Y llegó Jamie Oliver y su chorizo y la lió bien parda en las redes.
¿Que los guiris tienen una extraña tendencia a remodelar la paella como Cecilia Giménez y su Ecce Homo? Sin duda. Pero que nos riamos de sus extravagentes interpretaciones es una cosa y que, un supuesto reputado cocinero, adalid de la comida sana, grano en el culo de grandes cadenas de comida basura y al que siguen millares de, hoy, incrédulos seguidores, afirme que la “comida española no va mucho más allá de una paella” es para que suceda lo que ha sucedido: que todo un país que no se pone de acuerdo en nada, cuadre filas y cargue sin piedad contra semejante estúpida afirmación.
Pongámonos lentillas de látex fino para analizar la “paella” que el amigo del multicolor Jamie Oliver ha tenido los pesados genitales de colgar.
A lo evidente. Esos cuartos de limón simétricos sobre el arroz siempre me han parecido de lo más deleznablemente viejuno que te puedes encontrar.
¿El color del arroz? Porque … es arroz, ¿no? Tal vez este insensato chef pensara que el chorizo iba a sustituir al azafrán. Ese chorizo refrito y tieso como los callos de un profeta desértico. Miro y miro la foto y solo me vienen las palabras “Findus” y “Tlel delicial“. Y si fijo mi retina en los guisantes noto como el esfínter me comprime las articulaciones inferiores.
Y, hablando de verde, todas esas “motitas” por encima, ¿qué es? ¿Perejil? ¿O tal vez ya puestos a cargar contra el pelotón de fusilamiento gastronómico cañí e iluminado por sus musas, sea cilantro para darle un toque aún más chic a su version? Puede que sean también los restos de lo que se fumara para inspirar el nuevo modelo turístico para los valencianos.
¡Chss! ¡Ojo! Que no me olvido del perolo utilizado para su paella … mmm … ¿Cuántos centímetros créeis que hay desde el arroz hasta el tope de la cacerola? ¿Podríamos hablar de un arroz con chorizo en caldero? ¿Arroz de campaña? El color … joder, qué color … Tampoco hay que pasar por alto el detalle de Manual de estilo del cucharón clavado en el corazón de todo un país.
Así somos. Camino de las terceras elecciones paseamos nuestras vidas a diario sin siquiera ser capaces de ponernos de acuerdo pero que un guiri nos toque la paella nos hace cuadrarnos y usar toda el trinitrotolueno que tengamos en el pulgar.
Jamie, querido Jamie … has venido a lo que viene siendo … “cubrirte de gloria”. Para el que suscribe no es tan grave que en tu mente inexcrutable veas chorizo en una, según tú, paella, como que tengas los santísimos cojones de afirmar que, fuera de ella, “poco más” hay en nuestra gastronomía. Ni eso es paella ni nuestra cultura del menjar acaba en Valencia. Dicha (adjetivo de libre disposición) afirmación nos hace correr en línea jodidamente recta y sin posibilidad de variar trayectoria a la siguiente conclusión: no tienes ni puta idea de gastronomía española. Confiamos en ti para seguir luchando contra los aditivos y conservantes.
Gracias por desestresar a un país entero un martes.
(Fotomontaje portada: @scientist_pi)
@disparatedeJavi