Largas se hacen ahora las esperas entre programa y programa. Y, el de anoche, y a pesar de que ya sabéis que no estaba a favor de una “nueva” repesca, era muy, muy esperado por muchos motivos (filtraciones a parte). Teresa, Rebeca, Inés, Marta, Carlos, Fran, Joaquín, Pablo y Honorato tenían la oportunidad de volver al programa en la recta clave. ¿Quién sería el afortunado? Me imagino la velocidad de riego sanguíneo de todos ellos al pisar cocina/plató otra vez. “Preparados para la repesca“, daba Alberto el pistoletazo de salida al programa con más primeros planos de miraditas hasta la fecha.
Todos en la furgo, espoleados por el antaño animador de barbacoas en Oregón, Honorato, deseoso de “2 orejas y un rabo“, viajaban camino de la Escuela Internacional de Hostelería de Valladolid. Peña jugaba en casa y Carlos decía sentirse como “magia en estado puro“. Pensaban en voz alta sobre cuál sería el código ético que seguirían sus hoy jueces: estrategia, no, favoritos … y entre ellos, era evidente que el más intranquilo era Fran que, como bien dijo, ya sufrió la ira del contrincante el día de su eliminación. Rebeca tenía claro que justa o injusta la repesca de hoy había que lucharla como hizo la España Campeona del 2008.
“Hoy seréis vosotros quienes toméis las decisiones más importantes“, les comunicaba Chicote a los cuatro supervivientes y Peña le decía que “partido a partido como el Cholo“. Susi apuntillaba recordándoles que el trabajito de hoy consistiría en “aprobar o suspender” a sus antiguos compañeros. “Hoy sóis los jueces“, terminaba Yayo, para dar paso a la vuelta de los #concurChefs que esperaban en bambalinas. Las caras de unos y otros … más poema televisivo. A Marc le “entraban ganas de volver a su casa” con “el rollo de Carlos” otra vez. Honorato, crecidito, quería “verse para ratito … más“. ¡Casi hace el mismo su rima! Y Peña recorbaba la injusticia de que alguien como Fran entrara ahora que la meta estaba tan cerca, “pero es el concurso“, decía éste. Víctor pensaba igual que yo: “lo más justo es que entrara el último en irse” (Carlos).
Pasarían 4 de ellos esta ronda previa y de ellos, uno, sería el elegido para volver. Marc se declaraba gropuie de Fran y Carlos dudaba de su honestidad a la hora de votar. No se equivocaba. Y no pasa nada, pero me jode mucho estar haciendo el ridículo dándotelas “de”, cuando todos sabemos que hiciera lo que hiciera Bacterio, el voto negativo del catalán, lo tendría. “Debéis cocinar un plato donde el rey sea el cordero“, les aclaraba ya Susi el producto que tendrían que reinventar. Honorato se frotaba por las esquinas y Carlos se tiraba de las barbas, al igual que Rebeca que se declaraba “intolerante“. 60 minutos que empezaban a correr y en la cabeza de todos, la incógnita de cómo recibirían las nominaciones. Víctor y Peña seguían con su “injusticia” (con toda la razón, insisto) y se intercambiaban símiles sobre si la carrera se aprueba en junio o septiembre y si supone acortar o no el camino al final. Manos al lechazo que se ponían todos ellos. Unos más contentos que otros.
Pablo decía estar contento con el cordero, pero nunca entenderemos por qué se lanzó a preparar unos sesos “tal cual”, con chubasquero incluido y flujo activo. Teresa, por su parte, cogía los lomitos por no tener tiempo para cocinar la paletilla. En el back stage, Víctor decía que a Fran nunca lo ha visto como un favorito, al contrario que a éste, que decía saber que los demás así lo tenían. Alberto iba dando vueltas por la cocina y entre consejo a Inés, y comprobación de que Honorato y sus “hits” nunca morirán (“lechazo clasicazo“), Marc seguía castigándose con la imagen de Carlos en su almohada. “Mucha igualdad hay hoy aquí“, decía éste. Sí, igualdad … en errores fue lo que hubo. Una plancha se quemaba justo antes de que el de Carabanchel advirtiera a Pablo “El buen hijo” que ojito con trabajar los sesos … éste, ante la #chicoteDuda, consultaba al pequeño extremo y ninguno de los dos supo a qué se refería el Chef. Si es queeee …. la casquería es algo muy, muy delicado por mucho que la gente piense lo contrario. ¡¡Que viva la casquería!! Los raviolis extra capas de Joaquín tampoco parecían agradarle y a Rebeca le daba por “más vinagre” a la cazuela. Honorato, más confiado que nunca, soltaba consejos de “zorro viejo” … (silencio).
Finalizaba el tiempo y llegaba … la CATA, que sería por orden de expulsión. Así, el primero era Joaquín y sus “Raviolis 5 capas” con los que Yayo no entendía “qué parte de el cordero es el protagonista no se entiende?“. Mucho problema de escuchar hay en esta Edición. “Un desastre de dimensiones universales“, terminaba Alberto. Turno para Pablo y su “Homenaje al cordero sin cerebro que valga”. A pesar de la insistencia de Chicote, ni los blanqueó, ni “desteló” … “me estoy poniendo enfermo“, le dijo. Yo, ciertamente, también. Teresa y su “Lomito de cordero y cuscus” mejoraban lo presentado hasta el momento … a pesar de que también se quedó cruda la carne. “Qué manía de dulce, coño”!, se quejaba el de Carabanchel añorando unas costillitas con papas: “comestible y rico“, soñaba. Allá que entraba Rebeca y su plato que no pasaba la prueba del pañuelo de Alberto. De vueltas con su “Roast beef … esta vez, Thai”. La presentación, mejorando también lo visto pero con una salsa que borraba el lechazo de un plumazo. “Me estoy poniendo de una lecheeee ….“, la cara del Juez Central había que verla.
Y todos los ayer comensales esperaba con ansia, por primera vez, el plato de Honorato para COMER CORDERO. No parecía estar mal encaminado (“He hecho lo que me han pedido, ni más, ni menos“) y presentaba una “Costillar con cabañil” que, finalmente, “sabía a comedor escolar“, para Peña. Y, además, también crudo. “Os dáis cuenta lo difícil que es elegir?“, les recordó en varias ocasiones Chicote a los #concurChefs. Ahí que entraba Marta con “Lechazo y frutas variadas”. Más dulce … crudo. A punto de salir Fran, seguía temeroso del criterio de sus ex compañeros. Su “Royal Lechazo” hizo que Marc destapara aún más su plumero y dejara claro que “se comía dos de éstos” y Peña lo veía crudo, al contrario que el trozo que le tocó al anoche Jurado durmiente. Víctor y David cerraban el debate diciendo que era el que más les había gustado. Vuelta de Inés con su “Lechal y coco, puerro y curry”. Para Peña, el mejor punto de cocción y para el resto, “buenísimo“. “Visto lo visto, de los mejores“, finalizaba Yayo. Y llegaba Carlos “Bacterio Extremo”. Ya se calentaba Marc: “espero una frikada suya“. “Cordero shiro miso con sandía, kimchi y todo lo que tenga color rojo para resaltar mis sesos sangrientos“. A pesar de ser un plato que gustó mucho, el remate craneal hundió el paladar y ganas del resto. Así, empezaba la deliberación y la crudeza de la carne y el “Seso´s Gate” acaparaban titulares del improvisado tribunal. Aquí fue donde más vimos la obsesión (compartida, claro está) de Marc hacia Carlos. “¨Y dale que te dale, y venga más”, se emperraba en tirar por tierra el trabajo del valenciano cuando Peña le recordaba que había peores platos, sin duda. Finalmente “aceptaba Carlos como animal de compañía”.
Un duro trago el que debían soportar ahora David, Víctor, Peña y Marc: decirles a la jeta si pasaban o no. “Cata con catana“, calificaba Alberto el trago por el que pasaron. Los descartados fueron Joaquín (se lo comunicaba Víctor), Marta (Peña), Honorato (David, que comprobamos su madera para departamento de recursos humanos), Rebeca (Marc, cuya crítica encajaba más que bien la cocinera), Pablo (Peña). Así, Fran, Carlos, Teresa e Inés se batirían en duelo para saber quién tendría la suerte de volver. Carlos parecía controlar sus nervios y carácter y Teresa se declaraba “acojonaica” viendo a sus rivales a los que consideraba como los más fuertes. No le faltaba razón.
Para jugársela en la ÚLTIMA OPORTUNIDAD tendrían que cocinar “un plato que les representara“. Vamos, cocinar lo que les apeteciera. ¡Menudo regalazo! … pero más tarde veríamos que muy envenenado. 60 minutos en los que Carlos sonreía pensando en “Jesucristo Super Star”. El que más cara de ilusión tenía a la hora de anunciar la prueba era Alberto (más tarde lo confirmaría). Carlos se decidía por un “Tartar de ostras y mil cosas más“, Teresa por un “Gazpacho manchego“, Inés por unas vieras y Fran por su famoso “Pollo en pepitoria” que hacía salivar a Yayo pensando en el de su abuela. Pero cuando más concentrados estaban, llegaba la sorpresa: debían rotar hacia su derecha y recoger lo preparado por su rival y terminarlo con “su toque”, de modo que a la hora de comerlo, se identificara perfectamente la cocina de su autor. “Su puta madre!!!“, exclamó sin dudarlo Bacterio. La putada era de las gordas. Como resultaba evidente, la peor parada era Teresa (o cualquiera que le hubiera tocado el plato del pequeño profesor, como dijeron minutos más tarde Fran e Inés). ¡¡Papeletón de la manchega!!! “Se puede llorar?“, decía. Otra vez, ostras.
“He pasado de un plato de solo mar, a solo tierra“, se quejaba Carlos mientras que Inés se peleaba con la olla (más tarde se daría cuenta de que lo que había dentro, era gloria bendita). Pero llegaba el Yoda que Alberto lleva dentro y le dejaba claro al valenciano que “no tienes que intentarlo, lo tienes que hacer“. Susi compartía con los demás algo que, realmente, tod@s pensamos del excéntrico Chef: “sabe montar en globo, pero no en bici“, refiriéndose a las carencias tradicionales que parece tener. Iba consumiéndose el tiempo … y llegaba el momento de tensión final.
Inés y su reinterpretación del gazpacho de Teresa recibían un ¡Zás! de Alberto cuando ésta les decía que remataran el plato con el caldito que la manchega se había currado antes. Gustó a pesar de ello al Jurado porque todos identificaron a la gallega en su creación. Turno para Teresa y su “GazpaOstras Pedrín” o “la aventura de la ostra“, como le dijo Chicote. No vieron en el plato a su autora. Normal. “Es lógico, pero ole sus cojones“, dijo Carlos. Y éste, presentaba su “Pepitoria my way”, lo que hacía saltar a Víctor en el almacén flipando con que su amigo tuviera que irse por los Clásicos. “He hecho un platazo“, decía convencido Bacterio y Alberto le decía que el “fondito es fantástico“. A pesar de gustarles mucho a los tres, no vieron lo solicitado en la prueba. No identificaban la comida con su hacedor que, a la postre, aunque él no lo entendiera (una vez más por no escuchar), era el objetivo. Finalmente llegaba Fran y su “Termino las vieras como quiero” y se emocionaba al ver que gustaba mucho al tridente conductor del programa. A Carlos no le gustaba nada el momento sollozo. Marchaban para el almacén a esperar la guadaña final y allí, pasaba lo que “tenía que pasar”.
Yayo dejaba claro el asunto: “hay tres cocineros que han hecho medio plato y uno que ha hecho plato y medio“. Los otros dos, asentían. Pero Carlos seguía pataleando ante sus compañeros hasta que Peña zanjaba rapidito el asunto: “No le des más vueltas, basta ya, lo hemos entendido todos … madura“. Desfile a plató de nuevo y recibían los cuatro la enhorabuena por sus “semicreaciones”. “Todos tenéis categoría para aburrir y podríais estar en la fase final” … pero …. Teresa fue la primera que supo que no seguiría, seguida de Inés, dejando paso a “Dos buenos platos sensoriales, medidos, equilibrados …”. ¿Carlos o Fran? La respuesta lo decía todo “hemos visto más al cocinero” con … Fran “Una Mente Maravillosa” entraba de nuevo! La cara de Carlos, resignación absoluta: “pero si eran unas putas vieras con coliflor“, lo que nos demostraba que seguía sin entender el “por qué” de la prueba, al igual que la semana pasada con su empecinamiento con la paella como única especialidad de la cocina valenciana.
“Aprovéchala porque una segunda oportunidad no llega siempre“, le felicitaba Alberto, dando paso a la alegría desbordada de Marc al ver el resultado final. Víctor decía sentirse como una “hormiguita ante el divo” que regresaba y David le decía también se alegraba. A ver, que al principio afirmaba que ni de coña quería verlo dentro. ¿Pero qué pasa por hablar las cosas claras, cooooño? Tanta diplomacia barata me pone malo. Es así.
Finalizaba un “programaco, caiga quien filtre” una semana más anunciándonos otro que puede ser memorable en cuanto a risas. Ayer se vieron primeros planos y balas volar sin cesar en la pequeña pantalla, a pesar de que los nervios y el tiempo volvieran a traicionar a casi todos en la primera prueba, una pena. Adelante sigue “mi favorito”, pero para eso, habrá que seguir esperando “veracidades” …
Highlights, que hubo bastantes:
– Una nueva entrega de Honorato CheerLeader … Anoche se mostró muy subidito y nos dejó algún momentazo para el descojone como su explicación de plato “pim pam, toma brillo” o su “Alabado sea Dios y su lechazo“. Su despedida tarareando “La vida es bella” … genial!!
– Los caretos de Carlos son impagables a cada toma y sus rajadas tampoco: “Marc no me dice nada” (creo que al contrario, aunque no sea bueno)
– “Cuando te fuiste tú, más de uno brindó con champán“, calentaba Alberto a Fran.
– “Se la juegan con algo que no han preparado nunca“, volvían los pepinillos. Toda la razón. Totalmente inaudito. El “Seso´s Gate” … para no olvidar, vaya. La “Cata con catana” fue … para olvidar.
– “¿Os dáis cuenta lo difícil que es decidir, no?“, repetido por Alberto para que los #concurChefs se suavizaran hasta el final.
– El momento de la deliberación … debo admitir que me dio algo de “vergoña ajena” … por Marc. Ya os he dicho lo que pienso respecto de esa diplomacia de tienda 24h que ahora me sirve, ahora no. Es muuuuuuucho peor cambiar de chaqueta en el momento delicado que dejar bien claro tu postura desde el principio, pese a quien pese. Esto, también para Lingüini y su Remy. Que concursar sí … incoherencias, no, por favor.
– “Decir cocina de autor o conceptual, me parece asqueroso“, Carlos Medina … jajajajaja … de verdad, no tiene remedio. Si se auto anestesiara un poco, sigo diciendo que puede llegar muy lejos. ¡Me hubiese encantado verlo terminar su plato! Es así … me jodió mucha esa rotación final (pero por no verlos a todos!). “En la guerra gano yo … siempre” … no, Carlos … nunca se sabe. Apréndelo cuanto antes.
– “Normal que se emocione el Jurado, por eso nos diferenciamos de los animales“, Carlos … Amén!
– Termino con la actitud de Peña. Lo he dicho varias veces y me reafirmo. Me gusta mucho el carácter de este tipo. Cuando todos soportan los discursos de Carlos por pura inercia, él, lo escucha y sabe pararlo cuando lo merece. Con respeto, con cariño, sin ir a dañar, pero SEVERO y JUSTO. Al fin y al cabo, eso es un amigo, no¿?
Gracias a tod@s por los más de 10.000 pinchazos de la semana pasada. En breve, os dejaré el adelanto del #giliTheme para la semana que viene … ya escogido y en maquetación …
@disparatedeJavi