“Gooooooood Morning Vieeeeetnaaaam!!! Soul in!!” |
Y a fe que fue “guerrillero” el programa de ayer!!! Empezaba, cómo no, con la prueba de inmunidad (la que imagino no habrá la semana que viene al quedar número par de #ConcurChefs). Y para ello (qué alegría) apareció DON Karlos Arguiñano. Hago un pequeño inciso aquí: podrá gustar más o menos, hacer más gracia o nada, reirte o cambiar de canal … Yo soy de los del primer grupo. Ayer, una vez más, el Maestro hizo gala de su saber estar, educación, humor, compañerismo, comprensión, RESPETO y qué coño! Elegancia que solo los elegidos tienen. ¿Qué si devolvería la alegría a los chefs, decía la “promo”? Pues claro! Qué pedazo de crack.
2 grandes, grandes. |
La prueba consistió en rezar para que te tocara una pieza de ese animal que “mueve el culito” y que habla “el oink”. Siete cajones negros tipo CSI que contenían:
– Eli, y su careta. La cara de Wasabi fue todo un poema al ver su parte. Karlos le dijo que le hiciera “lo que le harías a tu marido”. Inmediatamente pensé en un barra de barrio de Madrid y en esa oreja plancha con pimentón. Arguiñano pensó exactamente lo mismo cuando contempló por qué se había decidido finalmente la menorquina. Sacó unas lentejitas que parece gustaron a los Chefs. Pinta, también tenían.
– A “Mascletá Mecánica” se le puso cara de fallera sin cerillas cuando vió las manitas y el rabo del cerdo. Estaba claro que tenía un papelón por delante, puesto que, como dijo ella, a ver quién cuece esto a tiempo. Aún así, y como siempre, la valenciana sacó un plato “más que apañao” para el tiempo del que disponía. También acompañó el plato con lentejas y le quedó un “fondito muy bueno, pero la carne entera” (Chicote). Mientras tanto, Arguiñano, en su salsa.
– A Javier “Quiet Man” se le iluminó cuando vió la panceta ante sus manitas. Les adosó unas migas “pintaza” que hicieron decir al Chef Vasco “estoy disfrutando”. ¿Qué mejor piropo tocayo?
– Al igual que a Bárbara “Ratatatá Llantina de Fénix”, que también le sonrió la suerte porcina al encontrarse las costillas. Las acompañó de un cus cus y recibió también el elogio de los Chefs con sus miradas.
– Antonio “Be Oil My friend” … ¿Qué decir? Solomillo al canto y a currar por el que escuchó “qué barato nos está saliendo comer, va por todos VDS”.
– Antonio “Plastic Fairlane on FIRE”, el jamón. Sus raviolis, y a pesar de dudar sobre su “toque floreado”, también recibió como crítica un “muy rico”.
– Y, por último (no el orden del programa), A Miguel le tocón una de las mejores piezas, la paletilla. Y a fe que se coronó y yo que me alegré y mucho. ¡¡Qué pintaza tenía su plato!! “Abarco y Remato” en su puñetero mundo de sabores. Genial. Ya lo advirtió “voy a cocinar mi plato estrella”. El cerdo y él demostraron conocerse muy bien. “Voy a ser el que más cocine aquí”, dijo Miguel. Por mi, encantado!
Chicote ya empezaba a dar pistas (no por conocimiento) de lo que es este chaval: “y siempre, siempre, salva el culo porque es bueno”. ¡Y tanto!
Antes de escuchar el veredicto y saber quién llevaría el cada vez menos “gilibrazalete” de inmunidad, Karlos se despedía de todos como había llegado: con elegancia y respeto hacia todos, y felicitándoles a todos por su trabajo. La verdad es que, ayer, todos los platos preparados (será porque yo también amo al cerdo) tenían un aspecto de “cómeme, y termina con la vajilla”.
¿Y quién resultó ser el privilegiado esta semana? Don Miguel “Abarco y remato”. ¿Cuántas cosas podría llevar su plato y con qué finura las remata, las presenta y te las mete en el gaznate? ¡Quiero probar ese plato! ¡Enhorabuena a este Chef, que merecido se lo tenía! “Especialmente elegante” fue lo que sus machacados oidos escucharon. Y encima, el propio genio Vasco fue quien le colocó el brazalete.
Ahora empezaba realmente el rock and roll y los momentos “Good Morning Vietnam”. Miguel debía decidir quienes serían los capitanes de los dos grupos y nos desvelaba lo que era un secreto a sartenazos desde hace semanas: no hay “grupitos”, pero sí cercanías. Elegía a Antonio Arrabal de un lado y a Javier de otro para, perdiera quien perdiera, alguno de sus “mosqueteros” quedaría dentro. Así pues, y tras el ya usual “me lo pido”, los grupos quedaban formados por:
Naranja: Javier, Canales y Bárbara. Javier lo tenía muy claro y no iba a dejar a Bárbara que su laringe pronunciara más sonidos de los necesarios y, mucho menos, arengas “tipo Flanders” como “qué chupy y bonito está saliendo todo”. Gris: Antonio tenía ante sí la primera oportunidad de dirigir su particular comando culinario. Begoña y Eli serían sus soldaditas de tempura. Al menos, eso parecía. El maño dejó nuevamente a Eli en un segundo plano (“Pinche” fue la palabra que más retorcía el humor de la Menorquina) por “la afinidad” de su cocina con la de Begoña.
A estas alturas todos sabemos a qué encerrona se iban a enfrentar los #ConcurChefs. Todos a coger sus mandiles, a la furgo, y a casa del “Marqués de Griñón” … ¡Átate los machos! Quince comensales entre los que se encontraban proveedores del noble paladar, cocineros de alto pelaje, críticos y el propio inmune que, a priori, pensaba en el premiazo y honor que le había tocado y que, a posteriori, terminó convirtiéndose en el cruzado del resto de compañeros (no sin falta de razón, al menos para mi). 90 min tenían para inspeccionar y explorar la cocina/despensa del Marqués. No me quiero ni imaginar lo que debe haber. Ya los cangrejos de río nos podían hacer una idea: vivitos y pinzeando. De ahí que, la merluza, no entendiera por qué llegó ni a la tabla de cortar.
Empezaba la música y con ella, el baile. Un baile movidito y retorcido a ratos. En mi cabeza se mezclaban sonidos de “soul”, “rhythm and blues”, “funky” y a fogonazos de trinchera campestre, el “Heavy Metal” más irrisorio que imaginemos. El equipo naranja parecía organizarse más que bien con una Bárbara que, ayer, sí, se tomó su papel muy en serio. La presencia de tan ilustre grupo de comensales la puso a currar de verdad. Javier parecía controlarla muy bien y sacar lo mejor de ella, mientras que el propio Canales decía que “le estaba sorprendiendo”. Muy contentos con “Fénix”. Mientras tanto, en el equipo Gris, una “requemada” Eli mostraba su enfado por ser apartada del protagonismo en la cocina por segunda semana. La anterior fue desplazada a Jefa de Sala (ojo! trabajo fundamental, como vimos en sus rivales) y ésta, a “Pinche”. La Menorquina luchadora por la igualdad veía como los morteros hacían mella en su línea de flotación más preciada. Antonio no dejó que cortara la merluza y entre tanto veía como Chicote le advertía que sus “raviolis” se abrían como nidos del “VietKong” a paso de tropas de bravas y estrellas (michelines, más bien). Canales suspiraba de alivio. Incrédulo.
“Encurtidos? Vinagreta? Te voy a decir dos cosas..” |
El resto de invitados terminaba de llegar: Darío Barrio, Ramón Freixa y Juan Pozuelo junto al crítico Carlos Capel, formaban el núcleo duro del enemigo a batir. Ya solo verlos y escuchar sus nombres hicieron que los genitales de los #ConcurChefs se redujeran al tamaño de granitos de arroz. ¡Y no les faltaba parte de razón en ser tan temerosos! Tras un servicio que, para los Chefs, parecía ir sobre ruedas (de tanque), sacaron los primeros platos: el equipo naranja presentaba una “Sopita de queso con matices”, mientras que el gris, sacaba una “Ensaladita de melocotón con gallo y cientos de cosas más que no me acuerdo”. Los dos Jefes decían tener “buenas sensaciones” tras la presentación. Nada más lejos de la realidad. El Chef Pozuelo decía del gris que “técnicamente bien, pero muy mal presentado” y del naranja “bien construido”. Mientras que la hija del Marqués parecía disfrutar con los sabores de los dos. Insisto, parecía. Ramón Freixa decía que “el plato de queso era muy potente” mientras que los “raviolis no me han gustado”. El crítico Capel parecía estar indeciso o padecer de daltonismo momentáneo porque no se decidía por uno. Finalmente sentenciaba con “ninguno de los dos”. Darío Barrio ponía la puntilla definitiva. Mientras tanto, Miguel, sudaba napalm escuchando como de “finos” ponían a sus compañeros.
En la cocina del cuartel parecía ir todo de maravilla. Los segundos marchaban “on time”: una merluza rellena de cangrejos de río para el equipo Gris y un lomo de vaca con encurtidos para el Naranja. Darío Barrio empezaba el bombardeo de posiciones pero no le faltaba razón. Este aficionado, lo que vió en pantalla, fueron unos platos …. “feos”. Es así. No me gustó la presentación de ninguno. Del sabor, no puedo opinar. Pero mi vista me decía “Pur qué?” A la merluza la Chef de Elche la calificaba como “seca a pesar del relleno, debes irte al centro” e incluso Miguel reconocía que los encurtidos que acompañaban a la carne no le gustaron. El Marqués se inclinaba por el plato vacuno sirviendo de apertura a la “Cabalgata de las Valkirias” que escucharíamos de los comensales: “Hemos retrocedido 30 años”, “Estamos en un combite setentero”, “Esto te lo encuentras en un menú de carretera” … fueron ejemplos de lo que, los oidos de “Abarco y remato”, tuvieron que soportar. Freixa, “para sintetizar”, clavó el estandarte con un “MAL”.
“¿¿¿¿Cangrejo seco?????” |
Mientras tanto, “Plastic Fairlane On FIRE” Arrabal tenía una percepción muy distinta de la mesa. Miguel el traductor llegaba al búnker culinario y empezaba a subir la temperatura ambiente de la jungla: “os han puesto finos”, “ni un solo plato que haya gustado”, “han dado una caña a los segundos que un poco más y me levanto” … Un debate sobre qué es “constructivo o destructivo” se afianzaba en la cabeza de los cocineros, sobre todo, en la de Antonio A: “dejan mucho que desear y no quiero ser así. Se me ha caído un mito” o el “estoy harta de que me saquen los colores” de Begoña seguían auto enervando al grupo. Eli seguía con su lucha interna rabiando sobre su posición de pinche y Bárbara parecía, por una vez, mirarse el ombligo ante el aluvión de metralla que recibieron.
Y llegaron los 3 Chefs con el veredicto del puesto de mando: “Con el cerdo hacéis esas cosas y ahora …”. “Se me salta el ombligo” … Susi decía que los dos primeros eran buenas ideas mal ejecutadas y los segundos, ni una cosa ni la otra: “a estas alturas de programa no se puede permitir esto”. Ángel decía que lo normal, siendo juez, era “elegir el plato y no el peor de ellos”. Miguel irrumpía nuevamente intentado defender a sus colegas de profesión pero Alberto le paraba rápidamente los pies y soltaba una retahíla que ni el sargento de “Oficial y Caballero”. Unos aceptaron mejor que otros la crítica. Antonio Arrabal seguía “On FIRE” y espetaba un “pero con respeto”.
¿Resultado de la votación empapelada? “Por un solo voto”, señalaba el Chef de Carabanchel. Inmediatamente a todos se nos vino a la mente la manita de Miguel echando su envoltorio. ¡Pero no! El equipo ganador resultó ser el NARANJA: Javier, Antonio Canales y Bárbara, directos a la semana que viene. Begoña, Eli y Antonio, se la jugarían en la “última oportunidad”.
Y aquí llegó el MOMENTAZO (culinario) de la noche: El crack Paco Roncero (Casino de Madrid), gurú del aceite de oliva virgen extra preparó ante nuestros atónitos ojos, una “Paella de aceite sobre almohada con aroma de brasas” que dejó, incluso a los 3 jinetes, con el cinturón colgando y el M-16 encasquillado. ¡Qué pasada! ¡Por cosas como ésta es por lo que hay que estar agradecido a este tipo de programas! (al menos para el que le guste comer/cocinar). Sigo impresionado, la verdad.
“Te gusta comer plástico? Dime! TE GUUUUSTAAA?” |
Pues ahí que se pusieron manos a la obra y Begoña preparó la “Ensalada de Paco” (su abuelo), Eli se arriesgaba con un plato de Ferrán Adriá que tuvo que abandonar por un “Bacalao al pil pil”, y Antonio, creaba una “Sopa de aciete de oliva sobre estanque de tomate” (digo!). Pero había una novedad esta semana: todos verían desde el zulo-almacén la cata del Jurado. El plato de Begoña resultó ser unánime (a Chicote le encantó el paladar del abuelo Paco). El de Eli fue el “peor valorado”. Nada de riesgo en una prueba que tienes que darlo todo. Un fallo en la elección de la estrategia de ataque que derribó el “Bell UH-1 Huey” de la Menorquina. Antonio gustó también mucho pero, y aquí vino el fogonazo de la noche, su afición detallada en este giliblog al plástico, finalmente, le jugó una malísima pasada. Se dejó un trocito que hizo que Susi, Alberto y Ángel quisieran ir a la tienda del médico al más puro estilo “M.A.S.H.” … Como todos, imagino.
Y aquí empezó el verdadero intercambio de granadas entre Miguel y Bárbara. Miguel y su defensa a ultranza de la amistad con Antonio dejando claro que “prefería se marcharan todos antes que él” y Bárbara, defendiendo a Eli y la teoría de “si pones un plástico en tu vida, coge tus cuchillos”: “Ya has ganado”, repetía una y otra vez “Fénix”. Desde luego, a Wasabi, la tenía medio convencida. A Begoña se le vió confianza, ilusión y, sobre todo, el cariño del recuerdo de su abuelo y su infancia que reflejó a la perfección en su plato. Rico, rico, que diría un genio.
¿Decisión final? Begoña se fue a sala de máquinas sin pasar por la casilla de salida. Una semana más, me engañaste. Me alegro. Alguien me decía en un “tuit” ayer que no veía a Alberto reirse. Le contesté que “solo se reía con las cosas grandes”, y ver cocinar, trabajar y encima, verlo con AMOR (como el de Begoña hacia el recuerdo de su abuelo), hicieron que se le iluminara la cara al madrileño. Quedaban Eli y Antonio. “No deja de ser un pil pil”, señaló el “Chef del Mar”. Y el plástico, rondaba y rondaba la cabeza de todos. Todos esperábamos ver a Antonio desfilar por la puerta tras ese craso error, PERO … “Tu plato es tan bueno, que te lo vamos a pasar”, dijo Alberto. La suerte estaba echada y Eli “Wasabi a la Menorquina” escuchaba finalmente la #fraSENTENCIA … “coge tu pil pil y vete”. “Una luchadora”, como señaló Susi dejaba el programa.
“Sí, el plástico es esencial en mi cocina porque …” |
Su despedida fue elegante y sincera: “Prefiero irme así que no por un trozo de plástico”. Eso le honra. No puede ser de otro modo, y así lo pensaba ella. Bien por la isleña. Desde aquí, cómo no, desearle toda la “sort del món” a esta MUJER. Si algún día cruzo nuestro querido Mediterráneo, allí me planto para pinchar! 😉
¿Resumen? Pues que cada vez se va acotando más la cocina y los hermanos Marx hacen de las suyas: disparates, errores, puntos de vista irreconocibles, sudores, nervios, gritos … Esperemos que la tensión entre Miguel y Bárbara se relaje. Veo lanzamiento de utensilios en breve. Ayer estuvo repleto de momentazos de uno y otro color y, sobre todo, de aprendizaje. Sí, habéis leido bien. El que suscribe, ayer, aprendió muchísimo. Y dentro de ese aprendizaje, también cuento mi “gilicaptura de pantalla” 😉
“¡¡Se me abre el ombligo con estos platooooooos!!!” |
Vamos con los Highlihts (los de Karlos, ya los fijé).
“Hoy hay mucho morro fino aquí, eh?” … ya les advertía de la metralla con la que se irían a casa esta semana.
“Eli está en busca de la carrilada perdida”.
“No hay nada mejor que llevarse bien”, dijo Arguiñano, qué grande!
Los ojos inyectados en sangre (luego supimos que eran lágrimas), para mi, fueron un momento álgido.
Y el momentazo por excelencia fue el discurso de Sargento Chicote:
“Cómo se come la ilusión? La ilusión se puede transmitir, pero no poner”, “La gente quiere meterse algo en la boca y decir joder, qué bueno está esto” (TOTAL!), “Y tú, Miguel, imagino que habrás pasado un rato de categoría” (pues ya ves!), “Es una realidad que tenéis que saber” (y encajar), “Nunca tuve que elegir el peor”
“Qué artista el Paco” (Chicote sobre el nombre de la ensalada de Begoña)
“Hay algunos que no me los quiero encontrar fuera” o “No habéis tenido sensibilidad conmigo y ahora me la pedis?”, Bárbara ante la defensa a ultranza de Miguel de su bastión Antonio.
Y, el último, la despedida de Eli … “En un mundo de hombres”.
La semana que viene habrá aún más música de fogones y no siempre será fácil de escuchar. Espero que disfrutéis de ésta, mi gilicrónica y recordad que mañana viene el #ránking … que se de uno que va a recibir un buen saquito de grasa! 😉 Pinchaos unos buenos temazos del post anterior, y disculpad los posibles errores “letrinos” que haya …
Gracias!!
@disparatedeJavi
Me pareció increible que no echasen a Antonio. Esa actitud de levantar las manos arriba 1 minuto antes mientras las otras iban de puto culo…vamos hombre! repasa tu plato que te has dejado un trozo de plástico cojones y deja de hacerte el soberbio. Y a fin de cuentas, Eli, se equivocó en la elección, pero todavía entró en tiempo con un plato poco arriesgado y no perfectamente ejecutado, bueno, pero todo lo del plato se puede comer. En un entorno profesional a una le hubiesen dicho: “esto no ha salido todo lo bien que debiera, hay que mejorar”, al otro le hubiesen dicho: “pásate a última hora por mi despaho”
¿O no?
Está claro que Antonio ganó en el sabor a Eli … el detalle del plastiquito es imperdonable, está claro, y él lo sabe … pero creo que Wasabi debió arriesgar un poquito más. Si lo hubiera hecho, estoy seguro que se habría quedado. El problema es que creas un precedente! Cómo diferencias un trozo de plástico de (la próxima vez) un cacho de mondadientes roto o una cáscara de lo que sea? …
Y sí, tienes toda la razón con la última frase …
Ayer a “Plastic Fairlane” le pasó como a “TxinTxape” que no levantó cabeza desde que intentó trocear un bonito con un cuchillo abre ostras … ayer, Antonio, desde las críticas, perdió algo la tranquilidad y el Norte, el saber estar, vaya … su dichosa afición al plastic! 😉
Pues a mí me pareció muy injusto que eliminaran a Eli.
Dejando aparte si me cae mejor o peor alguno, creo que lo del plástico era de tarjeta roja.
En Masterchef ya vimos algo parecido; cuando el jurado quería valoraba estrictamente el plato, y otras valoraba la trayectoria/proyección del concurchef. Eva puso sal en un postre que no hubo Dios que le hincara el diente. Aún así, llegó a la final.
La semana pasada, el favorito, Jesús Almagro, se fue porque su plato no tenía calamar. Nadie valoró si estaba sabroso, (quizá estaba más bueno que ninguno) se centraron en que no era lo que pedían.
También hay que recordarle a Chicote que en el primer programa, machacó al que se cortó en el dedo porque la sangre en el plato era de juzgado de guardia. ¿Y el plástico?
Esto es un concurso y ver a Miguel defender lo indefendible me pareció un poco infantil.
En fin, después de tu crónica de la semana pasada, me fijé a fondo en el montaje/postproducción del programa y además de fallos, creo que puedes intuir quien se irá esa noche. (llámame loco).
Hey David! sí, sí, si soy el primero que sabe y entiende y también comparte que el “Plastic Gate” debió ser definitivo y, de hecho, todos lo esperábamos. ¿Que la única razón “lógica” sea la audiencia? Sí, seguramente. Pero en lo que sí que no estoy de acuerdo es en que la sangre sea equiparable al plástico … Que sean igual motivo de expulsión, sí, pero iguales, yo siento que no.
A Jesús lo echaron (entendí) porque ese día se había tomado una caja de Frenadol y no consiguió sacar ni el pepino, ni el calamar, ambos fundamentales en la sopa.
En cuanto a los fallos de montaje/edición sí, yo también lo creo (a pesar de mis gilicapturas). Cuando Antonio apareció con los “ojos inyectados” ya me escamó bastante sabiendo que lo que Eli había picado era puerro, y no cebolla! 😉
Con todo, está claro que cada vez quedan menos #ConcurChefs …
que cada uno tiene sus preferencias …
y que, repito, sí me pareció que el “plastic Gate” debía haber sido determinante, porque, si pasa eso en un restaurante, al menos, me invitan a comer no? 😉
Miguel lo que pasa es que se le ve que es muy pasional en todo lo que hace y sus amigos, no iban a ser menos. Yo es que también soy un poco así, la verdad …
Pero estoy seguro que él sabe y es plenamente consciente de que su actitud no fue del todo correcta …
No he dicho que la sangre sea equiparable al plástico (aunque algunos la tengan de plexiglás), la sangre es expulsión, tarjeta, 6 partidos, exilio e inhabilitación. Lo que digo es que Chicote se regodea en decir que el Médico y el Cocinero son las dos profesiones con más responsabilidad en lo que nos metemos en la boca. Nos fiamos a pies juntillas de lo que nos dicen que nos metamos y lo de ayer fue hasta peligroso.
Por lo demás, ánimo a los que siguen y a ti gracias por tus crónicas siempre divertidas.
Sí es cierto que fue todo muy raro … hay cosas que no se pueden comprender …
Gracias a todos los que perdéis unos minutos leyéndolas!!!
Espero francamente que estos muchachos no sean la representacion del mundo culinario en nuestro pais, no por sus platos, sino por su patetico comportamiento y por su falta de respeto ante compañeros de profesion. Dicho esto, no veo justicia en las pruebas, y las conclusiones de los jueces tampoco me hacen creer en una ecuanimidad ante estos jovenes. Recuerdo como en MasterChef en una prueba en la que el jurado eran los padres de los concursantes se modificó el resultado después del veredicto de estos, argumentando que ellos valoraban otras cosas.(interesaba que pasasé Fabian) Pues aqui mas de lo mismo, ¿porque no tienen lo que hay que tener y que voten antes de saber de quien es el plato?
Una duda con la que me quede ayer es en la prueba final en la realización del plato, yo después de ver a Roncero me quedo claro que el aceite era la estrella del plato y que debia ser el protagonista. Pues bien una vez visto los tres platos me da la impresión que el plato de begoña tenia mas peso el tartar de atun o los tomates que el aceite en si ( según lo probo Chicote así lo manifesto “es tartar de atun o bonito”) ninguna referencia al aceite, tan solo iba de acompañamiento, una mera comparsa posiblemente de un gran plato eso si. El plato de Antonio si hacía una referencia más clara a mi entender al producto del cual tenían que sacar partido y el de Eli si bien algunos lo califican en un simple pil pil yo personalmente le doy algo mas de valor, por lo tanto yo creo que ayer begoña no se ajusto como sus otros compañeros a la finalidad del plato pero….
En otro orden de cosas el geyperman (miguel) creo que anda un poco sobradito y si tiene claro que es un concurso y tan claro tiene que va a echar el solito a Barbara se tiene que dar cuenta que lo único que le interesa es que se vayan eliminando los que le pueden poner en algún compromiso, porque que yo sepa van a concursar ¿no? o quizas va a hacer amigos.
Lo que si tengo claro y ya para finalizar es que conozco muchismos cocineros, he trabajado con muchisimos, alguno de ellos sale en algun episodio y nunca fui testigo de tanto odio entre compañeros, y he participado en concursos y siempre nos hemos ayudado y alguno me ha dicho Luis eso que estas haciendo es mejorable y no se me a ocurrido decirle tu cara es mejorable…
Luis Angel
Hola Luis, y bienvenido …. el “ego” de las personas siempre es un problema, pero entre profesionales que están acostumbrados a currar en su “espacio”, imagino que, al final, acabará saliendo … No hay que olvidar siempre que es un programa de tv, por lo que la objetividad nunca será 100% plena y que tienen que sacar esos “piques” para calentar el programa porque, creo que, lamentablemente, la afición a la cocina sigue siendo inferior a la “gresca” …
¿Tendré que hacer gilicrónicas de Master Chef? 😉