Hace un par de semanas unos amigos de Madrid pasaron el fin de semana por la ciudad y me pidieron que les hiciera una pequeña ruta típica de tapas como si de lugareños se tratara. Aquí os la dejo. Muchas opciones hay y, si os gusta, prometo más entregas de estos mini planes para conocer un poco más a qué se aferra el paladar de los los habitantes de La Comarca cuando salen a disfrutar de su luz. Un día no da para todo pero si para un buen gastro ratico. Murcia, ¡qué buena estás!
Bar El Chambi y su pulpo al horno. Mitos capitalinos que siguen deleitándonos gracias a la exquisitez de este clásico de nuestro recetario. Os advierto que pedir solo un par de trozos es imposible. Esos vasos de caña sacados de la cámara frigorífica, el maridaje inigualable. Merece muchísimo la pena desviarte por un rato del centro de la ciudad.
Al que llegamos. Bar Fénix: disculpe, unas marineras. Pasar por la Plaza de las Flores es un deber inexcusable (al menos una vez) si sales de tapas y, en este histórico enclave, podrás degustar el bocado más viajero en todas sus versiones. ¡Dos por cabeza por favor!
De camino a nuestro siguiente destino pasamos por delante de un cartel, “Los Zagales” y nos invade un irresistible antojo de caballitos y letones rebozados. Tenemos tiempo. Unos pasos más contemplando La Catedral y estaremos listos para la siguiente delicia.
Matrimonios hay muchos pero, como éste, ninguno. En La Vermutería de Papá Juan de la Plaza Cetina, además de utilizar un tremendo producto, maceran la anchoa en bourbon y el resultado es sencillamente espectacular. El mejor acompañamiento para ese vermú casero que lleva tu nombre.
Acomodad paladar porque cambiamos de registro al cruzar Alejandro Séiquer. ¡Cuádrense! Llega uno de los canallas más respetados en el tapeo murciano: el recluta de “Taberna Las Jarras”, la magra más rabiosamente adictiva a este lado del Mediterráneo. No por peinar canas debes olvidar tus raíces nocturnas culinarias.
Con el gaznate calentito, y a escasos metros, podéis degustar los michirones más famosos del barrio y más allá en El Garrampón, otro inmortal con más de cuatro generaciones a sus cazuelas. Un tradicional bocado que siempre apetece y deja un sabroso recuerdo imborrable. Bien acompañados por un plato de salchicha seca, por supuesto.
El cuerpo va pidiendo algo más contundente que cierre la comanda de hoy. Volvemos unos pocos pasos atrás y disfrutamos de una hamburguesa con emmental en Tasca El Patio, perfecta para paladares de todas las edades y que no ha sabido perderse en el tiempo. Y ya que estámos sentados, ¿por qué no pedir una de sus tablas de quesos como postre?
Por hoy creo que tenéis un buen menú para completar la primera lección del buen tapeo en la capital.
Si queréis más entregas, ya sabéis lo que debéis hacer: compartid esta ruta.
@disparatedeJavi