Y pasó. Otro año más de lo que denominan “Congreso” Murcia Gastronómica, 2016. Mi experiencia en esta edición ha sido efímera. Compromisos personales, falta de tiempo, obligaciones y, por qué no decirlo, falta de más que ánimo para deambular por la calificada como “calle de las tapas”, hicieron que delimitara a la perfección espacio temporal mi presencia. Aquí, una mini #gilicrónica.
El sábado por la mañana acudí, directamente por las escaleras y sin el más mínimo desvío o empujón abajo, a la ponencia que Juan Antonio Medina (A´Barra Restaurante) daba. Cariño y admiración el que le tengo a este cocinerazo. Aprender de él, conocer su nuevo proyecto/etapa y poder saludarlo personalmente, motivos más que suficientes para hacer un paréntesis en mi gili agenda. Los minutos pasaron volando con él y ya tenía claro que me quedaría un ratito más a ver a Rodi, de La Cava de Royán. Una ponencia totalmente diferente pero que este chef murciano nos hizo muy amena y divertida. La palabra “disparate” en su boca, sonaba mejor aún. Poco conocía en persona de su trabajo y más pretendo. Dos promesas pendientes de cumplir.
Fue el domingo por la tarde cuando pude asistir más relajadamente al hat trick de ponencias que tenía marcado a rojo en el programa. De primer plato, Germán Carrizo y Carito Lourenço, de Fierro Valencia. Una ponencia más sobre gestión y modelos, sueños y realidades, proyectos y esfuerzo que de creaciones y platos en sí. Y un deseo, mullir mi trasero en una de las doce privilegiadas sillas de esta pareja. Espero verlos más veces por aquí. Cuando uno escucha a alguien con fe en lo que dice es de agradecer. Alguno de los que tomaban copas fuera debería haber escuchado atentamente y no dar por finalizada su participación en el “congreso”.
De segundo, y tras la apertura de su Local de Ensayo, David López Carreño nos regaló un ratico repleto de técnica, teoría, sinceridad y demostración del masterizado conocimiento que tiene de las setas y algas. Nos mostró varias de sus creaciones para su “joven” restaurante y ya estoy cuadrando fechas para ir. Bastante estaba tardando, todo hay que decirlo. Un granito más el que David se haya decidido a regentar “su local”. Se le nota libre de lastre. Alguien tachó de apuesta arriesgada el limitarse a menús cerrados y yo me preguntaba, “¿No es eso lo que hace el 90% de los restaurantes de alta gastronomía?“. Estaré loco. Es más, están todos locos.
Y, de postre, el debut de Julio Velandrino en estas lides por estos lares. Simplemente siendo él y acompañado por José María Egea de “Zagaleco“, nos ofrecieron una ponencia tan interesante como suculenta al conocer más sobre “sus vegetales” y poder probar sus elaboraciones, las que ofrece en su recién abierta “La Taúlla“. Afortunado soy de haberlo hecho anteriormente con sus dos primeros platos pero no me pensaba ir sin probar la calabaza del último. Sencillamente … en su línea, espectacular. Didáctica, divertida, cercana, nos hacía irnos con un gran sabor de la jornada. Con una sonrisa.
Hace un par de años decidí reducir mi presencia en esta feria a las ponencias que me interesaban y poco más. Sigo sin comprender como en Murcia, una ciudad con casi eterna primavera, se planifica en un recinto cerrado y con aforo semi limitado. La luz y temperatura de este fin de semana vuelven a otorgar sentido a esta cuestión. Una explanada adjunta que sirve para conciertos, atracciones de feria e incluso para exposiciones del Paleolítico pero no para mostrar TODA nuestra gastronomía un fin de semana. De los precios o la calidad poco puedo hablar porque no me marqué el paseillo de codazos. Este año no.
Ayer lunes comenzaba y finalizaba el único día que, tal vez, pueda considerarse genuinamente “Congreso”. Escuchar, aprender, disfrutar con los Maestros que desfilan por la tarima. Nada de música, gente entrando con cañas y cubatas a la sala de ponencias, otras con gazpachos yeclanos que olvidan en su silla al marcharse, una música ratonera de fondo proveniente de la discoteca que sigue estando en el mismo e inconcebible sitio que siempre … y más colgantes de acreditaciones que personas ajenas.
En fin, como siempre os digo, debo ser yo el raro o el único no mudo. Pero estoy acostumbrado. Al menos, eso sí, me llegó algo más de aroma de Murcia que en las anteriores ediciones. Algo.
El año que viene … más, seguro. ¿Mejor? Con poco, así sería.
@disparatedeJavi
(Foto portada: Murcia Gastronómica)