Ayer fue la inauguración de la temporada 2017/18 de los servicios de comedor de la Escuela de Hostelería y Turismo de Murcia “La Flota” y allí que estuve invitado junto a autoridades, patrocinadores, colaboradores, profesores, periodistas y blogueros, entre los que nuevamente se me incluye. Voy a tener que ir aceptando el término. Aquí, mi pequeña y agradecida #gilicrónica a la Escuela, su dirección, profesorado y alumnado.
El acto empezó con unas palabras de la Consejera de Educación y Universidades, Adela Martínez-Cachá Martínez que, debido a esas agendas políticas que muy pocos entienden, no pudo quedarse a la comida ofrecida por los alumnos de la Escuela de la mano de Estrella Carrillo, lo que hizo que se retrasara el inicio bastantes minutos. Tampoco entendí muy bien su discurso en el que mencionó en varias ocasiones la celebración de la feria “Murcia Gastronómica” de este fin de semana (donde no participa esta Escuela, hasta donde sé yo) o el “vamos a aprovecharnos de ello” en relación al poder mediático de los cocineros de hoy día, aspecto del que, precisamente, recelan muchos de los profesionales de hostelería por el daño paralelo que está haciendo esto a los que empiezan. Insisto, seré yo que soy de cortas entendederas, ya sabéis.
Tras una degustación de distintas cervezas artesanales y snacks como “Galletas de arroz con salmón y tápenas“, “Maíz y foie almendrado” y “Mini croquetas de queso y remolacha“, haciendo tiempo hasta que la autoridad política se marchara, pasamos a degustar el menú ideado por Estrella y ejecutado (más que solventemente) por los alumnos de la Escuela, empezando por un “Tartar de bogavante“, bocado genial para comenzar del que habría podido repetir hasta echarme a patadas de allí. Es temporada de alcachofas y eso no se puede dejar pasar. Así, los excelentes alumnos asignados a nuestra mesa, servían “Alcachofas con caldo de jamón y migas de pan crujiente“, todo un clásico de nuestra gastronomía aunque no salga en esos extravagantes tops que se redactan para promocionar lo nuestro. El punto del alcancil, perfecto. El del caldo de jamón, para mi gusto, algo subido. El conjunto, eficiente. Se daba paso a la “Ensalada de encurtidos, caballa marinada y emulsión de salmorejo“, el plato más vistoso de todos y el que, personalmente, más me gustó exceptuando el brote masivo. Un poco menos a mi entender habría dejado el plato redondo.
El tiempo se me echaba encima y veía como tras los inconvenientes políticos me iba a quedar sin probar el “Lingote de cordero lacado con boletus y cous cous” que un pajarito muy canalla me dijo que estaba de lujo. Pero sí degusté el “Arroz negro con calamares de Águilas“. Hacía tiempo que no probaba esta variedad de arroz y agradecí el que Estrella & students lo prepararan. Punto de arroz bueno, sabor mejor. Antes de marcharme al resto de mis obligaciones pedí el favor y me sirvieron el postre, “Macarrón de lima y albahaca con chocolate y maracuyá” que, sin ser golosón aunque cada día más, me pareció un cierre a la altura del resto del menú. Espero que tomaran nota de mi pedido de 150 unidades para casa.
En definitiva, la Escuela de Hostelería y Turismo de Murcia “La Flota” es como esas hormigas que hacen su trabajo alejadas de los focos pero que sabes que lo hacen muy bien y, ayer, lo demostraron. Muchísimas gracias por la invitación y por vuestro trabajo preparando el menú elaborado por Estrella Carrillo, otra curranta a las que da gustico ver. Ahora solo falta concretar una fecha para volver a sentarme a la mesa de la escuela y degustar las habilidades de sus estudiantes. A fe que lo haré. (¡Qué gustico volver a veros, Bibi y Luis!)
@disparatedeJavi