“El centro de campo del Barça no me gusta“, decía ayer un Robinson iluminado. Iluminado porque ayer pareció haber visto un destello objetivo cuando es una realidad que se contempla muchas semanas atrás. El Barça es un once situado muy, muy lejos del fútbol que se dice inventó. ¿Por qué? Más que sencillo.
Los días de vino y espectáculo marcados por el tridente Xavi, Iniesta y Busquets se diluyeron hace mucho. No anoche en Anoeta. La prensa y el aficionado, a falta del “6” y “8”, carga tintas sobre el “5” del F.C. Barcelona preguntándose dónde está el jugador que todos conocemos. Aquel que ha mantenido a flote la medular ante la ausencia de sus dos ilustres maestros. Que si no está en forma, que si anda despistado, que si la renovación … cuando todo resulta más evidente que dichas pamplinas de taburete. Rakitic o André Gomes no son ni la sombra de los dos ilustres añorados por la afición culé. Que Rafinha no juegue por decreto solo Luis Enrique sabrá por qué. O tal vez sea el precio de sus otros fichajes la verdadera y lamentable explicación. Que Arda siga estando en nómina continua haciendo reir a los colchoneros. En definitiva, una política de fichajes errónea para configurar lo que hace funcionar a una escuadra.
No hay nadie en ese centro campo capaz de romper líneas con un par de regates, arrancadas o cambio de ritmo. Tampoco lo hay con la visión de Xavi e Iniesta a la hora de meter balones por donde nadie los ve. El Barça ha sido un equipo acostumbrado a tener la posesión de la pelota y jugar con la paciencia de las defensas rivales hasta encontrar la salida. Pero ya no es así. El croata ha sabido mantener el tipo ante la salida de Xavi pero si así lo hizo/hace ha sido porque don Andrés Iniesta cargó sobre sus botas la doble función. Se habla mucho de la Messidependencia pero habría que mirar más al “8” azulgrana. El verdadero baluarte de la circulación del esférico en Can Barça.
Así será muy difícil ganar la Liga
(Gerard Piqué)
¿Sólo la Liga?
Desde hace un par de temporadas, el equipo ha ido derivando más a la espera tranquila que al ataque sobando el esférico. Espera para recuperar el balón y salir a la contra fugaz teniendo a los tres matadores en sus filas. ¿No os recuerda toda esta palabrería a los debates eternos con la BBC? Cuando el manchego está sobre el piso, Messi tiene mayor libertad y rapidez de movimientos. Sin él, el argentino tiene mayor responsabilidad sobre el juego del equipo: finalización y creación. Y, cuando no está para doblar puestos, el Barça se convierte en un equipo absolutamente diluido, sin ritmo, presencia y una defensa capaz de sonrojar a cualquiera, alimentada por la pereza a la hora de ayudar de los Neymar o Suárez. ¿Os sigue sonando la cancioncita?
Como anoche. La Real Sociedad pasó por encima de sus rivales con similar propuesta futbolística. Solo que los txuri-urdines sí lo hicieron todos al mismo compás. Un chispazo de Neymar por banda y asistencia al mejor socio que pueda tener un futbolista, salvaron un punto en un campo ya maldito para el F.C. Barcelona. Un campo de donde deberían haber salido goleados.
Llevo meses preguntándome a qué juegan los de Concha Espina y es hora de realizarse la misma pregunta con los culés. Hasta su prensa se lo cuestiona ahora por mucho que los síntomas fueran evidentes hace meses. Eso sí, mientras tanto, el Real Madrid del “inexperto Zidane” sigue sumando puntos y partidos invicto. ¿Son los primeros síntomas de un nuevo cambio de ciclo en el fútbol español? Vosotros diréis, una vez más, si solo digo #disparates y mi visión es la de un vikingo invidente o, por contra, admitis lo palpable para cualquiera que mire el piso con retinas cristalinas.
(Foto portada: Madrid-Barcelona.com)
@disparatedeJavi
Parecidos razonables … hoy, 9 feb 2017:
http://www.marca.com/blogs/tribuna-y-tribuneros/2017/02/09/lo-que-messi-pide-al-barca-para-renovar.html