Era una #gilicrónica que os debía. Seguramente para más de un@, innecesaria o “a destiempo”. Pero si por esos azares de la vida no conocíais la “Sala de despiece” en Madrid, estáis tardando en pasar.
Mi primera noche de vacaciones. Agosto. Recién bajadas las posaderas del caballito de hierro infame que une La Comarca con la capital. 21.30h y el mismo hambre de un recién nacido. No hay reserva que valga aquí. Pude entrar y eso hizo olvidar todo lo demás.
Lo primero que he de decir es que me enamoré de Cristina, Jefa de Sala. Pedazo de PROFESIONAL como la copa de un pino. Su personalidad arrolladora para ordenar y controlar el supuesto caos que reina en un espacio ínfimo debería enseñarse en las aulas gastronómicas. ¡Menudo saber estar y dirigir sin alzar lo más mínimo la voz! La decoración también me entró por los ojos sin pestañeo extraño alguno. Una mirada a tu chica, un guiño y un suspiro … ¡Mola comenzar así tus vacaciones!
Recuerdo haber empezado por el famoso “Rólex”, un bocado que ya te hace esbozar una sonrisa de puro gusto y que inyecta las ganas de más. Y cuanto antes, mejor. Las comandas son rápidas y ágiles. Cristina las anotaba y la gente de barra gritaba tu nombre una vez preparadas. Un sistema que podría parecer liante a priori pero más que efectivo en realidad. Solo hay que acostumbrarse y lo haces en un “plis”.
Los chipirones y yo siempre hemos estado peleados. Los que allí me comí … exquisitos. Mollejas, burrata, …
Enumerar las tapas que degusté sería haceros perder el tiempo. Todo lo que pasaba por mis retinas tenía un aspecto atrayente. Los sabores y diversión bien unidos de la mano para hacerte pasar un gran ratico. De ésos, ya sabéis.
Si pasáis por Madrid, tenéis una cita inexcusable. Si allí moráis, no tenéis perdón si faltáis. Eso sí, tened en cuenta que no hay reservas y siempre es mejor pecar de prudente. Las 20.15h es más que buena hora para que Cristina os busque acomodo sin una larga espera en la puerta. Volveré, seguro.
Os dejo el enlace del artículo que en su momento escribió José Carlos Capel para entender mucho mejor todo lo que aquí os digo. Un lugar de paso obligado.
Pd.- Esta semana os hablaré del recién estrenado Mercadillo Rin Rán en Murcia, mis primeras impresiones y del Restaurante Malena, una sorpresa más que agradable.
@disparatedeJavi
El famoso “Rólex” …
http://www.metropoli.com/album/comer/2015/10/08/56167c2e46163ff3518b460f_8.html