Como el clásico de John Schlesinger del 76 #TopChef7 nos iba a dejar imágenes para no borrar de nuestras retinas. Algunas, sin duda, de máximo terror óptico. ¡A correr se había dicho si los #concurChefs no querían sufrir al doctor Szell infligiéndoles el dolor de tener que abandonar el programa en su séptima semana de competición. Una semana más, aquí, la #giliCrónica de una carrera sufrida.
La INMUNIDAD iba a depender de cómo descuartizaran un solomillo en sus cuatro partes (cordón o rosario, cabeza, cola y tronco). Deberían preparar tres trozos (tournedo) al punto, poco hecho y más bien pasadete. Paco Roncero les advertía que, de no hacerlo ninguno perfecto, el brazalete quedaría guardado en algún cajón del atrezzo. Sergio se mostraba confiado por su “habilidad limpiando solomillos en las bodas” y Platero lo “veía tan fácil que no puedes cagarla” hasta que Alberto Chicote mostraba con una sonrisa maléfica las tarjetas rojas que verían los cocineros si el Jurado comprobaba que su trabajo no era el correcto. 30 minutos por delante para empezar la marathon. El que primero terminara … y bien, se llevaría el pase a la octava semana.
Platero decía haber preparado alguno que otro, Álex bastantes y Luca comenzaba el trabajo con la sombra del de Carabanchel al acecho en batería de #ChicoteDudas. Momentazo el de Maese Cámara controlando los nervios. Pero no solo él sufriría el espectro de la indecisión bajo la atenta mirada del Jurado. Montse se las veía con Paco Roncero quien al ver cómo se había cargado de pleno el filete le enseñaba la primera red card: “esto es para dos partidos de expulsión” … sin duda. La siguiente en desfilar a vestuarios fue Mari Paz a pesar de pedirle que no le “mirara su solomillo“. Pasó de limpiar el resto de partes. La tercera fue para Luca tras dejarse parte de la cabeza colgandera y la cuarta para Oriol y su cálculo erróneo de las piezas (“se me dan bastante bien los puntos“, decía … y los puntazos también). Álex el siguiente por destrozar en sentido contrario la carne y limpiarla dejando chicha como para un banquete a pesar de que él no lo veía así: “majete, al almacén“, sentenciaba el colegiado Roncero.
Platero, Sergio y Marcel recibían la aprobación carnicera y se disponían a cocinarla. Bastard, convencido de su trabajo, fue el primero que se atrevía a servir las piezas. El punto casi idéntico de las dos últimas y la crudeza extrema del primero le hicieron ir a la ducha con la quinta cartulina de la prueba. “Por ansisoso“, decía el valenciano de la trufada rápida. En este punto Platero y Marcel estaban igualados. Solo unos pocos segundos perdidos por el primero en la limpieza de la pieza otorgaron la ventaja suficiente para que el alemán cumpliera su deseo de seguir avanzando en la competición. “Ahora, preparaos que váis a correr como locos“, era la advertencia de Alberto para terminar esta primera prueba.
PRUEBA GRUPAL. Llegaba el momento de calzarse las zapas según la pisada de cada uno. “Váis a cocinar por relevos“, aclaraba Susi. A Montse se le cruzaban los ligamentos cerebrales y Oriol nos decía que le encantaba correr como “Los caballeros de la mesa cuadrada”, al ritmo de “tucutú, tucutú, tucutú” … ¡Basta! Paco ponía en duda el estado de forma de Platero, algo que no le hacía mucha gracia a éste: “Me parto contigo man!” jajajajaja. Ayer, sembraito. Los relevos se distribuirían así: el primero escogería producto y materiales, el segundo empezaría a cocinar y así hasta llegar al último que debería emplatar y servir. Como veríamos después no resultaría tan sencillo el currele del último corredor. 15 minutos tendrían en cada parada. Marcel, como inmune, elegiría al Jefe de Cocina del otro equipo, siendo Ripley la escogida. El recuerdo de verla “no currar” en la batalla de restaurantes le empujó a querer verla en acción. La obsesión del temita sigue. Así, los equipos estarían formados por “Free Jeta Style”, #MeLaTrufa, Ripley y Maese Cámara con el pañuelo gris y Sergio, Álex, Montse y “el alemán ahora impaciente” con el naranja. Pero ayer el Jurado estaba juguetón y cambió todo por sorpresa. Al ser Montse y Oriol los últimos en ser escogidos por sus jefes y, como dijo Roncero, “los últimos serían los primeros“, pasando a ser ellos los jefes y organizadores del pequeño marathon estresante. Tras la planificación de la carrera en que vimos a Sergio imponerse para ser el “emplatador oficial”, las salidas quedaron así: en el carril izquierdo Platero, Luca, Ripley y Oriol y, en el derecho, Marcel, Álex, Montse y el propio Bastard.
Los invitados y jueces en esta ocasión “no tenían estrellas, sino medallas”: Almudena Cid, Amaya Valdemoro, Mónica Sáez, Ona Carbonell, Pol Espagaró, Aritz Aramburu y Reyes Estévez. 10 raciones a preparar en 60 minutos. Chicote daba la salida pero el Jurado no se iba a librar de dar unas zancadas y ahí que Susi, Alberto y Paco (este último ya “rodao” y que se gustaba cada vez que tenía que dar un apretón) se marcaran unos 200m abruptos para deleite del regidor. Pero, sin duda, ver la melena al viento de Luca fue … fue … Al final todos se lo pasaron “pipa”. Tras el trote cochinero que se metieron, Marcel y Platero se vacilaban mutuamente lo que acababa en un “Chistaco!” del valenciano. Éste pensaba en una pasta negra con calamar y verduras y dejaba pistas al compañero siguiente picando mogollón de cosas y metiendo otras por “si aca”. El alemán, por su parte, pensaba en una pasta siciliana con almejas.
Pasaban los primeros 15 minutos y el carrito de los marrones llegaba a la siguiente parada. Álex parecía tener una capacidad de observación digna del doctor Watson diciendo que “era muy simple” lo que su compañero había querido decirle con todo lo que le había preparado. No fue tan simple luego encender los fuegos. Oriol se frotaba en meta pensando en su “free style de la hostiaaaaa” (y tanto!) y Montse y Mari Paz, tercera parada, tenían a priori claro que serían ellas quienes cocieran la pasta. Eso decían … las dos. Luca seguía agobiándose con todo lo que le había dejado el valenciano y no centraba la guarnición de la pasta. El tiempo voló y tras el sufrimiento, “toma, ahí la lleváis” para las dos féminas. Y aquí, la decisión que cambió toda la estrategia de un equipo. ¡Montse decidió ni siquiera calentar el agua! No sabemos qué carajo le pasó por el cráneo pero no … que ella no cocía la pasta y no la coció. Con dos cojones. “Le da tiempo“, aseveraba entre dientes continuamente para ponerse a sofreir la verdura. Ripley y su cordura hicieron lo contrario. Paco Roncero y Alberto Chicote flipaban. En casa, también.
Llegaba el último relevo y Sergio se encontraba de lleno la movida. ¡Y qué movida! Intentaba que la pasta pudiera estar medio comestible quitando algo de agua de la olla … pero ni de coña. Oriol se encontraba la pasta perfecta (según él) y su escasa visión de equipo (recordemos que es “un artista“) le empujaba a preparar un pesto con avellanas machacadas a trozos grandes porque los deportistas deben masticar frutos secos así (decía) a pesar de todo lo que tenía en la mesa. Al momento cambió de opinión con su “loco style” y decidió hacer lo que mejor sabe: mezclar cosas sin sentido y llamarlas cocinar al libre albedrío del ritmo intermitente craneal. Tanto decir que Mari Paz no ha cocinado … y me parece que hay otro peor. Alberto sufría por los comensales al ver que faltaban 7 minutos y eso no tenía muy buena pinta para ninguno de los dos equipos: “habéis comido algo antes? Estamos sufriendo mucho“, les contestaba a los hambrientos deportistas. Sergio empezaba a sufrir de vergüenza sabiendo que debía servir algo que estaba mal, “incomible“. Los dos corrían a la mesa a servir sus platos y Oriol pedía la asistencia médica para respirar. Su rival, como una rosa: “menos mal que estoy en forma“, decía con una pose sin photoshop.
El “Trofie para campeones” del equipo naranja resultó como se esperaba: para campeones de dentaduras indestructibles: “esto está más duro que la coraza de Iron Man“, sentenciaba Chicote junto a Almudena Cid y su gracieja del “cuñao”. Sergio iba directo a echarle el puro a Montse y ésta empezaba con su auto defensa sin cabeza echándole, a su vez, la culpa a Álex (parte de razón tampoco le faltaba). Pero el plato de sus rivales (“Pasta de sepia y lo que le apetezca al señorito“) tampoco iba a enamorar a nadie: soso y con platos grasientos y manchados. La catalana seguía buscando donde agarrarse y le preguntaba a Mari Paz si a ella le había dado tiempo a algo más que a cocer la pasta y la manchega la respondía que a más de una cosa y de dos: “Zasca!“. El equipo gris era plenamente consciente de que si ganaban “con la mierda pinchada en un palo” que habían preparado sería únicamente por la pasta de su contrario. Llegaba el momento de desenvainar los cuchillos y como se preveía, fue el equipo naranja quien obtuvo la roja. “Yo me quiero ir ya“, decía Montse viendo gigantes a cada rincón que miraba. “Pues vete ya“, declaraba a cámara Sergio harto de no ver sinceridad en más de uno de sus compañeros de plató. “Si fuera justo se iría Montse”, continuaba. Cuando meten este tipo de comentarios … ya sabemos que la justicia no aparecerá.
Para la ÚLTIMA OPORTUNIDAD se les pediría que “cocinaran con la IMAGINACIÓN” y cuatro ingredientes: salmón, salchichón, turrón y ciruelas … ahí lo llevas. Y, para demostración y gustazo de todos, el plató recibía a María Marte, reciente Premio Nacional de Gastronomía 2014 al mejor Jefe de Cocina. Ya pudimos verla la edición anterior en la batalla de equipos al frente del Club Allard. ¿Alguien me envía una caja de ese plato? 45 minutos para la última creación de alguno de los tres. Todos se mostraban confiados y dispuestos a darle un revolcón a sus oponentes. Mientras tanto, en el almacén, las quinielas apuntaban a Montse y Clavijo.
Cuando parecía que todos tenían perfilada la idea, a 20 minutos para finalizar el tiempo, Alberto traía una nueva caja sorpresa que contenía “crestas de gallo” que había que integrar en el plato. Lo que parecía ser una jodienda resultó ser el remate del plato para todos aportando crunch. Curioso. El madrileño se daba besitos por ser tan altruista sin querer. Paco Roncero animaba a Sergio a ritmo de Leño y éste quería patentar su mezcla que pareció estar muy rica. Alex no se quitaba la palabra “intentar” de la boca lo se la dejaba meridiana a uno de los fans más radicales (tras el que suscribe): “como dijo Yoda, hazlo o no lo hagas, no lo intentes“. Los platos ciertamente tenían buena pinta los tres. No había ninguno que rajara córneas de horror.
Agotado el tiempo la cata comenzaba por Montse y su “Entrelíneas de salmón y salchichón con sal de oro”. Sal a kilos e ingredientes a porrillo. Una voz repetía … “se tiene que ir Montse” … Ya tenía claro que la catalana se quedaría. Alex y su “Tartar de salmón y gurullos de turrón y salchichón con Campari en exceso” amargó el paladar del Jurado. Finalemente, Sergio presentaba “Salmón con su emulsión patentada de turrón y salchichón” que sería demasiado dulce y empalagoso. A Paco Roncero le salía decir “postre” antes que “plato”. Ilustrador. Aún así decía que la piña y el salmón … molaban. ¿Lo teníamos todos claro, no? A pesar de eso, Oriol parecía seguir centrado en su obsesión de verlo fuera. El juicio final llegaba y Sergio era el mejor plato para el Jurado y el ganador de la oportunidad de seguir un programa más: “8 programas con 4 últimas oportunidades“, aseveraba orgulloso. No es para menos, la verdad. La decisión estaba entre Montse y Álex y, a pesar de la pequeña advertencia de Chicote a la catalana “me dijiste que ibas a darlo todo …, ejem ...”, era el sudamericano el que veía su carrera televisiva finalizada. “No he podido demostrar …” y Alberto le paraba diciéndole “si en 20 pruebas no has podido demostrar tu trabajo … vaya plan!!” (faltaba el Zás!) Se despedía del programa y compañeros entre lágrimas pero orgulloso de su paso a pesar de dejar una última apostilla que no me gustó: “me voy por culpa de otros compañeros que me han traído a la última oportunidad“. Recuerda que, ese mismo trabajo de otros compañeros, hicieron justo lo contrario, evitarte esa prueba en alguna otra ocasión. Unas veces gana el equipo y, otras, palma. Pero siempre en conjunto. ¡Buena suerte siempre Álex Clavijo!
Programa repleto de putadas y pruebas cachondonas. Las redes ardían anoche con el bombardeo indiscriminado de publicidad que hace que se alargue la emisión hasta la madrugada. Ciertamente, es abusivo. Sigo echando de menos manos, manos y más manos en pantalla. No tanto torso. Aún con todo, programa que nos tuvo enganchados a la grada de la pista. La semana que viene vuelve la prueba del amateur y el infierno de cocinar en pleno verano en Sevilla. ¡Y luego algun@ dice que no es duro esto, no! Pero la prueba que más espero, como buen Hobbit, será la de cocinar con cerveza que expulsará a un nuevo #concurChef previo lagrimeo de Susi … se masca la tragedia. Normalmente solo llora con las féminas …
Vamos con los highlights:
– Luca bajo la #ChicoteDuda: “parece que estás desactivando una bomba“.
– “He pillado mucho con los profesores en el colegio … pues Chicote es otro“, Oriol … poco pillaste!
– “Pues yo creo que Chicote va a coger todos los solomillos para llevárselos a casa y se los va a zampar“, jajajaja, Oriol en el almacén.
– Momento carrera del Jurado y el “vaaaaaaamos Susi” de Alberto. Con tacones y todo que se marcó la carrerita.
– La ilustradora definición de “free style”: “despertar cada día sin saber qué hacer” … nos queda claro, sin duda.
– “Yo de ti me pondría el casco“, Alberto a Pol Espargaró viendo la dureza de la pasta servida y que iban a saltar empastes por doquier.
– Ripley engordando con su “zasca” a Montse …
– María Marte … no hay que decir mucho más tampoco.
– “No lo admito en mi círculo“, Oriol sobre Sergio .. más que círculo … diría espiral.
Me quedo para cerrar con una frase de Montse … “cada día aprendemos” … En esto consiste todo.
Equipo “Disparata@”
GiliConcept Art & Writting by @disparatedeJavi
GiliMontaje Carátula by @silviacalavera & @evaqoliva