Al fin pude escaparme para disfrutar y gozar con The Batman, la última incursión de nuestro detective nocturno favorito. Tal vez esta primera frase haya quedado muy ñoña para introducir la nueva versión del JUSTICIERO encapuchado, pero ya lo dijeron unos genios: “Batman mola más que tú” y que yo. Aquí, mi #gilicrónica. No prometo que se me escape algún spoiler.
Como buen freak, las pulsaciones las tenía disparadas nada más sentarme en la butaca. Tanto alboroto sanguíneo se justificó pocos segundos después. El inicio de The Batman es de lo mejor que he visto en cine en los últimos tiempos. Sus primeros quince minutos son colosales. Te embutes en cuero negro al instante y tus retinas se acomodan a una Gotham oscura que, hasta el momento, solo he sentido a full en los cómics. Tus orejas se afilan hasta niveles inesperados para sumergirte en una atmósfera sucia que, personalmente, anhelaba desde Burton. No es mi intención hacer comparaciones, ni mucho menos, pero la maravillosa trilogía de Nolan no me provocó esa inyección de podredumbre que anoche sentí con la obra de Reeves.
Son muchos los que piensan que hay un desequilibrio entre Bruce Wayne con o sin máscara, pero ¿no es realmente el señorito Wayne alguien que a diario se ve luchando contra sus propios demonios y cuyo equilibrio emocional está sujeto con batarangs defectuosos? Robert Pattinson ha puesto muchos bozales a esos Bane de pacotilla aficionados a opinar antes de tiempo y nos ha regalado un Batman que, sin duda, nos hace olvidar a su predecesor hormonado Affleck.
Esa voz en off, un tesoro. Un banda sonora (con guiño a la Marcha Imperial) que te abraza y no suelta. El miedo dibujado a cada trazo de metraje, homenajeando al galáctico Lord Oscuro en más de un plano, haciéndote que te preguntes de qué lado esta realmente el murciélago. Y tú. Un hilo argumental dibujado que podría derivar en una saga (otra) inolvidable: “Tierra de nadie“. Un reparto tremendo donde Colin Farrell nos regala un increíble Oswald Cobblepot o Zoë Kravitz como una Selina Kyle con la que caminar por cornisas sin pensarlo. ¿Qué decir de Paul Dano como Enigma? Mejor nada y solo disfrutarlo. Tal vez, y solo tal vez, el personaje que más me patinó fue el de nuestro buen y fiel policía James Gordon, pero esto es solo el principio y, los principios, siempre son complicados y, sobre todo, incompletos.
Deseando poder verla varias veces más hasta que tengan que hacerme un hueco en Arkham.
O quizás me haya merecido el pase directo a la celda continua al Joker. Seguro que lo disfruto igualmente.
Pd.- aquí tenéis el enlace para ver la escena eliminada de dos amigos inseparables.
@disparatedeJavi