Rabioso durante todo el sábado por no haber podido asistir al único concierto que realmente deseaba ver este año en el S.O.S., me disponía a ver el otro supuesto “pelotazo” musical de esta Edición.
Nada más empezar recordé aquellas sesiones de psicología frente al test de Rorscharch. Las imágenes se mal formaban en mis retinas. El amigo Neil no tuvo nada mejor que enfundarse sus plumas de pajarraco para empezar a dar todo un recital de bostezos. Sí, habéis leido bien. Nunca han sido santo de mis tímpanos, pero un clásico viejuno merecía al menos la oportunidad.
Con la antigua edad de jubilación, estos dos británicos que podían vivir afincados en algún resort de los que por aquí sobran, nos mostraron el gran trabajo de artificieros lumínicos que realiza su equipo para maquillar la pobre musicalidad que desprenden y siempre han desprendido. Acompañados en el escenario por una especie de performance de los argonautas de siglos venideros y en referencia única a vellocinos de cabezas desproporcionadas, me estuvieron haciendo reir durante no me acuerdo exactamente qué cantidad de minutos. Eso, sin contar los highlights de “teletubbies” que también nos brindaron. Un carnaval. Pero cutre.
Sí, estaré desactualizado o, simplemente, dos tipos que no cantan y que solo mueven sus maltrechas articulaciones a ritmo de sonidos enlatados y mínimamente forzados a la evolución, no merecen ningún halago por mi parte. “Go West” fue el punto de inflexión para que toda la caterva de “soseros” ávidos de un poco de movimiento, saltaran, brincaran, hicieran como que bailaban, pero ante todo, rieran, se abrazaran y besaran. Ya se sabe, algo de nostalgia para que salgan las carantoñas, nunca falla.
Así aguanté este gilirecital de despropósitos autoflagelando mi cráneo por no haber podido destrozarme las rodillas el día anterior con otros ingleses que sí saben de qué va esto de un Festival.
Terminar su visita mancillando el nombre de Elvis fue la puntilla. Tal vez ellos quisieran mandar un mensaje de cariño a la masa. A mi, el que me llegó, fue todo lo contrario. “Si me queréis, irrrrrrse”. La crema con la que untamos los pezones, quedó corta.
@disparatedeJavi
sin filtros, como siempre! te ha quedado muy ilustrativo el gif :))))
Ya sabes que, el maquillaje, no me va 😛
Totalmente de acuerdo Javi, una full y yo también creo que no cantaban. Porque tocar quedó claro que no cuando se metieron dentro de una cama los dos y el piano se quedó por ahí solito. Con los que yo disfruté fue con Neuman y con León Benavente. Ya había visto a los dos pero no en escenarios grandes que también tiene su aquel. Ah! y gracias por hacernos la foto!
moló mucho ver a tanto viejuno!!! “)
Al menos, no en los entornos infantiles … jejejeje