Descubrir a Ricky Gervais ahora es ridículo. Disfrutar de “After Life” en Netflix, un deber. La mini serie de este genio amado y odiado a partes iguales es de visionado obligado. Que la vida es un regalo todos lo sabemos solo que, a menudo, demasiado a menudo, olvidamos lo maravillosa que puede ser. Aquí, mi agradecida #gilicrónica.
Todo en esta deliciosa producción me ha atrapado desde el inicio. Una dosis perfecta donde saborear los momentos amargos, dulces, salados, agrios y umamis que te envuelven a lo largo de tu camino. Tal vez sea porque mi barba peine canas hace tiempo. Quizás los sinsabores que me han rodeado en estos últimos tiempos y que, como a Tony, me hicieron imposible disfrutar de verdad de todo lo grande que me rodea hayan tenido la culpa de haberme enamorado de ella. Lo cierto y verdad es que estas historias siempre son necesarias. Mucho más que puro entretenimiento.
Cómo lidiar con el dolor, la tristeza y un entorno que crees no merecer. Unos personajes sencillamente maravillosos. Un cuñado que todos querríamos tener. La dulce y matemática sabiduría de la mujer. Historias locales que te saltan el lagrimal a base de carcajadas. Vuelcos emocionales acto seguido. Diálogos que te llegan hasta lo más profundo de tu costra defensiva. Momentos musicales inolvidables. Miradas que lo dicen todo y más. Simples gestos que pueden completar un día entero. Amor, mucho. Y una historia en la que, el que más y el que menos, verse reflejado. Un pequeño cuento u oda a la felicidad. A que todos nos merecemos vivir por y para ser felices. ¿Qué objetivo hay mejor que el de disfrutar? De un modo u otro. Cada uno a su estilo. Pero siempre con un telón de fondo que hasta los científicos han afirmado una y otra vez: el ayudar e intentar hacer feliz al prójimo siempre nos ayuda a crecer. Y, por supuesto, crítica. Una feroz que subyace bajo el cariño que empapa la serie `pero no por ello menos importante.
Una mezcla perfecta donde reir, llorar, suspirar, pensar. Pensar y ser consciente de la realidad y de cómo adaptarla a cada uno. Pura delicia que sí, esta vez, os ordeno que veáis. Tres horas de vuestro tiempo que agradeceréis más allá. Os va a regalar momentos que os recordará por qué estáis vivos.
@disparatedeJavi