O más bien, Ronin. Bushido se denominaba el Código de estos honorables guerreros del Japón Medieval. “El camino del guerrero” debía estar guiado por el honor y la lealtad hacia unos principios “harto olvidados“, como rezaba el comienzo de aquel despropósito de película de “Un yanki en la Corte del Samurai” del amigo Tom Cruise. ¿Se dejarán guiar por ellos los #concurChefs esta semana? ¿O renunciarán a ellos para convertirse en un “soldado sin Señor”, un Ronin en busca de la gloria perdida, en definitiva, un CONCURSANTE? Pero antes de que pudieran desenfundar sus katanas, la PRUEBA DE INMUNIDAD de esta semana iba a girar en torno al HUEVO. Fran advertía que este concurso debía ganarlo quien estuviera más cualificado y Marc hacía hincapié en la importancia de esta prueba de cara a una futura estrategia. ¡Qué razón tenía! “Pues eso, un huevo“, decía Alberto Chicote, a lo que Carlos reaccionaba amasando en su cabeza “ideas muy divertidas” mientras que Susi les pedía un “plato que enamore” … esto ya lo he oído antes no? Y para ello, el programa se vestía de gala para recibir a @DiegoGuerrero75 que nos preparaba, “así como el que no quiere la cosa”, un snack de panceta, chorizo y huevo cuya sencillez comprobamos que para nada reñía con su sabor. Besazo que le calzaba Yayo con un “GRACIAS“.
30 minutos los que iban a tener para inventarse algo con el ingrediente estrella. Víctor cogía el hiperespacio creativo y subía la velocidad al máximo nivel. Corría, reía oligofrénicamente, removía, hablaba … 6 texturas ni más ni menos que pretendía emplatar en tan poco tiempo. Inés se peleaba con su “yema curada”. Carlos se metía de lleno en su laboratorio para crear una “sopa castellana” con sabor “Japónico“, el concepto. Mientras, David “creaba” un bocadillo inverso que traería cola por plagiar a Nandu Jubany, y Marc y su huevo dulce hacían que me picara la curiosidad. Fran parecía el más seguro por venir de una “buena escuela de huevos”, según Alberto, la de @ChefMSandoval y Peña, se inclinaba también por la tierra con una “sopa de ajo”. Todo parecía tener “buena pinta” según Yayo.
David reconocía haberse quedado “tocado” la semana anterior cuando vio la ejecución inminente. Tal vez ése fuera el motivo por el que decidió dejar a Remy echando una siesta, y cogiera el recetario de un “colega”: “lo hacemos todos“, decía. Inés se pasaba al impresionismo “caoGótico” con su yema esclafada y Víctor, ante la sorpresa de todos, no lograba terminar su plato. La inmunidad va a seguir siendo su peor pesadilla. Llegaba el momento de la cata que harían mano a mano Yayo y Diego. La “Japoyana” de Carlos (grandioso nombre) les gustaba y el “Huevo frito dulce” de Marc recibía un “muy buena idea” de Guerrero, lo que producía el primer careto de Bacterio. A Víctor lo dejaban plantado sin ni siquiera catar sus 4/6 y el de Inés, finalmente, estaba rico solo que el espíritu de Honorato le vino a visitar. El de Fran resultaba un “plato rematado” (tenía pinta! y la idea de la puntillita, me la apunto!). Llegaba el turno para la “julianita de bacon” … nooooooooo! Basta de diminutivos, pijo! David presentaba su “inverso de tortilla” para escuchar como a Diego Guerrero le decía que le había dado una idea, solo que “mejor en triángulo y llamarlo sandwich“. Carlos ya empezaba a cuchichear con Víctor sobre el plagio evidente, pero olvidaba que su “huevo inyectado” tampoco era el culmen de su inventiva (véase Eneko Atxa). La ronda terminaba con Peña y una sopa, con pinta, pero sosa, sosa. Finalmente, el Jurado se iba a decantar por David “Lingüini” García para el brazalete preciado. No tendría que cocinar, y además, tendría un auténtico privilegio en la siguiente ronda. Sobra decir lo “jodido” que estaba Carlos.
“Preparados para una batalla fuera de serie“, decía Alberto para, acto seguido, desembarcar en el Museo Naval. Allí, debían sacar cuchillos para ver los dos turnos en que cocinarían para sus otros “compañeros”. Marc, Víctor e Inés serían el primero, y Carlos, Peña y Fran, el segundo. Parecía que ni a drede, podrían haber salido más … más … pues eso, “al pelo” para el combate. Era el momento de saber quién dominaría “el arte de la guerra” y la estrategia, y quién se dejaría llevar por la lealtad romántica del Samurai. Yo, lo tenía claro. Como decíamos, David iba a tener un privilegio que, a la postre, resultó decisivo. Su voto sería dirimente en caso de empate.
La prueba se las traía. Debían preparar un plato frío con las latas de conserva que encontrarían en la despensa militar. Para ello, 40 minutos. Como bien decía Marc, más que de cocina, era una prueba de “ideas”. Inés, nuevamente, se decantaba por una “ensaladita” … Debería abrir el abanico de una vez si pretende seguir avanzando. Marc se tiraba a por una “sopa de maiz y raviolis”, y Víctor a por un “falso calamar” hecho con navajas y chapapote. ¡Es un puto artista y eso es innegable! En el comedor, sus rivales, más directos que nunca, esperaban los emplatados y Carlos ya dejaba muy claro lo que vimos en las promos: “voy a joder a Marc“. A éste, Chicote le preguntaba cómo creía que iban a votar sus compañeros y le insinuaba “oye, que a lo mejor solo votan para eliminar a un buen contrincante” (efectivamente, otra cosa es que coincida también “lo otro”), a lo que Marc respondía con su “conspiraObsesión” y recibía un “Zás!” de los de Carabanchel: “no, si no lo digo por ti” jajajajaja. Fran decía querer ser honesto a la hora de votar y Peña que seguiría una estrategia “gastronómica”. Bajo el mantel, las katanas brillaban.
El programa les servía en bandeja la mejor oportunidad para ir eliminando obstáculos en su camino hacia el último cuchillo. La mayoría se embutía en un kimono de diplomacia a ratos patética. Es así. Carlos decía que sería honesto por encima del honor de Remy … claro, claro … Marc, igual … ¡Juás! Con Carlos nos hubiese sobrado tanta explicación porque todos teníamos claro, por su boca, a quién nominaría. No hacía falta más verborrea. Y así, antes de la cata, Alberto nos recordaba que “intentar sustituir el producto original/fresco, por el de lata, podría ser un error” y nos enviaba a todos al salón donde te entraban ganas de “mandar buques a todos lados“. Inés y su ensaladita de lata: para Carlos, un plato “decente”. Fran lo veía “excesivo de ajo”. A Peña, le gustaba y a David, al cual se le veían los bigotes del roedor, le parecía con “buena presentación y un crujiente divertido“, lo que hacía que, tanto Jurado, como espectadores, pusiéramos un gesto de incredulidad por no decir un resoplido hacia la izquierda de “venga, venga …”. Así se lo dejó claro Chicote: “no tenéis lo que hay que tener …“, para decir la verdad. Eso sí, Initry aceptó las críticas más que bien.
Era el turno de Víctor y sus diseños. El “falso calamar que se comió el cangrejo picante de allá por Asia” flipaba a Carlos (y a mi!). La presentación, espectacular una vez más. David no terminaba de centrar la manufactura del envoltorio del calamar (espárrago decía!). Para Carlos, y para mi, era un plato mucho mejor que el de Inés, mientras que Peña echaba de menos haber recibido más detalle del relleno. Para Yayo era un plato “divertido, bien ejecutado y rico”. Pues ya estaba todo dicho. Llegaba Marc y su “crema de maiz con colores extraños”. Parece que la crema sí estaba rica. Al menos, así lo señalaron todos, incluido Carlos, aunque la “cara de mierda” de Peña (como decía el catalán) nos reafirmaba en la idea de que se llevaría, al menos, los dos votos que esperaba. Decía David que no distinguía nada en boca. Todo lo contrario a la percepción de Fran. Curioso. Carlos seguía insistiendo en que estaba más que seguro que la estrategia, y nada más, regirían el veredicto final.
Llegaba el turno del segundo grupo. Carlos iba a por unos dumplings y de nuevo iba y venía por el laboratorio buscando la Xantana (que no encontraba). Fran quería preparar un “par de bocaditos” y Peña a por un “gazpachuelo de espárragos con mayonesa”, lo que despertaba la #chicoteDuda. En el salón del desembarco, David ya nos decía que le tocaba la moral que Carlos siempre estuviera cuestionándole … ¡No a todo el mundo le gusta el queso! La nueva hornada de #samuChefs nos deleitaba con la misma retahíla de demagogia barata y encubierta bajo las armaduras preparadas para el sablazo final. Solo Víctor dejaba claro que tenía el corazón dividido sin tener que disimular su criterio a la hora de utilizar la tiza. En la cocina, asistíamos a un nuevo combate entre Bacterio y una masa o pasta. Esta vez, la de arroz. No le pegaba bien y decidía dar un giro a su plato con unos “rulos” … en fin … que no! Así que, otro volantazo, y enlataba su creación. De lo más flojito que hemos visto de él. ¡Ojo! No olvidemos lo jodido de la prueba.
¡A catar pues! Carlos y su “micromezclum” jajajaja con sabores japos no recibía buenas críticas: para Víctor, faltaba salsa (“que me rallo, que me rallo“, llegó a decir Carlos cuando tuvo un momento de duda sobre la lealtad de su amigo) y a Inés, le gustaba, solo que veía “exceso de brotes”. Marc llegaba con su sablazo y a pesar de darle cremita al principio, terminaba con un “no me gusta cómo ha resuelto el plato” … David decía que era un plato que no estaba nada manipulado, lo que hacía estallar a Bacterio en la cámara de vigilancia y eran sus compañeros quienes debían calmarlo: “a ver qué hacías tú!“, espetó, lo que provocó el descojone de los presentes. Fran y su “escabeche de mejillones” recibiría una buena tunda. David (“el honesto en boca”) decía que solo “le sabía a lata“, recibiendo un “no hay que ser muy espabilao” de Chicote que hacía rularse a Víctor (and me). Marc era de la misma opinión y el resto, se sumaba. Fran decía “estar muy contento con su plato“. El último era Peña y su “gazpachuelo” que terminaba siendo la sorpresa y se alzaba con el título honorífico del “mejor plato” para sus compañeros. No así para el Jurado. Finalizada la prueba, los #concurChefs se mostraban nerviosos por saber si la estrategia, el amiguismo o la honestidad serían los auténticos jueces.
Carlos votaba a Marc, como era de esperar. Peña, igual. Fran sí ejercía de Samurai y le daba su daga a Inés, lo que dejó tembloroso a David que no se esperaba que su voto mandara a la última prueba a su confidente femenina. Ella, siguió demostrando un saber estar y perder que a muchos les gustaría. El otro tándem: Víctor a Fran, ejerciendo de sincero estratega (a pesar de su momentazo de “dislexia” que luego vemos). Marc, entre rollos varios, a Carlos, e Inés, a Fran. Era el turno de saber si Remy se destapaba como el genio de operaciones. ¡Efectivamente! Votó a Fran lo que hizo que, su voto dirimente, le llevara directo a la ÚLTIMA OPORTUNIDAD que, esta semana, nos traería el primer enfrentamiento cara a cara de la 2ª Edición.
Ambos cocineros se mostraban seguros y con ganas. La procesión, va por dentro. La prueba iba a resultar ser muy, pero que muy chula … y jodida. Debían convertir un cocktail en comida. Alberto y Susi nos hicieron una demostración de cómo. Mientras que Chicote nos preparó un “Negroni”, Susi lo convertía en una galletita tipo mi amado papadum. El MOJITO sería la guía de la gallega, y el BLOODY MARY para Fran. Sus caras lo decían todo, o eso parecía, porque la batalla sería dura, dura.
En el Almacén ya empezaban con las cábalas sobre quién sería el cocinero que nos dejaría esta semana. Carlos, como muchísima gente, decía que si veía entrar a Inés de vuelta, se le “caería la cara como a la Máscara“. Peña recordaba que Fran “tiene más salidas que la M30” y David ya advertía de que Inés, podría sorprender. “A veces el más débil, es el más fuerte“, había señalado “Una mente maravillosa” minutos antes. ¡Qué razón tendría! El canelón que se marcó resultó, para mi, realmente genial. Unos colores, aspecto, diseño, mezcla, combinación … que a simple vista parecía cojonuda. Así lo dijo Alberto: “no soy muy de Bloody Mary, pero me tomaba uno como éste todas las mañanas”, hasta que llegó Susi con la “rebaja”: el picante, excesivo. Chicote le daba la razón. Yayo terminaba por cerrar el asunto diciendo que se “pasó con el apio y tabasco“. “Aquí huele a caca“, decía Víctor. Inés su mojito finalizado en una espuma de hierbabuena que yo no llegué a ver, trasladaba a Chicote a la playa, desprendiendo un aroma exactamente igual al combinado. Yayo cerraba los ojos al catarlo y Susi ponía su puntillita advirtiéndole que se pasó con el azúcar.
El Jurado lo tenía jodido. “Me comía un cubo de los dos“, decía Alberto. Terminaban el debate, y ya nos dejaba claro que “el camino se le haría largo” para ir a traerlos de vuelta para la fatídica noticia. Yayo volvía a insistir en que los dos eran grandes platos pero Chicote comparaba la situación al tenis y sus “puntos ganadores y perdedores“, calificando ambas creaciones como eso, ganadores. “Fran, recoge tus cuchillos y vete” fueron las palabras que vomitó la laringe del madrileño. La sorpresa estallaba en todos los salones de casa puesto que Inés había sido capaz de derrotar al que, para muchos, era uno de los grandes favoritos. Fran sentía como el Harakiri le había llegado. “De qué manga te has sacado este plato?“, le preguntaban a Inés que, visiblemente emocionada recordando a su padre, hacía humedecer pestañas en plató. “Down in the Valley, The Head and the Heart”, despedía a este crack de los fogones. Ha sido todo un jodido placer ver trabajar a este cocinero. Así lo pienso.
Como siempre, una semana más, disfruté pegadito a la pantalla viendo fogones. Las pruebas me siguen pareciendo originales, divertidas y bien jodidas. Pero anoche llegamos a ese punto que, francamente, me enerva bastante. Y es del saber distinguir dónde coño se está en cada momento. ESTO ES UN CONCURSO, no me voy a cansar de repetir al igual que hice el año pasado cuando a Begoña se le crucificó por retirarle el aceite a Bárbara (teniendo mantequilla también). ¿Qué parte de “solo gana uno” no entiende la gente? El premio no es un fin de semana en un hotel de Benidorm con Honorato de Maestro de Ceremonias. El premio es un PREMIAZO y todo lo que ello conlleva para el futuro de un Chef. Dejemos las “tontás” y demagogias de simpáticos para los políticos que se les da de lujo. Coherencia y valentía, señores.
Vamos con los Highlights:
– Cuando Víctor entra en trance, es muy digno de ver y seguir por la pantalla, jajajaja.
– El momento “Nitro Rules” de Marc y sus yemas. Si Arrabal se asomara por allí …
– “Sabor Japónico para una sopa Japoyana“, jajajajaja …
– El discurso del Almirante … digno … digno … mamma mia!
– El momento “ralladura” de Carlos creyendo verse traicionado por Víctor y el descojone de Peña y Fran.
– El “Zás” de Alberto a David …
– “La dislexia” de Víctor votando a Marc que estaba a su lado y lo veía! jajajajaja “si es que lo tienen metido ahí, ahí“, decía el catalán con toda la razón … jajajajaja qué vergoña!
– y cierro hoy con el SABER GANAR de Inés … y el SABER PERDER de Fran … creo que ambas cosas son más que importantes en todo!!! Y ellos, ayer, dieron una lección de comportamiento y compañerismo por muy jodido que se marchara el segundo.
Como siempre, MUCHÍSIMA SUERTE SIEMPRE a Fran Vicente, “Una Mente Maravillosa”. Seguro que la tendrá. Y gracias a tod@s. El marcador web sigue sumando y subiendo cada semana con vosotr@s. El jueves, michelines. ¿Habrá cambio de líder una vez más?
@disparatedeJavi
Pd.- Pedazo de programa el que se avecina en casa de Ángel León … Ya tengo el giliTheme …
Es un concurso sí, pero no es Gran Hermano o Supervivientes.
Esperaba más del jurado, está claro que si les dejas votar o elegir a ellos, van a ir a la yugular.
Aunque es un reality, siempre me ha gustado Topchef por lo culinario, por las decisiones de un jurado de élite que decide quien es mejor, y ayer me decepcionó.
Bravo por Inés que hizo un platazo. Una cosa no quita la otra.
Lo de Carlos y Marc ya nos lo esperábamos, ¿pero lo de David?
Yo, lo de David, me lo esperaba … es así … ya ha dado muestras de ir de diplomático y es un estratega como el que más … ¿No te acuerdas en Vigo cuando nombró a Marc capitán? Las milongas que contó …
Casi le sale mal la jugada … pensó en que Carlos, Peña y Fran votarían a Marc y para no quedar mal con él, ni nominar a Víctor que sabía que era un voto perdido, votó a Inés pensando en que solo tendría su voto … Al contrario que con Fran, que sacó toda la artillería estratega …
Yo también echo de menos más cocina … pero ayer, al menos, vi ayer a todos currar …
¡Genial crónica, como siempre!
Primera vez que comento para sacar un tema que me dijo mi primo, y también lo he podido ver repetidas veces en las redes sociales: ¿cómo que Inés se salvó por ser la única mujer? ¿De verdad?
Sé que no lo piensas Javi, pero me gustaría saber tu opinión de un auténtico “disparate” 😛
Hola!
Pues mi opinión es que todas esas “charlatanerías” son solo eso … Es evidente que nadie excepto los 3 jueces prueban los platos … que para eso son los Jueces, no? Por ser mujer? y quién de todos esos defensores de los derechos del cocinero ha catado en su laringe lo que Inés preparó? y lo de Fran?
El aspecto del plato de Fran me pareció sublime … pero! era un face to face, y un error, te manda a casita …
Personalmente, que cocino, a mi nivel, pienso igual que todos ellos: el tiempo es el principal handicap … Un pequeñito error, como le pasó a Fran con el tabasco, te deja fuera …
Además, no solo debe gustar a tu paladar lo que preparas, debes pensar en el paladar del comensal porque, a mi, el picante me pirra, pero … cuando cocino debo tener mucho cuidado porque objetivo, no soy … los sabores fuertes tienen eso …
Lo que pasa es que ya sabemos cuál es el principal deporte de este país: intentar tocar las pelotas sobre algo que gusta, o va bien, o triunfa, y no solo hablo de programas de tv, ya me entiendes … parece que si alguien “triunfa”, algo malo debe haber detrás …
Como un buen amigo me dijo anoche: “si tuviera que ganar el que mejor CV tiene, para qué se hace un concurso? Precisamente estas sorpresas son las que dan vidilla y sentido a un programa así …” … no crees?
Lo único que hasta la fecha me ha chirriado un poco fue la repesa (tan pronto) de Honorato … si tuvo algo que ver con patrocinadores e historias, ya no lo sé … pero lo cierto y verdad es que las “lentejas potaje” que dieron con su rival en la calle, muy buen aspecto no tenían 😉
Pues anímate a comentar! 😉
un abracico!