Gran día el de ayer.
Tras comenzarlo hablando de gastronomía murciana con gente con la que da gusto conversar (gracias a Dinamiza), acudía al CCT tras la invitación conjunta de éste y del Grado de Gastronomía de la UCAM a disfrutar de #cocinandoEntreEstrellas 2016 en la que tres de los cocineros que imparten clases en él (Pablo González Conejero, Kiko Moya y Fran Martínez, junto a Tino Helguera) prepararon un menú ayudado por los alumnos de ambas Instituciones.
Un día de poner cara a algun@s, recordarle a mi senil cráneo la de otr@s y volver a compartir mesa y sonrisa con buena gente, en especial, con Cristina (“Garbancita”) con la que coincidí hace año y medio en el “Top War Chef” en Burgos y con la que espero poder hacerlo de nuevo sin tanto tiempo de por medio. El resto de mi mesa tampoco desmerecía en absoluto. Un “ratico” de los míos, ya sabéis.
Tras el aperitivo servido en el exterior a base de jamón, quesos variados y salazones y ahumados y con una cerveza fresquita como manda las costumbres de La Comarca, pasamos con ansia al salón dispuestos a degustar el menú (previo baile de mesas que espero me sepa perdonar quien sabe ;)). Lo primero en llegar a la mesa fue la “Crema de mostaza con hierbas frescas” elaborada por Kiko Moya acompañado de “La Marimorena” de Casa Rojo. De los vinos dejaré que hable quien entienda a pesar de reflejar la referencia de éstos. La crema de suavidad perfecta – incluso extrema con la mostaza – quedaba demasiado camuflada bajo el manto verde que la cubría aunque, cucharada a cucharada, el plato ganaba, sin duda.
Ismael, nuestro estudiante asignado, nos presentaba después la “Gelatina de tomate, hueva de mújol en media salazón y verdura encurtida con ceviche” (Juan Gil Moscatel Seco, blanco aromático) de Pablo González Conejero. Cuando escucho “leche de tigre” he de admitir que me pongo cachondo por mi obsesiva adoración hacia ella. Para el que suscribe, el mejor plato de todos. La hueva “a medias” que ocupaba el fondo del plato combinada con el ácido me pareció, sencillamente, espectacular. ¡Cómo me gustaría echarle el guante a otro plato ahora mismo! Cerraban los entrantes el “Calamar con royal de cebolla y caldo de jenjibre” (Bodegas Carchelo, tinto afrutado, floral con punto de acidez) de Fran Martínez. De los tres disparos iniciales fue el que, para mi mal educado gusto, pensará más de uno, se desvió de la trayectoria. Podríamos decir que era un plato, evidentemente, más que correcto pero no pasaba de ahí. Es lo que tiene ser un “giliCrónico”. No encontré los matices que creí deber saborear. Como dice un buen amigo … “le faltaba rock & roll“.
Los platos principales comenzaban con el “Bacalao negro con pisto y carpaccio de chato murciano” (El Gordo del Circo, Rueda Verdejo, Casa Rojo) de Pablo González. Crema, el bacalao era crema, mantequilla (como decía Cristina) que mezclado con el chato y el jugo, redondeaban mi puesto tres en el top de ayer (al final conseguirán hacerme acólito “bacalaero”) porque, el segundo, por sabor más que por terminación, fue el “Arroz de pata de ternera y anguilas” (Tinto medio crianza, MMM Jumilla, Casa Rojo) de Kiko Moya. Exceptuando algún grano que otro para el que me hubiese gustado una mayor cocción, el SABOR de este plato hacía que se aupara a mi segundo puesto. El ahumado de la anguila … pura delicia mezclado con el socarrat. Me podría haber comido una ración de abuela sin pestañear.
Para finalizar y, como siempre, esperando mi ración indispensable de carne, nos servían el “Cordero manchego con berenjena ahumada y romero” (Tinto crianza, Juan Gil 12 meses) de Fran Martínez. Tierno a más no poder, jugoso en la misma proporción pero tal vez también me faltó algo para ser la auténtica traca final. El trato a un producto tan cañero, totalmente indiscutible.
Mi estómago empezaba a sufrir. Ya sabéis, soy un “brevas” a la hora de ingentes cantidades de comida pero la “Piña colada texturizada” (Tinto dulce Monastrell, Olivares dulce) me dio el respiro estomacal justo para disfrutar del postre: “Núcleo de Etiopía Mola con su sabor especiado y ligero toque ahumado. Mousse de roiboos flor de desierto, bizcocho daquoise y glaseado de chocolate” … Más que gran cierre por Tino Helguera.
Los “Mingardises” de Bombón de asiático, Financier de avellana y Teja de moras me dieron la estocada final antes de no poder resistirme a tomar un “Asiático” de la mano de Ariel Fernández de Cafés Salzillo. ¡Perfecto! Aunque haya pasado la noche cual lechuza insomne.
Agradecer a los que me permitieron disfrutar de esta gran jornada (Carmen y Juan Pedro), a los Chefs por hacernos felices durante más de dos horas, a mis compañeros de mesa que hicieron todo más fácil y a todos los alumnos y estudiantes que se dejaron la sangre para que estuviéramos como en casa. Esos nervios, errores sin importancia y un carácter cercano, alegre y dinámico hicieron que ellos formaran, como no puede ser de otro modo y así lo recordó Pablo González en su arenga final, parte esencial del todo.
Así … las que me déis. 😉 … Tengo hambre …
@disparatedeJavi