Un año más, el SOS ha pasado por mi vida como un huracán. Son las 9.20h de lunes, y al menos, puedo caminar.
Viernes 30 abril:
La tarde parecía haber empezado bien con Joe Crespúsculo (llegué más tarde de lo que me hubiese gustado. Mi intención era haber visto a los toledanos Sunday Drivers para ir calentando): un “no está mal” creo que resumiría su actuación. Entre tanto y en el vértice de ambos escenarios, escuché a “Los Horrores” (véase The Horrors) … puf! Madre mía! O vaya tela! Servirían para describir el coñazo que supusieron estos tíos para mis oidos.
Y así, empezaron a tocar nuestros paisanos “The Leadings” que, francamente, me sonaron muy bien para ser “novatos”. Tal vez toda esta musiquita de “flequillo y gafa-pasta” suene toda igual, pero siempre se puede sacar algo “distinto”. Pueden tener futuro estos tios.
Por un pequeño “inconveniente” tuve que salir del recinto a recoger a unos amigos (cabrones si me estáis leyendo, je, je) y perderme a Los Planetas que, no es que sean santos de mi devoción, pero ya que pagué el abono … y así, llegué al plato fuerte de la noche, o al menos, eso era lo que se esperaba: Franz Ferdinand. Mis colegas me dijeron que sería por el pedo que llevaba, pero a mis oídos la voz del amigo Alex llegó más que destrozada, sonoramente hablando. Aún así, me parecieron simplemente correctos.
Para mi, aquí acabo la noche puesto que ninguno de los paquetes que actuó después me supuso alegría alguna, sino más bien, un coñazo soberano, por lo que, tras escuchar las primeras tontunas del “Señor Amable” (al que, todo hay que decir, lo esperaba impaciente), decidí irme a casa con mi chica a hacer algo más productivo.
Sábado 1 mayo:
Tras pasar todo el día de cañas, aguantar los nervios con el chaparrón que cayó sobre Murcia a primera hora de la tarde, y rezar para que acabar cuanto antes, entré en el recinto a las 20h para poder ver a “Nada Surf” que, éstos sí, no me defraudaron… iba a escuchar una guitarra sonara en el Festival, y así fue. La pude distinguir con una claridad que me llenó de alegría. Fijaos lo que digo, una simple guitarra. Estaba ya de voces delicadas y sintetizadores hasta los huevos. Perfectos!
Y así empezó lo que parecía iba a ser un jornada perfecta, hasta que llegó el “club del tostonazo infumable”: primero aparecieron los “Mystery Jets” y, tras ellos, “The Magic Numbers” … Los primeros, simplemente unos tíos coñazo (que no renueven el contrato a su estilista), y los segundos, sacados del coro de la iglesia presviteriana de “Los obesos tristes también tenemos derecho a tener una guitarra”. Maaaaaaaaadre mía! Qué coñazos!!! Tuvimos un par de horas de “desasosiego musical” … Entre idas y venidas, pudimos escuchar el final de “We are standard” (bueno).. y “Dorian” (con éstos, tampoco pierdo más el tiempo).
Con todo, tomamos posiciones para el que, rezábamos, fuera un concierto al nivel de lo esperado: los viejunos “Madness”. Omitiré la cantidad de veces que nos dijo bastardos a los que allí estábamos, porque no voy a tener en cuenta lo que diga una cuasi-momia. Me centraré en el buen rato de viento que nos ofreció. Con sus clásicos de siempre, hizo que nuestro pedo fuera asentándose para dar paso a “Orbital” …. Y aquí, conforme pasaban las horas del festival, la cosa fue tomando “cuerpo”. Un notable súper alto les pongo a estos “chicos”, vestidos a lo “captura imágenes” de un videojuego nos deleitaron con un “muy buen saber hacer” sobre los platos.
Eran las 4.25h, los conciertos, llevaban un retraso de 55 min. Las rodillas flaqueaban ya. El pedo seguía en lo más alto … y, entonces, apareció él: el hooligan borrachín con pinta de pederastra “Fat Boy Slim”. Yo creía que vendría a divertirnos…. Y sí, lo consiguió con sobresaliente, pero se doctoró en “destrozar al personal” hasta las 6.30h. Qué conciertazo. La mejor sesión suya que he visto. Aunque mis piernas fallaban a cada golpe vibrador de pulmón.
Momentazo de este concierto: las imágenes de Willy Wonka (Gene Wilder) … no lo olvidaré ^_^ , Ay Manolico, Juan! si estáis allí, el descojones hubiese sido supino. El montaje con Iggy Pop, el vídeo con Cristopher Walken…. El juego de luces … y “mi temazo”.
Podría describir con pelos y señales la sesión que se marcó el chiquitín, pero, si estuvisteis allí, sobran las palabras. Un estupendísimo cierre a un fin de semana entre amigos, risas, buen rollo, musiquita y cositas varias. A esperar el cartel del año que viene. Espero veros allí.
Conclusión: en general, lo calificaré con un 8. Atendiendo a una mezcla que incluya calidad de la música, calidad del servicio, de la organización, de la compañía, de las sustancias, de todo un poco, sí, lo dejo en un 8 que, para ser el tercer año que se celebra, me parece una nota bastante alta. Gracias, “Gordito delgado”.