Ya son varios los años los que llevo rabiando y denunciando ante las “autoridades” de La Manga del Mar Menor la impunidad con la que los pescadores faenan en zonas donde está prohibido. La contestación siempre ha sido la misma: “es muy difícil controlar todo el litoral de la zona con los escasos medios que tenemos“. Un paseito, unas fotos y una palmada resignada en la espalda es todo lo que he conseguido. Horas más tarde, días … las redes y sus manipuladores seguían en el mismo lugar.
Dicha imposibilidad de control podría hasta resultar comprensible en determinado momento (pleno verano) solo que, ese entendimiento altruista, desaparece cuando el puesto de Policía Local se haya a escasos metros de una de las zonas de baño que destrozan a diario estos PIRATAS del pescado. Mientras éstos arramblan y campan a sus anchas, en esa oficina, hay alguien pronunciando las mismas palabras que os digo haber escuchado repetidamente.
Poneos en situación: calita del Mar Menor donde familias, niños y jubilados comparten espacio, sal y baño con la escasa fauna marina que queda junto a las orillas en esta antaño preciada laguna. Ahora hay nuevos invitados para esos ratos de ocio: los pescadores, sus redes, su basura y deshechos. Les da exactamente igual que estés con tu hijo haciendo castillos de arena, ellos, a lo suyo, a llenar de BASURA cualquier centímero cuadrado de arena que les venga en gana: restos de pescado, cangrejos, moluscos, pepinos de mar e incluso anguilas … todo lo que a ellos no les suponga céntimo al bolsillo acaba en la orilla de la playa con el consiguiente mal olor y reclamo para mosquitos (como si no hubiera ya bastantes).
IMPUNIDAD ABSOLUTA. Por mi parte seguiré intentando tocarles los genitales todo lo posible a fin de que, al menos, cambien de zona y mis hijos puedan disfrutar (aunque sea a mucha menor escala de fauna) de algo que yo tuve la suerte de vivir y que, por unos, otros y muchos más, se muere cada verano un poco más. Puto ser humano.
@disparatedeJavi