder con el 80% de las series. Pero a mi no me lo ha parecido. Lo único que ha “mejorado” es ir cerrando y esculpiendo la historia.
Imagino que tampoco me ha ayudado el pensar que casi todo el presupuesto de la serie se lo ha llevado Henry Cavill (que a este paso se le van a quedar los brazos como a C3PO) y que el remanente para maquillaje, FX, vestuario, etc … no ha dado para más. Esos dragones lagarto del episodio 6 me dieron el golpe definitivo.
Una lanza a favor es la estructura ideada para contar la historia. Siempre he sido muy fan de este estilo en el que casi se podría decir que se empieza la casa por el tejado para ir dando poco a poco brochazos y saltos lineales que cuadren el texto ideado. Pero poco más. Y sabéis que soy muy enamoradizo.
¿Que si acomodaré mis posaderas para ver la segunda temporada cuando desembarque de nuevo en Netlfix? Más que posiblemente. ¿Por qué? Porque como buen freak de la fantasía medieval he consumido cosas peores y porque espero que la inversión sea mayor y, por tanto, el producto final, esta vez, se me presente como algo deseable y no un churro más de la rueda de producciones entre las que bucear y escoger.
@disparatedeJavi