Uno más. Otro estúpido debate – por llamarlo de algún modo – creado en torno a uno de los mejores centrales que La Roja ha tenido, Gerard Piqué. No vamos a descubrir ahora que al barcelonés le gusta más un charco que a un mosquito pero entiendo necesario parar esta sin razón de estupideces y barbaridades que se vomitan cada vez que el defensa se rasca los cojones. Se acabó la diplomacia verbal.
“Todo empezó contigo, gracias Kevin Roldán“. ¿Qué clase de individuo castigado cranealmente puede llevarse el pique de dos equipos rivales al combinado nacional? La respuesta es evidente y tiene semilla portuguesa. Soy madridista desde que sé atarme las zapatillas y, por supuesto, esas palabras a la hora de celebrar los títulos rivales escocieron. Pero ese escozor es parte del fútbol. Esos zascas que dan vidilla a las barras de los bares y los grupos de WahtsApp. Un escozor inmediato que lleva implícito, si tu cerebro recibe el suficiente riego, un remedio también instantáneo en forma de sonrisa y un “ya vendrá el siguiente partido”. ¡¡Como si hubiera sido el primero en acordarse del eterno rival a la hora de saltar con sus aficionados!!
A partir de ese momento, esa caverna a la que siempre me he negado a otorgar ni un segundo de vida y que, cada día, parece tener más fuerza e imagino como el gran Forges la dibujaría (oscura, muy oscura), vio carretera libre para darle cera a cada pestañeo que se le escapaba: que si está haciendo una peineta al crujirse los dedos mientras sonaba el himno, que si al escuchar éste mira hacia abajo, que si el día de una manifestación no puede salir a la puerta de la calle y, ayer, en un alarde de lo extremadamente retorcido y mezquino que puede ser el usuario de redes sociales, las mangas de una camiseta. De una camiseta imaginaria y sus rayas que nunca existieron. A lo mejor su hijo se llama Milán por el 4-0 que le metieron en San Siro al Buitre and friends … Muy tontos, son muy tontos.
¿Quién cojones es el mastuerzo que lanza algo así y quiénes los millares de infames seguidores que lo abrazan y contribuyen a que se manche la imagen de alguien sin siquiera aproximarse a la realidad de los hechos? No quiero saberlo, solo quiero ver a semejante gentuzo degustar sin salsa las mangas que cortó Piqué. ¿Lo peor? Supuestos profesionales con una nómina sabrosa detrás de todas estas infamias. Políticos o súbditos de la politología más despreciable. Y tontos, sí, otra vez, muchos tontos.
La Federación salió a aclararlo todo, si es que hacía falta.
“Ante la controversia generada sobre el corte de las mangas en la camiseta del internacional Gerard Piqué, la RFEF quiere aclarar que la camiseta Adidas de mangas largas usada no tiene remate con los colores nacionales. La Real Federación Española de Fútbol quiere mostrar su apoyo al internacional español Gerard Piqué ante la polémica suscitada por el corte de las mangas largas de su camiseta en el encuentro disputado ante Albania.“
Cierto es que tampoco es un #disparate el que un jugador decida abandonar la Selección con 31 años. Así, todo parecería hasta lógico. Pero el caldo de cultivo terminó de fermentar ayer y la masa de estúpidos ya no cabe en el recipiente. El catalán ha tomado una decisión y, si yo fuera él, haría lo mismo.
Han conseguido que pierda la ilusión por venir aquí y aunque después de Rusia tendré solo 31 años, lo dejaré.
No hay más preguntas, Señoría.
Se puede tener la boca muy grande como él y seguir rindiendo por unos colores porque, señoras y señores, esto sigue siendo fútbol, solo fútbol. Fin del alegato.
@disparatedeJavi
(Foto portada: sport.es)