22.55h, pestañas semi cerradas, comenzaba la quinta entrega de Top Chef. En las promos ya nos habían contado en qué consistirían las 3 pruebas: cocinar con productos envasados, frescos y “de aprovechamiento”. Alberto Chicote les calentaba anunciándoles que la inmunidad traería uno de los más “sabrosos” privilegios del programa. Aquí, la #gilicrónica de #topchef5, donde vivimos un auténtico jardín de egos más que un día en la huerta.
“Tendréis que hacer como l@s am@s de casa que tiran de envasados para salir del paso” … “los hijos no son tan duros como nuestro jurado”, los miedos de Richard se plasmarían en su plato minutos después. Private Montoro nos dejaba otra de sus perlas de empatía: “a mi me ponen la alfombra roja cuando voy en el supermercado, normalmente no bajo de 3000€”. Unas clases de expresividad lingüística necesita este chico. Todo lo bueno que sabe y hace, lo enturbia con estas “sobradas”. 5 min en la superficie del nuevo patrocinador del programa en la que Moño Rabioso estaba dispuesta a “correr como una gacela con calambres”. El que no llegara, no cocinaba. Filippettas llegaba el primero con sus 7 ingredientes y su sabia pachorra. Rakel Grititos infames y su inseparable apósito Melissa comenzaban su despliegue de insoportabilidad. La primera que si “el pibe inventó el mundo y se las sabe todas”. La segunda, confesaba tener enfilada también a Mª Rosa. Difícil tienen estas dos traspasar su acomplejada faja de soberbia para ver sus ombligos. Todo lo que les pasa es culpa de los demás.
Ya en las cocinas, Alberto, con una sonrisa maligna, les anunciaba una nueva sorpresita. ¿Estáis contentos con vuestra cesta de la compra? ¿Sí? Pues a los guionistas poco les importa, pasito a la derecha y a cocinar con los ingredientes escogidos por vuestro compañero. Las caras fueron las mismas que cuando te recetan una exploración anal a base de espinas de bambú. Mª Rosa Forqué tal vez fue la más perjudicada al tener que intentar adivinar que pasó por el inescrutable cráneo de Filippettas y su muesly más otras 6 cosas que se cayeron en su cesta. 30 minutos por delante para sacar un plato con las conservas escogidas por el de al lado. “Quiero que me reconozcan como cocinera”, continuaba en su diván de obsesiones Melissa. Todos al lío y el Jurado de Carabanchel nos contaba su receta del pil pil de pimientos de piquillo que me anoté al instante. Montoro, a pesar de preparar 365*5 recetas/año, “no había trabajado nunca” con lo que le tocó. ¡Qué cosas! Y el druida argentino confesaba ser “un pollo sin cabeza“. Lo adoro.
Paco Puros Highway Roncero sería el encargado esta semana de hacer la cata en esta PRUEBA DE INMUNIDAD. Lo primero en llevarse a la boca sería el “Postre energético” preparado por Forqué. Sí, un postre, poco más. A saber lo que el druida argentino iba a preparar. Éste, no sé si en un alarde de sinceridad o de cobardía, le decía al juez “hazte un favor y salta”. Roncero tampoco le iba a discutir viendo la filippettada que se había marcado. Era el turno para Private Montoro y su “Sandwich volcán de morcilla emplatado a lo universitario borracho“. No merece más comentarios. La “Crema de boquerón y maiz” de Grititos Infames mostraba un aspecto visual de lujo y, por lo que vimos, también estaba bien rico. Recibió el ya clásico “gracias” del juez que casi siempre suele indicar el ganador. Doc Marcano ofrecía sus “Migas con sardinas y encurtidos más foie“, “ni la ruta 66”, “plano”. Manu The Covered y sus “Espárragos, guistantes al pesto y pudding de aspecto raro” sorprendieron a Puros Highway: “chispa, magia …”. Moño Rabioso, en otro despliegue de sabiduría en cocina, presentaba su “Milhoja de mar y tierra” a un nivel de sal perfecto para llevarse por delante a un jubilado. Pero claro, la culpa era de los ingredientes escogidos, no de ella que no tiene ni puta idea de “desalar”. A torcer el moño, perdón, el MORRO. El esperpento de anoche lo presentaría Richard Goodman. “Richard, tío …”, palabras de puro sentimiento las de Roncero. ¡Menuda mierdaca! Un ensalada la llamó. Prefiero olvidarlo. El último era Víctor El Celeste con su “Ventresca de atún con puré de garbanzos“. “Menos es más”, escuchaba. Tenía claro que no vería el brazalete ni en diapositivas. “El más destacado por su SABOR (ahora me acuerdo de lo que os contaba en Diálogos de cocina) fue finalmente el de Rakel que, para el jurado, resultó ser “un platazo”.
Y ahora, ¡a la huerta de Mendavia para la PRUEBA GRUPAL! Allí la inmune sería la encargada de formar los equipos. Con una mueca malvada, sabiéndose intocable y en otro alarde de escasa inteligencia militar, el pañuelo gris se lo entregaba a Montoro, Richard, Mª Rosa y Filippetti, señalando a estos dos como “elementos discordantes” a la hora de trabajar en equipo, equipo que, además, pensaba que se llevarían a parir alcachofas. Ni Napoleón en Rusia lo pudo hacer peor. Ella, continuaba con su risica y, por si nos quedaba alguna duda, se calzaba el pañuelo naranja para cocinar junto a su moño derecho. Pero lo que no esperaba era que el PRIVILEGIO fuera tener que decidir que alguien de su escuadra (por ser 5) se marchara directito y sin cocinar a la última oportunidad. Dijo dudar entre dos, Víctor o Manu, y fue finalmente éste quien escuchó su nombre.
El equipo gris escogía por unanimidad a Montoro como capitán y, en el naranja, la propia Rakel, daba la candidatura a Víctor. Filippetas nos confesaba que siempre quiso “ser jardinero”, nuestro jardinero fiel, siendo escogido por su equipo para recolectar las verduras, mientras que Doc lo fue por su rival. ¡Pobre Doc! ¡Bendita paciencia! Dispondrían de 60 minutos para preparar dos platos, uno frío y otro caliente para 20 hortelanos. El jardín de egos infieles estaba a punto de florecer. Desde el segundo uno comprobamos la incapacidad de Víctor de imponer sus ideas (si es que realmente las tuvo en algún momento) y de Rakel de cerrar esa boca ni en un tanque de residuos tóxicos. Discutió la gelatina ideada por su supuesto capitán, por supuesto, siempre con el apoyo de Moño Rabioso. Entre las dos aprovecharon que Doc estaba faenando para batir el récord maratoniano de cross huertano para golpear una y otra vez a su mando y no precisamente de buenas maneras, no. Gritos, insultos, menosprecios … el modus operandi de estas dos “cocineras” desde el minuto uno. Toda esta mierda me sobra. No quiero que esta cuarta edición se joda por cosas como ellas.
Tampoco Víctor supo imponerse y ya siempre nos quedará la duda de si tenía claro o no qué coño quería preparar porque si por él hubiese sido, aquella huerta hubiese quedado como una pradera de Vietnam. La gelatina inicial les pareció una aberración a sus díscolas discípulas y ya todo se convirtió en un caos con el pobre Marcano corriendo de aquí para allá arrasando con todo lo que le decían. Filippetti, demostró su vocación. “¿Nos dejas fluir?”, espetaba Rakel a su jefe, lo que viene siendo un “deja de calentarme la oreja que aquí se va a hacer lo que me sale a mi de los gritos”. Moño Rabioso no cesaba de rajar por lo bajini … que si falta quinoa, que esto con lechuga es una mierda, coge acelgas … todo un cúmulo insoportable de despropósitos que acababa con un nuevo “olla´s gate”. Se masca la tragedia en esta edición. Los cardos no saldrían de ella. Víctor, agobiado, se puso a emplatar a manaza limpia la ensalada que finalmente sacaron. “Se humilde”, espetaba Rakel … la más indicada para ese apunte, sí. Filippetti disfrutaba con todo lo que contemplaba: “que se coma sus palabras”. Así pensaba yo también.
El tiempo terminaba y la catástrofe se hizo realidad. No fueron capaces de sacar el segundo plato y Manu, desde el palco, dejaba clara su visión, una visión que comparto al 85%: “le habéis hecho el boicot”, lo que provocaba que “Con mi Moño Rebelde cocino mejor que las Estrellitas” le llamara “el mesías que viene a salvar la cocina de Víctor”. Insoportable. Para la cata con los hortelanos, el programa invitó a Floren Domezain, que se arrepintió de haber recibido el telegrama. El equipo naranja presentaba su “Ensalada de quinoa, piquillo y encurtidos” ante la vergüenza de Marcano: “si 4 personas no somos capaces de darles de comer a 20 …”. Turno para la literatura empalagosa y el peloteo sonrojante de Private Montoro para servir su “Homenaje al hortelano” (gazpacho) y el “Canelón de la huerta”. Cuando todo hacía indicar que también por sabor ganarían, las opiniones de los comensales y del propio jurado nos le dejaba en buen lugar. El invitado de honor se declaraba decepcionado ante tal despropósito con las verduras (y yo me acordaba de que este viernes me voy a comer a La Taúlla). Llegaba el momento de desenvainar los cuchillos y, esta semana, poco zasca hubo: el gris ganaba la prueba y se iría directamente a mullir el sofá del almacén mientras que los demás se la jugarían en la última oportunidad.
En esta prueba tendrían que practicar la “Cocina de aprovechamiento“, donde utilizarían 3 ingredientes mínimo para preparar un plato con conejo. “Para una Estrella Michelín es muy difícil”, decía El Celeste. Menos mal que llegaba Nacho Manzano para recodarle la chorrada que acababa de soltar preparando su plato “Otoño”, elaborado a base de setas y restos de patata, piel de bacalao, … finalizando con un consejo a los concursantes: “imaginación al poder, al fin y al cabo, la cocina es imaginación”. 40 minutos por delante en los que Melissa decía que les “iba a reventar el culo”. El culo no sé, los tímpanos, en tu línea. No podía dejar de hacer su ridículo show con un animal muerto delante. Solos los animales son seres vivos para “ellos”: “está morado el pobrecito … esto es lo que más rabia me da, matar a un animal” … (silencio de 3 segundos) … Ella y Doc eran los favoritos para abandonar las cocinas de #topchef5. La granadina, en un alarde de compañerismo, negaba un poco de mantequilla a Víctor diciéndole que había cogido lo justo para su receta, cuando tenía TODA la que había en la despensa. El peruano, como un hobbit escurridizo, aprovechó que su amiguita hablaba con Roncero y Manzano para coger lo que necesitaba. Me gustaría ver su cara anoche desde su casa cuando lo viera. Aparecía entonces la #ChicoteDuda, primero con el escabeche de mejillón de Doc y segundo, con el puré no ligado de Moño Rebelde. Montoro dejaba su última sobrada: “no me interesa que se vayan los mejores”. Voy al baño.
Llegaba el momento de la verdad y la cata final comenzaba por el “Conejo con queso, espárragos, lombarda …” de Manu donde el conejo perdía protagonismo a pesar de resultar un plato que a Alberto le gustó. Melissa, contaminada por la poesía de yate de Montoro, presentaba su “Conejo en el campo” (brócoli, piel de zanahoria y cebolla y ralladura de naranja …) con un conejito casi crudo. Le daría palo tostarlo demasiado por si aún respiraba. Ya se las veía venir gracias a sus (ella dice que dos, yo diría que unos cuantos más) duendes. “Conejo con desperdicio” de Víctor era el siguiente y su íntima amiga, en una nueva demostración de que es caso clínico, soltaba sin mover el moño que “su plato estaba por encima”. El jurado dejaría de mover bigote anoche con el “Escabeche avinagrao” de Marcano y el conejo pasado, aunque le moló la idea a Susi. Acojonamiento supino servido. El Jurado exoneraba de más minutos de angustia a Manu y Víctor (que no podía disimular su sonrisa), dejando a Marcano con los huevos en la calva repleta de “incertidumbre, angustia y miedo”. Finalmente Alberto le nombraba como merecedor de una semana más de concurso y yo, me alegraba y volvía a acertar la porra. El Moño con vida propia de Melissa se torcía aún más y comenzaba su llantina: “he hecho tantas cosas en la cocina flipantes que aquí no he podido hacer, sin ir a una escuela” … “mi cocina es viva y llena de amor”, no como tu comportamiento con los demás. “Voy a ser natural, transparente y guerrera”, decía, yo añadiría que un poco callada, mejor. Despidiéndose amenazando con volver en una hipotética repesca que rezo a los Primigenios porque no le sea plácida. Nadie sabía cocinar excepto ella, no hace falta que vuelva, nos ha quedado claro … ¡Mucha suerte!
Quinta entrega divertida y emocionante pero en la que hemos vuelto un poco a lo que pensábamos habíamos dejado atrás: el reality. Imagino que será difícil desechar este material que por sí mismas segregan las dos amigas inseparables, ahora desmembradas. Tampoco se me ocurre mejor manera de mostrarnos el desastroso despliegue de medios que el equipo naranja mostró. Viendo la promo del episodio que viene comprobamos que Rakel sigue su guerra particular con todo pene sudamericano que se mueva a su alrededor a base de chillidos y unas formas dignas una pandilla de trolls. Aún así, sigue hablando de “educación”. Cruzaré los dedos para la próxima expulsión. No soporto a alguien que es incapaz de saber cuándo estar un puto minutito callada, lo siento. Anoche sufrimos un nuevo castigo y experimento con la publicidad y el horario. Parece no importarles mucho las quejas continuas de la audiencia y el gran porcentaje que se va a la cama sin verlo terminar. Al menos sabéis que siempre podréis contar con las #gilicrónicas. Deseando que llegue la semana que viene para mi prueba favorita del programa: guerra de restaurantes … ojo al trabajo en la sala de máquinas de @scientist_pi para #topchef6.
(Foto portada: @scientist_pi & El Clan del Bosco)
@disparatedeJavi
Por fin se fue Miss La culpa de todo lo que me pasa es de los demás.
Ojú, qué cansina. Lo siento, pero cuando tus esfuerzos van más a criticar a los demás que a intentar superarte a ti misma y enfrentarte a tus carencias … me cuesta aguantar a esas personas.
Rakel, idem de idem. Qué ganas de discutir. Qué ganas de criticar. Pero luego cuando se enfrentan ellas solas a una prueba … no salen tan bien paradas (bueno, Rakel parece que está despertando).
Y algún que otro ego bajaría yo. Que los hay que saben cocinar, pero también la cagan como el resto.
Para mi, Julio el mejor. Quizás no como cocinero o como ganador de Top Chef. Pero sí humilde y sabiendo reconocer sus errores.
El tema de la publicidad ya es pasarse de castaño oscuro, pero como el programa tiene éxito, van a seguir con su “historia interminable”.
Muy buena la gilicrónica de esta semana.
Pues sí, estas expulsiones son las que casi se piden a gritos … esta chica me da que tiene un gran complejo de inferioridad y otros desórdenes, si te soy sincero … también sabes que luego todo esto es televisión y nos ponen el montaje que les cuadra a ellos, pero negar la evidencia también sería de necios … 😉
Gracias por echar el ratico con la #gilicrónica! 😉