De vuelta a uno de mis vicios, la comida hindú. Esta semana, en un intento de olvidar definitivamente la desastrosa última experiencia de la que ni quise escribir #gilicrónica, mi compañero de andanzas y yo decidimos acudir al restaurante Pasión India para seguir cuadrando el círculo de Shiva en Murcia.
3 de 4 de las propuestas de la capital ya han pasado por mi gaznate y, exceptuando el batacazo sin sentido de la semana pasada en Ekam (ése al que un profesional de esto, no como el que suscribe, le dio un 6,5), me es difícil decidir entre el de ayer y el Ghandi. Pero otro día, si gustáis, os hago una comparativa entre ambos o, mejor aún, cuando raspe la muesca que me resta, Sabor Hindú, entre los tres que merecen la pena.
Ayer se mascó la tragedia nuevamente con los entrantes que nos sirvieron. Medio papadum absolutamente insípido para cada uno con unas salsas que siguen sin ser las que busco (en el de la Plaza del Cristo del Rescate, sí). Apostaría que son de los que venden en cualquier gran superficie (ya los he probado antes) no los que utilizo yo en mis gili recetas (ver fotos, una vez más) que derrochan especia. Al comentarlo me dijo la camarera (por cierto, el servicio muy atento) que tuvieron que cambiar el “modelo” porque la gente se quejaba de que les picaba mucho y “no están para tirar género”. ¡Qué manía de confundir picante con sabor! El comino, no pica, anoten en su paladar, por favor. Tuve que darle la razón porque eso mismo he tenido que escuchar alguna vez al prepararlos en casa PERO no se me dio la opción. Si éstos son los únicos que sirven no los volvería a pedir por mucho que me los regale la casa.
Con el recuerdo de la semana anterior castigándonos, llegaba otro de los clásicos que me enamoran (si está bien hecho), la Vegetable Pakora. Algunos me consideran un farsante, no les culpo. “Cree el ladrón …“, pero tras años de deleitarme con esta comida y haber probado más de 2 decenas de alternativas, sé cuándo me la están metiendo dobladita por mucho cariño que inviertan. Este maravilloso plato (si se hace bien y se acompaña igual), según Pasión India, consiste en trozos de coliflor, calabacín y bernejena rebozados indipendientemente con una masa que, nuevamente, me juego el meñique a que era como el preparado para ello que venden en Carrefour. Sin olor, sin sabor y una textura extrañamente uniforme. Como un paquete que tengo en casa para hacer pruebas. No es lo mismo la “pakora de verduras” que “verduras en tempura preparada de pakora”. Y ellos lo saben. La ensalada que la acompañaba no sé si pretendía disimular esto o realmente formaba parte del plato. Desconozco si también la preparan así por las quejas de paladar de “el personal”. Por aquí también pasó alguien que dijo de ellas “buen entrante”.
Miraba a mi compañero de andanzas y una gota de sudor fría nos caía por la frente temiendo lo peor. Llegaban entonces los principales (tras más de 10 minutos, todo hay que decirlo): el indispensable Tikka Masala y, esta vez, nos decidimos por probar el cordero aishwarya o algo así, especialidad del chef decía la carta (no se equivocaba), acompañados por un Pîlau Rice y el Naan de coco y anís. Ahora empezaba a ver aspecto y olor de comida hindú. Ahora suspirábamos aliviados. Segundos más tarde, sonreíamos. El pequeño calvario de los entrantes se esfumó de inmediato. Así, sí. El pollo, sabroso y que te empuja a pedir más naan para devolver la fuentecita limpia a cocina y, el cordero, con el punto de picante perfecto (para mi) para no diluirte un sabor realmente rico. A mi lista de preferencias. Pasamos de acariciar un delirante fracaso a disfrutar como extras de Bollywood.
Faltaba un último toque. A punto estuve de pedir el clásico Gulab Jamun pero vi que tenían helado de pistacho y me vino al paladar y mente mis días en Madrid donde un restaurante me servía el mejor helado de este fruto seco que he probado con permiso de la pequeña gelateria de la Piazza Navona que mi chica y yo sabemos. Tras más de una década sin recordar ese sabor, Pasión India, me lo regaló. Genial cierre a una #gilicrónica que no empezó muy bien pero que sí que cumplió mis expectativas tras olvidar los entrantes. Sí, volveré. Aunque, ojo, tienen servicio a domicilio …
@disparatedeJavi
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