Muchos bytes se han descargado en mi cráneo desde aquel lejano día en que un buen amigo me decía que debía ver una serie donde el argumento del primer capítulo era que el Primer Ministro Británico debía sodomizar a un cerdo en streaming. Hoy, tras terminar la cuarta temporada de Black Mirror, me reafirmo en incluirla dentro de mis top five series tv. Aquí, mi #gilicrónica. Gracias de nuevo Netflix.
Seis nuevos episodios que consiguen anudarte la garganta y estómago. Que te avergüences como si no hubiera un mañana y que el terror invada tu futuro más inmediato. Que te lo pienses dos veces antes de llevarte el móvil al baño o controles tus numerosos impulsos diarios a mirar ese “espejo negro” de tu teléfono.
Discutir sobre qué episodio es mejor, peor, cuál sobra o es de relleno me parece absurdo. Todos y cada uno de ellos llegan directos a la línea de flotación craneal abriéndote un poco más los ojos sobre este mundo que navega a toda vela hacia la destrucción ética absoluta. Relaciones personales cada vez menos personales. Egoísmo alcanzando cotas insospechadas hasta para el despreciable humanoide. Fobias y obsesiones que controlar. Control que desemboca en deshumanización. Comodidad para dejar de pensar. Evitar el sufrimiento sacrificando tu fin existencial. El individuo por encima del todo. La necesidad de que otros rijan nuestro tiempo. Miedo, mucho miedo en todas sus formas. La extinción de la raza humana disfrazada de persecución de una sociedad perfecta. El siglo XXI y un futuro más que inmediato, ya vigente.
De estos nuevos seis episodios me quedo, por este orden, con Black Museum y sus guiños a episodios anteriores de la serie, tres historias en una; Hang the DJ, o el extremo de las apps para ligar y Arkangel, dirigido por Jodie Foster y que, a los que somos padres o queremos serlo algún día, nos recuerda que “hay cosas que es imposible controlemos”. USS Callister, como buen friki y viejuno me gustó por el atrezzo que rodea al rencor que nos muestra. Cocodrile (el egoísmo y el miedo a perder todo lo conseguido te pueden convertir en un animal, recordándonos que la intimidad es un bien escaso y al que hay que mimar) y Metalhead (las creaciones del propio hombre serán las que nos lleven al apocalipsis) son los dos más flojos de esta cuarta temporada para mi gusto aunque no por ello malignos, como he llegado a leer.
Black Mirror, imprescindible en la lista. Siempre.
@disparatedeJavi
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