Y el día de volver a sentarme a la mesa de Begoña Rodrigo llegó aunque en Madrid, Table By. Os mentiría y sabríais que lo estaría haciendo si no dijera que lo estaba deseando. De ahí que, a pesar de un trancazo digno del cura de “La Princesa Prometida“, no dudé en confirmar mi reserva para este viernes. Ésta es la primera #giliCrónica que escribo a 4 manos, paladar y 1/2 y 1 olfato en condiciones óptimas, gracias a mi chica.
Nada más llegar nos recibía Sara -¡ qué bonitas casualidades! – (mi empanamiento craneal me hizo pasar junto a Jorne y ni darme cuenta) y nos explicaba que los dos comensales debían elegir, como es lógico, el mismo menú, o “Salita” o “Rodrigo”. Viendo los platos añadidos al segundo, escaso fue el debate sobre cuál degustar. Si tuviera cerca a Begoña podría permitirme el lujo de rechazar probar tres de sus platos. Pero el viernes no era ese día. Lo primero en llegar a la mesa fue “La barraca de chuches“, una, por llamarla así, reinterpretación de su “Árbol de la vida” pero dejando claro algo de lo que ella está muy orgullosa: es valenciana. Había que empezar la “casa por el tejado”. Genial y divertida forma de empezar entre los que el pez mantequilla y el helado arbequina me recordaban por qué soy fan del “Begoña Style”. La suavidad del pescado y el sabor del segundo llegaron a mi paladar a pesar de los virus que me corroían las fosas nasales. Así me lo confirmaba Olga. “Ensalada de invierno con mojama, ricotta y emulsión de pepino con mostaza verde“. Esas gyozas rellenas y una mezcla de dulce, crujiente, salado, picante nos hicieron fijar ya esa sonrisa que tanto significa cuando pruebas el genio del que sabe lo que hace y, si había alguna duda de haber acertado eligiendo este menú y no el “corto”, se disipaba de inmediato.
A por el “Puré de berenejena ahumada con sardinas braseadas y Sardajo” … plato que teníamos fijado entre ceja y ceja tras haber visto y leído, diseño made in La Salita. Cuando un pescado te lo sirven como se debe se marca una diferencia que no mucha gente sabe apreciar. Y no es ningún #disparate lo que acabo de soltar. Adoro la forma de utilizar los encurtidos y, sobre todo, la cebolla que tiene esta cocinera. “Queremos más”, nos decíamos con cara de enfermizos y llegaron las “Alcachofas, gambas y jugo de anisados“. Lo que acabo de decir del pescado, aplíquenlo a la verdura. La alcachofa crujiente y tierna en cada uno de los lugares donde debía estar de uno u otro modo y ese anís al que tanto adoro dieron en mi maltrecho paladar un golpe de alivio. Olga seguía a lo suyo, disfrutando 100% por los dos. Exclamaba al olerlo “buuuuah!” y si a mi cráneo, con la que llevaba encima, llegaba parte de ese feeling, imaginad cómo estaba este plato. Por donde primero se come no es por los ojos, sino por el olfato, que no os cuenten milongas. Me encantan esa variedad de mini gyozas como parte de los platos.
Llegaba la “Brandada de bacalao con guisantes frescos acidulados y anguila ahumada“. El bacalao y yo hemos tenido nuestras discrepancias a lo largo de cuatro décadas pero cuando me encuentro con alguien que es capaz de hacérmelo comer y hacerme sentir que he hecho el capullo tanto tiempo, me encanta. Esos guisantes pura delicia que, con la anguila ahumada cerraban otro platazo. Mi paladar y olfato hacían un esfuerzo por espabilar ante la llegada de mi objetivo number one: “Cigala en su propia mantequilla con Guiso de manitas y habitas tiernas“. Joder, Bego, espectacular. Esa grasa resbalando por los labios, con esas habitas “al pelo” y la cigala bailando con todo … Sabes que volveré a probarla estando en perfectas condiciones. Volvía a mirar la cara de mi chica y veía lo mismo. Esos fondos … esos sabores … CO … JO … NU … DO. Y punto. Al top three de esa noche. Turno para el “Vitello tonnato de pastrami con encurtidos“. Encurtidos, esos infravalorados, un bocado delicioso, ligero y a la vez con cuerpazo. Voy a ponerle un “pero” … tal vez hubiese colocado este plato antes pero imagino que, si fue así, fue para limpiar la boca antes del …
“Arroz de rabo de toro con alcaparras y all i oli de cítricos“. Como buen mediterráneo el arroz forma parte de la lista imprescindible del Hobbit de a pie. Esto es otra cosa. Esto es melosidad y contundencia. La cara que tenía enfrente se desencajaba ya de placer. ¡Mañana vuelvo! Una pequeña pausa para pensar “joder, esto se está acabando” …
… con el “Corzo lacado con regaliz, tallarines de boletus y celery con carbonara de moscatel“. Otra debilidad, la carne de caza. Admito que el ansia por la carne me domina y ni me di cuenta de plasmar el emplatado para daros un poquito de envidia – de la sana, siempre.
Me lancé a por el plato como alma que lleva el diablo. Lo disfruté igual. Para seguir y seguir y seguir …
… pero había llegado el momento de poner punto y GRAN final a esta inolvidable cena: “Zanahoria, lima, yogur, jengibre y coco” y “Ganache de chocolate con crema inglesa y regaliz“. Cierre por todo lo alto con una bomba chocolatera a la par que suave y el último integrante de mi personal podium: cuando se mezclan ingredientes de los que están en mi libreto de estar por casa como son el jenjibre, el coco y la lima, yo … sucumbo. ¡Qué delicia! La zanahoria te hacía esbozar la última gran sonrisa al ver el trato que le da Begoña. Cuando parece que te vas a meter algo crujiente a la boca, te das cuenta de que eres un iluso. Un auténtico membrillo que solo puede dar las GRACIAS cuando se sienta a la mesa y le hacen disfrutar tanto a pesar de no estar en las mejores condiciones …
En fin … lamentablemente, ya pasó para nosotros pero los madrileños tenéis una oportunidad que no debéis dejar pasar teniendo La Salita tan cerca. Disfrutar de la elegancia de Begoña Rodrigo en los fogones es un gustazo que no se puede obviar. Vosotr@s sabréis incaut@s. Solo hay dos mujeres que me hayan enamorado con su cocina: Begoña y Teresa. Llamadme lo que queráis. Pero deberíais probar esa sensación.
Estando tan lejos de nuestro querido Mediterráneo Begoña y Jorne, gracias también a Sara y resto de sala, nos volvieron a hacer sentir como en casa, a gustico, disfrutando, deseando que no acabara … sazonado con cariño, todo funciona … Esos “raticos” … ésos, chicos … 😉
(Foto portada: madridactual.es)
Pd.- Acabo de ver que el título del post es igualito a su libro “a punto de” …
@disparatedeJavi