“¿Dónde coño estoy?” Ésa podría ser la mecha del cambio de orientación en mi trayectoria profesional los últimos años.
Tras pasar por la Facultad de Derecho de Murcia obteniendo la Licenciatura y ejerciendo como abogado durante más de 15 años (hoy todavía a ratos) y haberme decidido a gastar dinero inútil en dos Másters (Asesoría Jurídica de Empresa y Prevención de Riesgos Laborales) me di cuenta de que el talento que otros pudieran ver en mi se estaba disolviendo como un azucarillo ante mi ordenador y expedientes idénticos día tras día. Pasando por diferentes despachos completando mi empírica formación, me decidí a convertirme en eso que hoy día hace temblar las rodillas de cualquiera: autónomo. Aunque, años más tarde y unos cuantos ruegos después, dejar el despacho fue una decisión fácil mirando los cargos hipotecarios que esos queridísimos altruistas banqueros me pasaban bajo el manto del mal nacido Euríbor. Nunca supe lo que era tener “padrino”.
Así fue como llegué a una ONG, lavando mi conciencia, saneando mi cuenta y, por tanto, mi rutina. Pero si bien me otorgó la comodidad de una nómina, con el paso de los años, también me inoculó el virus de la desactualización continua y un ancla inamovible en el aprendizaje que tanto valoro. Encerrado entre copia/pegas busqué, en mi escaso tiempo extra laboral y noches eternas, una alternativa que me dejara discurrir libremente en mis máximas aficiones y conocimientos, escritura, gastronomía y fútbol, y me permitiera conocer nuevos profesionales que me insuflaran las incansables ganas de seguir aprendiendo y moviendo neuronas.
Más de cinco años desde que fundé “El disparate de Javi“: primero en forma de plantilla Blogger, donde se comprobaba mi inexistente conocimiento en diseño informático y, años más tarde, como web propiamente dicha bajo el manto de un dominio propio y una imagen más acorde a mi estado mental. Los primeros pasos fueron más bien tumbos. Tras unos años algo negros en el aspecto personal y que, posiblemente, se vieron reflejados tanto en el estilo como fondo de mi escritura, llegó a la televisión y a mi vida la versión española de “Pesadilla en la cocina“. Nacieron las #gilicrónicas y una buena amistad. Mi estilo, un estilo diferente de contar lo que en cada programa sucede y mi retina percibe, siempre enlazado y customizado a través de una temática cinematográfica (otra de mis pasiones), utilizando los gifs adecuados a los momentos más sonrojantes de cada emisión. Formato que tuvo calado y seguimiento y me empujó a hacer lo mismo con “Top Chef” donde, los #disparates surgidos en aquellas primeras, ocuparon su hueco definitivo en las redes sociales con el “programa de cocina más exigente del mundo”. Desde entonces hasta ahora.
Ello me ha permitido una más que buena relación con muchos profesionales de la gastronomía y dedicarme poco a poco a esa otra gran pasión, inaugurando una sección en la que cuento mis experiencias en los distintos restaurantes donde aposento mis nalgas y paladar como #gilicrítico de sensaciones. De más que aceptable repercusión y por la que se siguen requiriendo mis textos y servicios. Esta última faceta de las #gilicrónicas me ha llevado a tener cameos en pantalla como en “Cocina con Baró” de la 7, Murcia, elaborando mi tapa ganadora del “I Chef por un día“, el “Salmorejo Genital” que forma parte de la carta de uno de los restaurantes con más solera de mi ciudad, “La Tapa”, o ser invitado al rodaje de una de las entregas de la quinta temporada de “Pesadilla en la Cocina“.
Asistir como Jurado a eventos gastronómicos: Devora Burgos 2015, “Top Chef War”, invitado por los propios organizadores, ex concursantes de Top Chef; “XIV Concurso Jóvenes Cocineros de la Región de Murcia“, gracias a mi colaboración con JECOMUR (Asociación Cultural de Jefes de Cocina y Cocineros de la Región de Murcia) y el Centro de Cualificación Turística (CCT) de Murcia dependiente del Instituto de Turismo. Recientemente en el “I Concurso de cocina Pedro J. Arnaldos” en el marco de la I Feria Gastronómica Sabor Arte de Cieza. O formar parte del Comité Organizador (EuroToques Murcia) de “Sopa de Letras“, jornada heredera de “Diálogos de Cocina“, celebrado en Caravaca en torno a la creatividad.
Y ser reclamado como asesor gastronómico elaborando la nueva carta de tapas de locales de mi ciudad, llegando a buen puerto en algunos casos (“GastroBeer”) y perdiéndose en el cajón del impago o proyectos imposibles en otros. Así, no podía dejar de saciar mi gusanillo diario de pelearme con fogones y fundé “El Escondío” basándome en la idea tan extendida por Europa de organizar la cena en casa pero haciéndola otro. Invitar a amigos o familiares convirtiéndote en el perfecto anfitrión dejando que mi socio y yo hagamos la compra, cocinemos, sirvamos, limpiemos y salgamos por la puerta como si nada allí hubiera pasado, llegando a formar parte de la plataforma “Take a Chef”.
Todo lo anterior completado por mi declarado amor por el deporte de la pelotita. Los renglones vomitados por mi cráneo hicieron que varias páginas solicitaran mi colaboración a lo largo de estos últimos años. Primero “El fútbol es injusto“, un proyecto ambicioso donde siempre primó el amor por ese deporte y se huyó de sensacionalismos baratos, solo fútbol. Más tarde con lo que podría considerarse como el remake de éste: “El número 5” que acabó más pronto que tarde como una banda de rock en la que sus miembros deciden volar solos. “Somos auténticas estrellas“, blog oficial del Real Madrid, patrocinado por Mahou, fue otra de mis casas literarias durante aproximadamente dos años. Lo que tienen los patrocinadores, de la noche a la mañana cierran el quiosco. Pero yo no.
Y aquí sigo, buscando mi camino, nacido para correr, #imprudencer y viendo #disparates a cada esquina que doblo siempre dispuesto a contarlo. Ahora como Community Manager de distintos perfiles. Non stop.
@disparatedeJavi