Hacía mucho tiempo que no pasaba por “La Tasca del Tío Andrés” en La Manga del Mar Menor y, ayer, no me arrepentí de volver. Sigue manteniendo la misma solvencia de siempre basada en el buen producto y servicio. Aquí, la #gilicrónica.
“Cuando algo funciona no hay que cambiarlo” es una de las máximas que debería regir cualquier negocio, más en uno como el gastronómico tan sujeto a los cambios en los gustos del personal de a pie. Desde 1988 según marca su web llevan dando guerra y, por lo visto y degustado, muchos años más pueden contemplar a esta “tasca”. Con productos de temporada y especialidades fuera de carta ofrecen una oferta que se desmarca de lo que suele ser habitual en zonas de playa, sobre todo, por la calidad del producto ofrecido.
Allá que aposentaba mis nalgas tras, creo recordar, cuatro años de mi última visita. Harto de periplos infames por cocinas de mi amada lengua de tierra decidimos apostar por un “valor seguro”. Lo dicho, sigue siéndolo. Al sentarte y mientras tomas una caña echando un vistazo a la carta, te sirven de aperitivo una ración generosa de sobrasada … que sabe a sobrasada. ¿Chorrada lo que acabo de decir? Sabéis que no. Comanda lista que comenzaba con unos calamares a la romana perfectos. Rebozado justo, sabroso y sin aceite y calamar en su punto, acompañado de unos pimientos de Padrón (o no) que los niños devoraron. Al igual que los boquerones a la andaluza que sirvieron a continuación. Bien limpios y crujientes, aunque no entendí que los anteriores pimientos fueran en toda fritura y menos, estos últimos, algo achicharrados. Pero el pescado era lo importante.
Una ensalada con tomate que huele y sabe, con espárrago blanco sin hebra alguna, cebolla en juliana fina y no cortada con guadaña, aceitunas potentes de Cieza (digo yo), bonito y atún y un cochinillo completaron el homenaje. SABOR. El pequeño puerco estaba hecho a la perfección. Al principio me desorienté con la salsa que lo acompañaba pero segundos más tarde la entendí a la perfección. Me quedé con ganas de probarme con las alcachofas (en distintas preparaciones) pero en mi estómago solo cabía un digestivo agresivo.
En definitiva, uno de esos sitios que guardar en la agenda. Un valor seguro al que acudir en momentos de zozobra craneal cuando no sabes donde comer/cenar en la playa para no salir cabreado. Sobriedad y solvencia firmes que espero se sigan perpetuando más décadas porque La Manga necesita (y mucho) restaurantes que no jueguen con el hígado del veraneante. Sala y cocina de la mano.
@disparatedeJavi
Gracias mil gracias es más que un alago por ello y por vosotros seguiremos intentando no fallar, es cierto que con el equipo que disponemos y con la segunda generación que tanto nos empuja,no dudamos que el dia que Horacio y yo nos retiremos es un exito casi asegurado de nuevo gracias.
De nada Matilde y gracias a vosotros … en La Manga no suele haber sitios que mantengan el nivel durante tanto tiempo y, la segunda generación, con maestros como vosotros, seguro que lo consigue …