¿Habéis despejado vuestras pestañas de legañas con textura similar a la baba de Xenomorfo? A mi me ha costado, pero poder sentar mis posaderas en el sofá y ver la vuelta de @pesadillacocina y el Jedi (más que nunca en El Rocío) @albertochicote, es todo un aliciente!
Taberna “La Concha”.
La vuelta, sin duda, ha venido cargadita de emociones, por no decir “semihostiones“. Menudo comienzo. El primer programa se trasladó a El Rocío, en Huelva, para poder ayudar a alguien con un carácter tan estable como los genitales de Hulk. Mecha corta es poco lo que tenía este “amigo de las bandejas” de nombre Antonio (42 años y tres negocios hundidos con anterioridad), devoto de esa Iglesia que no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo y, a su vez, casado con Andrés, el cocinero. Todo una “sinfonía de contradicciones” que nos hacía imaginar las que iba a pasar el de Carabanchel.
Haciendo su entrada le recibían los padres del susodicho. Al parecer con bastante participación el carácter de su hijo. “Las dos manos le estamos echando“, decía la madre (mención aparte merece también la señora, eh!). Porque, visto lo visto, si le hubieras soltado al principio una buena hostia, lo mismo hasta encontraba el sabor de su salmorejo. ¡Ojo! que no estoy fomentando la violencia paternal, que ya me veo en boca de asociaciones pro derechos de “alteraos”. La comidilla general era que todo era un “caos de organización” y que, entre crisis y crisis de rayos ultravioleta, la comida era literalmente BASURA.
Por allí merodeaba Andrés, su marido, que hacía las veces de cocinero o mejor dicho, “recalentador” de platos. El padre tragando sangre y vergüenza por cada rincón. Las camareras con toque “macarra” daban la nota de “cuchicheo” y Trini, la figurante de la cocina. El sitio, al llegar Alberto, ya pudimos comprobar cómo era: FEO DE COJONES. La entrada parecía una manifestación contra la reproducción asistida del cormorán nepalí a pesar de estar enclavado en un paraje donde los clientes (turistas) vienen solos sin necesidad de publicidad. Un hándicap fundamental, amén del carácter del “propietario: ¿Alguien entendía realmente lo que decía este personaje? Pues en ese ambiente de estar destrozando su vida y la de los de alrededor, empezaba esta nueva andanza de Chicote, bautizado hoy como “ChicoThor” viendo a quién se enfrentaba.
El “Hulk del Rocío” tenía excusas para todo y todos y, por supuesto, ninguna iba dirigida a su persona. El resto del mundo era culpable de que los tres negocios anteriores los hubiese tenido que cerrar: “que si el lugar, que si los camareros, …” pero olvidaba que tenía a su madre con las dos rodillas operadas currando como una negra. Eso sí, a la señora, se la veía encantada de estar “manejando todo el cotarro“. “Lo más grande, la Virgen del Rocío y mi madre” … Pues ya está dicho todo, ¿no?
Allí que sentaba sus posaderas el Maestro, no sin antes comprobar de boca de las camareras cómo le habían mentido “como un bellaco” y le advertían de lo que se iba a meter en la boca: la paella se iba recalentando a medida que iban llegando comensales (el anuncio de Arroz Brillante de Top Chef ha hecho mucho daño), hojas de reclamaciones amontonadas en el cajón junto a las facturas de psiquiatra, posibilidad de encontrar cucarachas en la comida (porque, “los pelos en la ensalada“, los ponían los propios clientes, según el Bruce Banner de Huelva), el salmorejo incomible y la ensaladilla con mayonesa ácida. ¡Eso sí! Antes de empezar a angustiarnos con lo que le servirían, la señora “Bates” hacía levantarse al de Carabanchel para pasarle la bayetica.
Y aquí llegaba la primera crisis. Crisis en el microondas. Hulk empezaba a encenderse al echarle la culpa a alguien por haber manipulado el micro sin su permiso! Estallaba a grito “pelao” para aumentar su alteración nerviosa con “que me muera ahora mismo si esa paella está mala” o “a ver si nos enteramos que esto es una taberna! no un restaurante, no tengo ni cucharas, ni tenedores ni ladrillos!!” mientras que “la Trini” seguía en su posición y Chicote le decía “no me vas a echar tan fácil“, tras hablar con las víctimas del caciquismo infantil de este … devoto. Allí que empezaba el SERVICIO y comprobamos que, en parte, tenía razón el restaurador radioactivo: los camareros se hacían un lío con las mesas, las comandas y Antonio nos daba su versión de por qué recalentaba continuamente el arroz (porque claro, pensar en comprar una paellera más pequeña, como que la Virgen no le iluminó en eso). Tras otra crisis sale disparado hacia la ermita ante la “flipada” de Chicote: “Voy a ver a la Virgen que me ha llamado“. Cuando consigue volver e interactuar con él, llega un highlight con Hulk concentrándose en la cruz y Alberto con cara de … “pero qué cojones!”.
Gambas congeladas (en Huelva), aceite patético (idem), un sitio precioso en manos de un mutante que mueve los cuchillos a milímetros de las mejillas de sus invitados … y llegó el momento que me hizo perder la diplomacia (escasa) que guardaba: un puto pelo en la ensalada. Lo que más ASCO me produce y por lo que me he levantado de la mesa en más de una ocasión. Es lo único que realmente me produce una arcada digna de resultado final. Y el muy … diciendo que lo habría puesto ella! Que lo hacen muchos! Mientras soltaba esa majadería sin inmutarse, una cucaracha “del tamaño de un Harrier” cruzaba de lado a lado la Romería de locura que estaba viviendo Alberto.
Eso sí, a punto de una nueva crisis al ritmo de unos brazos que se movían como los de C3PO en la cena con los Ewoks: crisis del tabaco. 15 minutos para fumar cada hora porque él no era un “negrero” como Chicote (jajajaja) y el Ministerio de Sanidad se la pelaba aunque su propio padre le estuviera diciendo que dejara de hacer el niñato, por no decir el . Equilibrio, desde luego, no nos mostraba. “Tendrás 41 años, pero aquí (toc, toc con el dedito en la frente) tienes 6“, le decía el Chef. Es entonces cuando Alberto se inventaba una giliprueba para ver el nivel de profesionalidad de los camareros. Como se veía venir, no dieron ni una! La imagen de Hulk riendo y engordando por dentro me hizo sentir pena definitiva. Una vez más, la señora “Bates” se acercaba para dar la cara por su hijo y Alberto pasaba “otro trago”.
Pero ojo, llegaba la prueba de fuego con un autobús de 18 jubilados con el tiempo justo de una hora para tomarse el menú, la pastilla y salir cortando. Se mascaba una nueva crisis. Andrés, su marido, llorando por las esquinas sin saber qué hacer y el otro, a lo suyo, berreando, destrozando y haciendo méritos para recibir “una detrás de otra”. ¿Qué hizo Alberto? Lo que mejor sabe, currar y pasar de ese … de ése: “No quiero una avispa en mi oreja” le decía al Maestro. Hasta que el momento que se había grabado en nuestros cráneos tras las “promos” hacía su aparición: Hulk versus ChicoThor. Face to face en la que le espetaba el gigante verde: “Tú y yo fuera sin cámaras“. La cara de Alberto, un poema. Pero no acababa ahí la cosa, corriendo como la loca que es, se encerraba en el baño y Alberto estallaba diciéndole “YA ESTÁ BIEN!! SE ACABÓ HACER EL CANELO!!“
Momentazo musical: “This is the end“, The Doors. Todo dios allí quería salir cortando y dejar a la masa desequilibrada pescando camarones en la laguna. Pero Alberto pidió un último esfuerzo a Andrés, el último. Concedido. Llegaba el posible Momento Patata. Pero nada más lejos de la realidad, como también esperaba. “Eres un egoísta que solo piensas en ti, y estás destrozando tus tres sueños“. Sus lágrimas, a mi, poco me dijeron más allá de ratificarme en mi diagnóstico clínico. La “Reforma” llegó y el local, bonito y rociero se quedó. Antes parecía un local de culto vudú más que devoto. Empezaba la recta final viendo a Antonio acariciar los michelines de su chico y hablarle soltando mantequilla y no ácido. No sé si os distéis cuenta, pero, el momento “tranquilidad” llegó cuando la señora Bates no pululaba por allí. Significativo también. El servicio, como suele ser habitual en el programa, salvó los muebles con la colaboración de “Siempre Así” cantándole “A mi manera”. Alberto, en la despedida, hacía hincapié en la sonrisa de Andrés que había vuelto, porque, la de Hulk, a mi, lo único que me decía era “sí, sí, tira, que ahora ya me quedo yo aquí“.
Tal vez funcione con las velas y ofrendas a la Virgen, pero este gilicronista lo tiene claro: los gritos y destrozos se están produciendo mientras que escribo estas líneas. Vamos con los Highlights que hubo “a mareas”!!
– “Me estoy dando cuenta de que tú eres un negrero“, Hulk a ChicoThor,
– “No puedo ni salir a orinar“, decía la señora Bates mientras que la camarera rubia de cejas penetrantes nos cuchicheaba que “jeta” era poco lo que le echaba!
-“Encontré una cucaracha en las alMóndigas“, creo que la RAE ya reconoce ese término.
– “Esto es una taberna, y no un restaurante, no tengo ni cucharas, ni tenedores ni ladrillos“, jajajajaja, para mi, de lo mejorcito.
– La posición inamovible entre toma y toma de “la Trini“.
– Momento “cruz” con la cara del Maestro y los efectos de sonido …
– “Eso es de cateto“, le decía Hulk a Alberto cuando esté aliñaba la ensalada toda juntita para no engrasar los platos.
– Pero, ante todo, me quedo con la vocecita que tenía el doctor Banner de El Rocío. Ininteligible por momentos y con un tono digno de … bueno, poned vosotros el adjetivo y/o apelativo que no quiero que me tachen de nada que no soy. Pero, serlo, lo es! “)
¡¡ Buena suerte chaval!! Porque mínimo, eso, vas a necesitar.
“Las Noches de Moscú”, Malasaña, Madrid.
En el segundo, pasamos del rodeo y doma que tuvo que hacer Alberto con el dueño “nitroglicerínico”, a lo que, entre nosotros y unas cañas, se llaman CERDOS y VAGOS. No he estado en Moscú, pero dudo que la sensación de meterte en la boca esos …. venga va, platos, se asemeje lo más mínimo a coronarme un gorro del lugar y disfrutar de una velada en la capital “roja”. En el mítico y grandioso barrio madrileño de Malasaña, este restaurante montado hace más de 30 años por Raúl (“Niño de la guerra“), pasó de sus manos hace unos cuatro a su nieta (Tania) y su marido Nourddine “Cage“. Otro ejemplo más de la lucha conceptual entre generaciones de cómo hacer y ver las cosas. Acompañados en semejante cerdada, el comando siberiano lo completaban: Vasil, el carnicero de Rostov sin título, Mariya la cacique del metro cuadrado y el ayudante surfero que no me acuerdo de su nombre (ni él de una sola receta!). Vamos, un cásting de Guy Ritchie, completado con Nani, el “cañí”. Éste, al menos, parecía hacer su trabajo.
Chicote se reunía con este buen hombre que contaba su historia (para contraer genitales) y le animaba a caminar 20 min hasta el garito (jejejeje en ese momento pensé “ahora le dices a cualquier de andar 20 min y te dice, pero de qué vas!”) Nada más llegar Alberto ya le soltó la primera al “Cage de Minsk“: “Aquí se huele a vino” … ¡Y tanto! Tania nos advertía que incluso habían llegado “a las manos” y en la cocina veíamos una auténtica mafia montada en pocos y grasientos metros cuadrados. Al restaurante, como bien lo definió el Chef, “no le faltaba de nada, y le sobraba de todo” ya que parecía el almacén de un enfermo con el síndrome de Diógenes. Nourddine “Leaving Malasaña”, le pedía algo de pan para servir al Maestro y ya veíamos la primera muestra de cómo marchaba todo: “qué pasa, que soy la cocinera, y a mi me toca toda la mierda?“! ….. ¿Partir pan? ¿mierda?
Ya sentado para deleitarse (por empezar siendo corteses), Alberto comprobó: los ahumados “de tercera”, un plato al que calificó como de “ruleta rusa, solo que aquí, daba igual el hueco del tambor que te tocara“, y un steak tartar repugnante con textura de paté para gatos. Pero lo más cachondo llegó con una … “brocheta colgandera” sobre multitud de … sobre algo muy, pero que muy asqueroso. ¡Eso sí! Para el surfero de Stalingrado, “Chicote no conocía la cocina rusa“. Como “tuiteé” ayer, “mierda, basura, malo no lo siguiente y lo peor” fueron TT en este segundo programa. ¡¡Qué asco coño!! “Hago esto porque es mi trabajo, si no, no me lo comería“. No me extraña Maestro. Como era de esperar, la visita a la cocina sentenció más si cabe el “gulag” madrileño. Grasa limpiada el día anterior pero reposada durante vete a saber cuánto (enchufes con restos, trastos sucios guardados…), filtros de campana jubilados y la #fraSentencia que llegaba “Cocino desde los 17 años, y tengo 43, y ni en la mili he comido tan mal“. “El steak tartar es un PUTA MIERDA“.
Pero no había acabado el tormento visual: todo se preparaba en frío para servirlo recalentado, la pasta fresca congelada, se fríe sobre aceite helado que olía “como el sobaco de una cabra“, las gambas secas y repugnantes y mientras tanto, fuera, el maridito se ponía fino y la nieta servía tapones de vodka a diestro y siniestro intentando suavizar los continuos errores de la cocina (y de ella misma, claro): ni más ni menos que una media de 3 botellas/noche que desperdiciaban. Ahí que Alberto salió en busca del marido y su caraja: “Soy el que más curra de aquí, pero tengo derecho a echar un pito“. ¡Coño! Es acojonante la cantidad de gente que trabaja más que nadie con derecho a fumar.
Llegaba el momento “charleta” a la nieta. Alberto lo intentaba antes de empezar el servicio y le pedía que tomara las riendas de una vez. Así que, eso hizo, o intentó: le dió el mando de la cocina a la rebelde Mariya que echaba una mirada de hielo alrededor. Pues nada, al lío no? Sí, sí, pero no en ese sentido. Unas setas con nata que daba asco mirarlas, la primera en la frente. Vasyl nos mostraba sus virtudes. Las sigo buscando. Highlight maximus: “yo no hago el tartar con esa carne porque no es buey …“. Una vez convencido de que lo era, suelta “es que esa carne no está limpia“, para terminar (redoble!!!) diciendo que lo que allí tenía no era solomillo sino parte del cuello!!! Y aquí, claro, Chicote estalló! jajajajaja Como todos en el sofá, digo yo. “Es tu trabajo y chimpún” le espetaba al falso carnicero. Éste, no se lo tomó muy bien y amagó con pirarse definitivamente con el visto bueno del regidor. Segundos más tarde vimos como reculaba y era el primero que estaba en cola soportando la charleta del abuelo Raúl (pobre hombre, pijo). Para el servicio, se había ideado un reparto de estrellitas por cada fallo que se cometiera. ¿Resultado final? 22 estrellas que implicaban chupitos a granel!! “Tania, te he visto con ganas, pero te falta un huevo“.
Momento patata is coming. El chef reunía a todos en un banquete del parque y dejaba que fuera el abuelo el que les pusiera las pilas a todos: “no puedo decir nada más ni mejor que el abuelo … si esto no os llega ...”, pues no, Alberto, no lo veo, no lo veo … La reforma, me encantó. Me gustó mucho, las cosas como son. Eso sí, a mi, que no me esperen. Un cartel chulo y una decoración igual que remarcaban lo rojo de lo que allí se cocía. ¡Cómo viste la tarima eh! (inciso). Mariya se lanzaba a los brazos del madrileño al ver la reforma y limpieza de la cocina (qué poco va a durar así). La presentación de la nueva carta y los uniformes de @chefaportershop me arreglaron algo el estómago.
Empezaba el “último servicio” a la patria lejana sirviendo anchoas en lugar de atún, lo que detonaba que, el abuelo, sacara a la nieta de los pelos y le echara, ooooootra vez, el rapapolvos: “no me des explicaciones, hazlo“. Todo acabó mejor que empezó y llegó el momento motivación. Motivación que se quebraría como cristal demasiado fino en una bolsa del “Upper”. No me transmite serenidad, tranquilidad y entereza esta chica como para sacar esto adelante y si, a su lado, tenemos al “Nicolgas Cage de Malasaña“, pues la verdad, me da mucha pena Raúl. En cuanto se marchara Alberto de allí, la “mafia moscovita” camparía de nuevo a sus anchas. Tal vez me equivoque, pero ahora mismo, apostaría a que no.
Los Highlights de este segundo programa, los podría resumir en:
– Para Mariya, partir pan es similar a “que te toque toda la mierda“,
– “Es la peor comida que he probado en mi vida, la peor“, Chicote. “Hago esto porque es mi trabajo“, y tanto!
– “No me gusta currar con gente que no es honesta” (firmo)
– Chicote metiendo el dedo en el aceite que olía “a sobaco de cabra” …
– “No veo el mando, son todo excusas … eso sí, tu marido sí que está al mando de la botella“
– ** momento “El solomillo viene del cuello” fue el detonante de que la red del pajarito azul se colapsara! “)
– Me despido con la frase que siempre le digo a mi hijo y que, anoche, Chicote repitió mejor que el mayordomo de Bruce Wayne en “Batman Begins”: “¿Para qué nos caemos? Para volver a levantarnos“.
Gracias a tod@s por volver a acompañarme en estas #gilicrónicas. El nuevo diseño de la web by @silviacalavera, ¿os gusta? Os animo a que me digáis qué os parece. Si hay errores, como siempre, disculpadlos. La premura es un buen obstáculo para la gramática y ortografía. Esperaremos a la semana que viene a ver el “fregao” en que se mete @albertochicote y @pesadillacocina. Desde luego, fuerte, ha empezado. La diplomacia ha brillado por su ausencia en este estreno de web, pero no era para menos, ¿cierto?
@disparatedeJavi
Don Javier, te trato de usted aunque ya nos conocemos de tu blog. He de reconocer una cosa. No vi nada de Chicote hasta esta temporada y ahora…. soy un adicto. Ayer hasta la una de la mañana viendo episodios de la primera temporada. Me voy a confesar. Yo solo veía los highlights, los momentos en los que Chicote se encabrona y pensaba, “Joder que tipo más malencarao y desagradable”. Mal. Ahora que lo veo entero solo puedo pensar que si Lobezno entrase en esos bares 1) ni sistema inmunológico avanzado ni poderes de regeneración ni ostias, allí muere en nada porque esa comida, solo verla da arcadas. 2) Al bueno de Logan se le caerían las cuchillas de despedazar peña porque lo que compruebo es que hay gente que pone un bar que no serviría ni para sujetar un vaso y que encima no atienden a razones (el tío de Pinto del primer episodio, el loco que comentas hoy del bar andaluz), coño si eres un tarugo eres un tarugo. Yo pongo un restaurante y me dura dos semanas, pero lo sé y lo acepto. En fin, que ahora me toca tragar Chicote online todas las semanas. El problema es que hay veces me da pena de como estos inútiles arrastran a gente competente y honrada al abismo (el tío del DaVinci en Alicante que tenía dos hijos que eran unos tipos que daba gusto verlos, la pija insufrible de un bar mejicano en Barcelona…). Saludos y enhorabuena por el nuevo formato.
hey Adolfo! jajajaja … toooooda la razón!!! yo era un fiel seguidor del amigo Ramsay y cuando estrenaron el formato “spanish” tenía mis serias dudas. Pero Alberto Chicote me ganó desde le min 1!! Es un tio muy grande y desde luego, la paciencia de Jedi que demuestra … jajajajaja
Gracias por seguirme hasta esta nueva giliVersion 2.1 del blog! “) Y me alegro que te hayas enganchado al que “parte la pana” ahora en la tele (para seres medianamente inteligentes! jajajaja que ya sabes lo que pienso del 90% de la parrilla televisiva! 😛
un abrazo fuerte!!!
Probando, probando
eleee!!!
Muy bueno, después de haber visto los capítulos, leo estoy la sonrisa no se me quita de la boca, muy buenas apreciaciones.
Gracias Richi! y bienvenido!
Hola Javier,
Me encantas tus gilicronicas y yo también estoy enganchada a superchicote. La verdad es que el trabajo que hace es de todo inútil salvo para hacernos pasar un buen rato a los espectadores porque esos negocios no los levanta ni Chicote ni el Espíritu Santo . En el reparto de cerebros estos no estaban.
Un saludo.
jajajajjaa, hola María Victoria (intuyo) … bueno, inútil, tampoco … hay muchos de ellos que siguen ahí y van mejor que antes. Otros, sí que es cierto que se ve de lejos el resultado unos días después de que Alberto y el equipo los deje a su libre albedrío … Pero! para mi, lo más importante siempre (a parte de disfrutar, claro) es aprender, y en mi caso, siempre, siempre, algo aprendo viendo a los Maestros … “)
Bienvenida, y muchas gracias!