La capacidad de sorpresa en el streaming se ha visto reducida con el avance imparable de producciones. Al menos para mí. Me siento ante la pantalla aferrándome al mando a distancia con la ilusión de un joven alumno de Hogwarts al empuñar por primera vez su varita. Pocas veces consigo la ejecución perfecta del hechizo. Outer Range, en Amazon Prime, ha hecho que, desde mi añorada y amada Lost, mi cerebro sintiera un chispazo de ilusión por ver algo diferente. No apto para todos los públicos. Aquí, la #gilicrónica. Esta vez, sí, con spoilers.
Desde el minuto uno, Royal Abbott me aprieta fuertemente con su látigo como si de un cabestro de su rancho fuera. Sin posibilidad de despegar la retina de sus tierras. Bien arraigado a Wyoming. ¿Por qué? Pues precisamente por el gran paralelismo que encuentra este obsesivo compulsivo con las aventuras temporales de los “seis de Oceanic“.
Unos personajes de los que parece saberse todo desde el inicio, pero que a los pocos minutos sabemos a ciencia cierta que no son lo que parecen. Saltos, más que viajes, en el tiempo. Animales que no deberían estar dónde ni cuándo. Desapariciones y apariciones. Secretos y vínculos alrededor de un búnker temporal que parece (parece!) abrirse y cerrarse a su antojo. Una banda sonora acompañando momentos literalmente lisérgicos (sobre todo en las apariciones de la otra gran protagonista, Autum, aunque a esta última “se la va venir” al poco de cabalgar episodios). El eterno debate entre el destino y la ilusoria sensación de elección.
Tal vez muchos de los que habéis llegado hasta aquí penséis que he perdido definitivamente el riego craneal. Tampoco lo voy a discutir. Sólo digo que, si sois de los que aún añoráis La Isla tanto como yo, Outer Range os devolverá a ratos (muchos) aquellas sensaciones que produjo una de las series que cambió la historia de la televisión.
No os diré qué o qué no debéis hacer, pero si le dais una oportunidad al rancho, y lo hacéis siendo “hombres de fe” y no “hombres de ciencia”, la disfrutaréis tanto como yo.
@disparatedeJavi